¿Qué nos deparará el destino...?
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Libro de one-shots de Genshin Impact x lectora.
Todos los personajes son de propiedad de Mihoyo.
Las imágenes usadas en esta historia no son de mi propieda...
Advertencia: Ligeros spoilers a la historia principal de Sumeru y la arcont quest de Wanderer
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—Scaramouche— murmuró ___ en un tono suave, para atraer la mirada azul del heraldo.
A penas acababa de salir el sol en el bosque y, aunque no había nadie más en esa zona que pudiera escucharlos, ese lugar no quedaba tan lejos del lugar donde los guardabosques tenían su campamento, por lo que aún estaba presente la posibilidad de que alguien apareciera en esa zona y los atrapara de imprevisto charlando.
La mujer tomó sus mejillas lentamente y con cierto cariño, dibujando una sonrisa en sus labios. La expresión de Scaramuche no cambió con sus acciones, manteniendo esa mueca de molestia que parecía siempre estar dibujada en su rostro, tampoco se apartó y alejó de ella, permaneciendo en su lugar.
Todo lo que había vivido en el pasado todavía le afectaba de una manera u otra. Los recuerdos de todas esas personas a las que había tomado un profundo cariño y que luego lo abandonaban o morían de la peor manera seguían demasiado presente en él a pesar del tiempo. Una herida profunda que aún no había cicatrizado.
Incluso si quería mostrar abiertamente lo que sentía algo por ella, sentía que el destino se aseguraría de alejarla de su lado de la manera más cruel posible. Así que, a pesar de la relación que mantenían, a pesar de que estaba profundamente enamorado de ella, seguía manteniendo esa coraza impenetrable con la que intentaba a todos.
—___— murmuró de vuelta con su tono de siempre.
Aun no sabía que era lo que ___ había visto en él, la razón por la que se había tomado la molestia y tiempo de conocerlo en profundidad, indagar más allá de lo que mostraba por fuera. Porque lo ayudaba cuando entraba en crisis, cuando se sentía inútil, cuando sentía que todo volvía a derrumbarse a su alrededor. La razón por la que se había quedado a su lado a pesar de su horrible personalidad y de las atroces acciones que había hecho.
Le daba miedo preguntar el porque, saber la razón por la que estaba a su lado, no como una compañera o amiga, sino como su novia. Se había vuelto su lugar seguro, la única en la que podía confiar todos sus pensamientos y sentimientos por muy vergonzosos que estos fueran con la total confianza de que no se burlaría o lo tomaría de menos.
—Ten cuidado, ¿sí?— dijo ___. En sus ojos se hacía bastante evidente la preocupación y amor que sentía hacia él.
___ estaba más que segura de que estaba tramando algo, que tenía algún plan en mente que no había querido contarle por alguna razón. Pero por mucho que quisiera quedarse a su lado para asegurarse de que realmente no iba a pasarle nada, tenía que dejarlo completamente solo en Sumeru para ir a la región vecina para completar un encargo urgente.