«Un Amor Nacido Entre Rivales» Katsuki Bakugo x OC. (Traición #1)

Capítulo 21.

Holis, soy Dani, la queridisima autora de este fic.

Quería pedir disculpas por demorar tanto en actualizar, problemas técnicos (me quitaron mi compu)

Pero, aquí estoy, y seguiré actualizando esta hermosa (y descontrolada) historia.

Sin mas que decir, disfruten.(￣y▽,￣)╭ []~(￣▽￣)~*

No había tiempo para descansar.

Si, era jodido, pero, con el campamento en el bosque cerca, no podía darme ese lujo.

Estaba haciendo flexiones en un cuarto especial que había en la casa, una gota de sudor recorrió mi mejilla, me dolían los brazos, pero aún así, no me detuve.

O bueno, hasta que se escuchó el timbre de la puerta. Me paré de mi lugar, tome una toalla  y seque el sudor de mi rostro, escuche la vibración de Kaminari afuera.

¿Cómo sabe donde vivo? 

- ¿Kaminari?

- Hola, Aguni. - me saludo.

- ¿Qué haces aquí? - pregunte, disimule la molestia que me causaba que me interrumpiera en medio de un entrenamiento.

- Bueno, el campamento se acerca, pero le pedimos permiso al maestro Aisawa para usar la piscina para entrenar, ¿Te unirás?

- Tengo la fuerte sospecha de que si digo que no, Mina estará encima de mi el resto de mi vida para que me arrepienta. Entonces, si. 

- ¡Eso me alegra!

Escuche la vibración de Minoru hace un buen rato en la casa de Bakugo, así que, sabía la idea que tenían en mente estos dos.

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Fue increíblemente placentero ver la cara de Minoru y Kaminari al ver que después de todo, el plan no resultó como esperaban.

El traje de baño que usaba era todo, menos revelador, y eso me gustaba, pero aun así, era bastante ajustado al cuerpo, por lo que resaltaba mis caderas que eran bastantes acentuadas.

Mi vista viajo hacia los chicos, y valla.

Todos tenían... Algo que aportar a la humanidad.

Mi vista se posó en Bakugo, y oh Dios mío.

Eso sí era un buen aporte.

Al poco rato, los chicos decidieron hacer una competencia, cosa que fue interrumpida por el maestro Aisawa, avisando que ya eran las cinco y que nuestro tiempo en la piscina se había agotado.

 Me reí por la decepción de todos.

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Estaba caminando de regreso a casa con Bakugo y Kirishima, la rubia estaba quejándose de que era su oportunidad para derrotar a Midoriya y Todoroki, yo escuchaba en silencio.

- Pero Izuku y Todoroki son tus amigos, deberías calmarte.

- Para Bakugo se trata de ser mejor que All Might, no de jugar a tener muchos amigos con quienes joder. - dije con simpleza.

- ¡Ja!, tu si me entiendes. - respondió, casi con orgullo Bakugo, yo sonreí ante su actitud.

- Hamada-san - mi vista se fija en Eijiro -, nunca te lo había preguntado, pero, ¿Por qué quieres ser un héroe?

Si, la pregunta me sorprendió.

Mire al frente por un momento, contemplando el hermoso atardecer, dándole la despedida al sol. Siento la mirada de ambos en mi, y por fin, habló:

- Nunca quise ser un héroe - explico -, pero, como sabrán, tengo dos hermanas pequeñas, y son mi única familia - un suspiro abandonó mis labios antes de seguir -, desde pequeñas ellas siempre veían a All Might en la televisión, y siempre me miraron a mi como a su heroína, a su heroína número uno, ellas me incitaron a entrar a la U.A., y hasta ahora... No me arrepiento.

Silencio, es incomodo, pero luego noto como ese sonido indescifrable aparece en Katsuki nuevamente.

- Eso es realmente admirable, Aguni. - me elogio Eijiro.

Si...

Si tan solo todo hubiera sido tan distinto.

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El día de ir al campamento llegó, y a decir verdad, estaba emocionada.

La mama de Bakugo había accedido a cuidar de Alice y Arise mientras yo no estaba, pasé el resto del fin de semana con ellas, ya que me dolía un poco estar lejos de ellas por tanto tiempo.

Todos estaban emocionados por ir, si supieran que eso va a ser un verdadero infierno para ellos.

Monoma empezó con sus comentarios, por lo que Kendo tuvo que darle un golpe y pedir disculpas. Notamos que los de la clase B también irían.

Esto va a ser interesante.

Finalmente, me senté junto a Bakugo en los asientos del fondo, todo el mundo hablaba y hablaba, ignorando por completo los reclamos de Lida.

Que fastidio.

Me dispuse a poner música en mis audífonos, en silencio, noté como Bakugo se quedaba mirando la ventana, con un leve sonrojo adornando sus mejillas.

Dios, era tan lindo.

Después de una hora, nos detuvimos y bajamos del autobús, Mineta se encontraba buscando el baño, mientras, Aisawa nos presentaba a las Pussycats, y también había un chico que se escuchaba bastante molesto con nuestra presencia.

Y para la mala suerte de todos (a excepción de mi) les tocaría caminar para llegar al campamento.

Con sutileza, me dedique a visualizar el campamento, y... 

Me teletransporte.

Desde donde estaba escuchaba como los chicos trataban de ir al autobús para escapar, cosa que no lograron, y luego se preguntaron dónde estaba. Rei por eso.

Y ahora la pregunta es, ¿Qué haré ahora?

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- Vaya, veo que llegaste de primera, te felicito. - dijo una de las Pussycats, a la cual, no recuerdo el nombre.

- Gracias, supongo que el maestro Aisawa les contó. - dije, refiriéndome a mi don

- A decir verdad me sorprende, y me sorprende el doble que no te quedaras a ayudar a tus amigos.

- Solo guardo mis energías para el resto del campamento, además, no tengo ánimos para hacer una estúpida caminata al bosque.

- ¿Puede preguntar a qué se debe tu poca deficiencia?, por lo que me contó Eraser-head, tienes dos hermanas a las que cuidas tu sola. ¿Es por eso?

Suspiro - Algo así. Es solo que no me gusta la idea de estar tanto tiempo alejada de ellas.

- Ya veo. - su expresión me dice que está pensando en algo, sorprendentemente, no me incomoda hablar con ella, y no tengo idea de porque.

- Señorita Hamada, ¿Podría pedirle un favor? - me sorprendió, pero asentí, en la espera de su pedido -, El chico que viste en la parada de autobús, es el sobrino de Mandalay, Kota, y veras, él...

- Odia a los héroes. - termine por ella, se sorprendió ante mi respuesta. 

- ¿Cómo lo..?

- ¿Leyó mi expediente? - le pregunté, allí pareció recordar algo.

- Iré al grano - se recupero de aquella confusión - Quiero que hables con él.

- ¿Con qué finalidad? - pregunte.

- No lo sé... Me pone triste ver a Mandalay tan preocupada por Kota, y si tan solo él tal vez tuviera alguien con quien hablar, no lo se...

- Lo haré. - Finalice. Y finalmente, me fui.

Me daba curiosidad ese tal Kota.