Capítulo n°28: "No vas a perderme".

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Willom.

La seriedad de Aedus es desconcertante. Temo que todo cambiara, pero lo siento algo tenso, nervioso y aprieta con fuerza el volante.

Paso por mi como acordamos, aunque su silencio es incómodo.

-Aedus - detiene el vehículo una cuadra antes de la empresa - Por tu falta de habla deduzco que algo paso en tu casa. Puedes confiar en mí.

Tomo su mano entre la mía para darle fortaleza e intente contarme el motivo de su frustración.

-El idiota de mi padre me amenazo... - sus dedos están inquietos y evitaba mirarme a los ojos - No te va a gustar...

Mi gabela se arruga por la confusión de sus palabras.

- ¿De qué hablas? Comienzas a asustarme, Aedus.

El aire se vuelve gélido. Me remuevo varias veces en el asiento, él suelta un sonoro resoplido tirándose algunas hebras negras en el centro de su cabellera.

-Connor tuvo el descaro de tomarnos fotografías ese día en la playa...

Abro la boca, mis ojos se crispan y siento la necesidad de bajar la ventanilla en busca de aire.

Ese es el peor de los monstruos.

- ¿Por qué usaría esas fotos a su favor? - la mirada apenada de Aedus me lo dice todo - ¡Ya entendí!

Otra vez el silencio nos envuelve cediendo a las ganas de llorar. Efectivamente dejo caer algunas lágrimas secándolas lentamente con la yema de mis dedos.

-Mírame Willom - pide intentando atrapar mi barbilla - ¿Willom? Tú me pediste confiar en ti, ahora yo te suplico que lo hagas en mí. Connor me tienes en su mano, pero jamás lo dejare hacerte daño ¿sí?

- ¿Cómo lo impedirás? - soné un poco brusca - No puedo imaginarme la reacción de mis padres si les llegara fotografías de su hija desnuda en la playa, haciendo el amor con su jefe.

-Si es algo demasiado sucio jugar de esa forma. Connor no tiene escrúpulos, te lo dije y no quisiste creerme.

-Tienes razón. ¿Qué haremos? No es buena idea llevarle la contra, lo mejor es que continúes en la empresa.

-Lo hare a regañadientes y para protegerte a ti. Por otra parte, debo hacerlo por mamá, ese hombre no se saldrá con la suya, te lo puedo apostar.

Suena demasiado seguro mientras yo soy un manojo de nervios, también estoy asustada. Siento sus labios contra mi mejilla. Deposita un beso suave, tibio como si quisiera aminorar lo complicado de la situación, aunque alivia algo mi pesar odio tener que trabajar en el mismo sitio de su padre.

-Deberías renunciar si te incomoda ver al idiota de Connor - sugiere volviendo a encender el motor.

-Eso sería como darle una victoria antes de tiempo ¿no lo crees? No lo conozco, desde lejos se ve intimidante, pero no tengo porque tenerle miedo.

-Coincido contigo - una encantadora sonrisa aparece en sus labios y si, prefiero mil veces verlo contento que sufriendo por el imbécil de su padre.

Yo tratare de tener la entereza de no reclamarle en su cara lo arrogante que es por ignorar a su hijo. Aspiro una bocanada de aire al dar el primer paso en la amplia entrada de cristales transparente inmenso.

Casie es una buena compañera y guía, su caloroso recibimiento es lo que da pie para tener una jornada agradable dentro de lo que cabe. Aedus se pasó de reunión en reunión impidiendo tener tiempo para almorzar juntos.

Sin embargo, se las ingeniaba para robarme un beso de vez en cuando, pero extrañaba su manera fría de dar cariño.

Así paso una semana. La empresa dio mucho trabajo y Connor no tuvo mejor idea, enviar a su hijo de viaje por supuestos negocios.

El hombre de mis Fantasías (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora