Destiny [OS Genshin Impact]

[30] Neuvillette & Wriothesley

Advertencias/Etiquetas: Algo de OOC, está un poco desordenado, light smut

¡FELIZ CUMPLEAÑOS WRIOTHESLEY!

Ser la intermediaria entre el Juez Supremo de Fontaine y el Alcaide del Fuerte Meriopide era un trabajo tedioso y cansado que ___ no le recomendaría a ninguna otra persona por mucho que la odiara.

Su día a día se basan en ser constantes viajes entre la oficinas del Palacio, recorriendo el camino hasta el eterno ascensor que la llevaría a prisión, sumado al papeleo que tenía que hacer en la entrada antes de entrar, recorriendo los largos pasillos hasta la oficina del Duque, haciendo el mismo proceso a la inversa tras unas horas con nuevos papeles.

Así prácticamente todos los días, sumado al papeleo que tenía que hacer en la oficina una vez terminaba sus viajes, quedándose hasta tarde sola en el Palacio en más de una ocasión.

Justo como en ese instante.

La única luz que había encendida era la lamparita de su mesa de trabajo y la que traspasaba sutilmente bajo la puerta desde la lujosa oficina del Juez Supremo. Aunque en ese instante estaba demasiado centrada en acabar el reporte para poder irse a su casa lo antes posible para descansar como para percatarse de ese detalle.

Sus ojos comenzaban forzarse para poder mantenerlos abiertos. Su visión poniéndose ligeramente borrosa mientras que con cada parpadeo que daba le costaba más enfocar su atención en las palabras escritas en el papel.

Terminando por caer profundamente dormida sobre el escritorio, acurrucándose entre los papeles, aislándose por completo a su alrededor. Teniendo un sueño plácido que le hizo despertar poco después con una sonrisa en sus labios.

Removiéndose en su lugar, incorporándose sin abrir aún los ojos, estirando sus brazos mientras dejaba escapar un bostezo largo, regañándose mentalmente por haberse quedado dormida durante el trabajo.

Quedándose paralizada en su lugar al escuchar una suave risilla masculina no muy lejos de ella. Volviendo su cabeza hacia un costado, justo hacia el lugar desde donde procedía la voz.

Sus ojos chocando con los claros de Neuvillette enfocadas en ella, mirándola dulcemente. Sintiendo su rostro coloreándose de un rojo intenso por la vergüenza que la abordó, poniéndose en pie de un salto a penas salió de su sorpresa, inclinándose hacia él.

—Señor Neuvillette.

—___— pronunció su nombre suavemente, poniéndole la piel de gallina—. Sabes que no tienes que ser tan formal conmigo.

—Debo serlo, al menos, durante mi horario de trabajo.

Y más aún ahora que había arruinado su reputación al quedarse dormida durante este.

—No es como si a estar horas hubiera alguien en el Palacio que pudiera escuchar nuestra conversación.

Apoyando el rostro en su mano, deleitándose de las distintas expresiones avergonzadas y los gestos nerviosos que en ese instante estaba haciendo la mujer.