Capítulo n°45: "Vuelve a mí".

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Aedus.

Un año después...

Siento estar sumergido en el abismo más profundo de la oscuridad. Hay millones de agujeritos por donde ingresa tenues rayos de luz, he escuchado su voz, pero no encuentro el camino de regreso.

Es como si algo de fuerza mayor me retuviera aquí, en la nada misma. Doy vueltas en círculos con pies descalzos, giro, giro, giro hasta estar mareado y volver a caer en la inconciencia.

Aedus despierta, ya es hora...

Esa susurrante voz me hace abrir los ojos y ya no estoy en un abismo, estoy en un océano de aguas cristalinas empujándome entre sus olas. Cada vez que saco la cabeza a la superficie una furiosa ola arrasa hundiéndome de nuevo.

Mis fuerzas comienzan a desvanecerse. Lucho para nadar, pero el vaivén de las olas me lleva de un lado a otro siendo imposible tener estabilidad para encontrar el norte.

Soy una estrella sin norte que espera todos los días por su guía...

Vuelve a mi...te necesitamos.

Boqueo por aire, mis pulmones se llenan de agua y soy arrastrado por la corriente de la misma. El frío calo hondo hasta el tuétano de mis huesos entumeciéndome al querer ir contra su fuerza.

Aedus...te lo suplico vuelve.

Vuelve...vuelve...vuelve...

Escucho su voz dulce perderse en el horizonte. Un eco lejano partiendo en dos el cielo.

Willom... quisiera responder, pero nada sale de mis labios. Es como si estuvieran mucho tiempo dormido, amortiguados, secos y me costara articular las palabras.

Vuelvo a hundirme cuando otra ola llega para cubrirme. Esta vez no me lleva, pero mi respiración se altera, hiperventilo con el pulso descarrilado como si fuera a necesitar electrochoques para reanimarme.

Willom...no me dejes.

Nada nunca dejes de hacerlo...

Hago todo lo contrario. Mis brazos son remos sin vida, falta alguien que los mueva y tome la dirección correcta, pero los obstáculos son mayores. Imposible de sortear si ella no está a mi lado.

─Vamos, rememos juntos...

Su voz es lo único que mi memoria recuerda cuando soy golpeado fuertemente contra una roca o un muro, soy abstraído como una descarga eléctrica desde lo más profundo.

─Chico bienvenido de vuelta a la vida. ─dice una voz cubierta por un tapa boca celeste.

Cuando al fin pude abrir los ojos y no me encuentro en un océano.

─ ¿Quién...es...usted...?

No logro coordinar las palabras tampoco enfocar el sitio. Solo veo borroso mientras entreabro y cierro mis parpados por la fuerte luz blanquecina de una lámpara en el techo.

Mis brazos no responden a la orden de moverse para cubrir mis ojos.

─Primero te examinare ¿sí? ─empieza por alumbrar mis pupilas que recienten la intensidad de su linterna. ─Es un milagro que hayas sobrevivido.

Parpadeo sin comprender. No recuerdo absolutamente nada y por más que rebusque en mi memoria no doy con esa voz que escuche en mi mente.

─Soy el doctor Erick Clark he estado al pendiente de tu caso. ¿Tienes recuerdos de tus últimos días?

─No-o...

Con un agudo dolor en mi cuello lo giro hacia un costado donde hay varios aparatos conectados a mi cuerpo, luego al otro.

El hombre de mis Fantasías (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora