«Un Amor Nacido Entre Rivales» Katsuki Bakugo x OC. (Traición #1)

Capitulo 41.

Me lave la cara con desesperación, tratando de aclarar mi mente

Alguien va a morir hoy.

Debía ingeniar una estrategia ahora. 

Vamos, Aguni. Cabeza fría y mente despejada.

Conocía bien los dones de la Liga y las debilidades de cada uno, así que pelear no era problema. Eran demasiado predecibles y muy poco eficientes. Pude rastrearlos fácilmente, están en una bóveda en las afueras de la ciudad.

Ir ahora y pelear es la mejor opción, no subestimo a Shigaraki. Es mas listo de lo que me gustaría admitir, y elabora planes concretos y muy susceptibles aunque a simple vista se vean poco convincentes. Pero es un niño en el cuerpo de un adulto, es tan inestable como una bomba de tiempo, demasiado fácil de manipular y engañar.

Lo mejor es ir mañana temprano y encontrarlos.

Este un punto de mi vida al que nunca pensé que llegaría.

Aparecí de la nada en la oficina del director Nezu usando mi teletransportación. Él estaba sentado en su silla, de la cual se cayo al verme allí entrando con aspecto desalineado - por no decir que parecía una rata recién nacida -.

-Hola, director Nezu. - saludo junto con una reverencia, el director de la U.A. rio mientras se sentaba en su silla y me miraba con curiosidad.

- Joven Hamada, que visita tan repentina. Me da algo de curiosidad, ¿A que se debe? 

- Quiero pedirle un favor, uno muy grande. 

- ¿De que se trata? - se escuchaba mas interesado, tenía las palabras en el nudo de mi garganta por el miedo. 

Aguni, concéntrate.

- Quiero solicitar que me dejen salir de la Higths Alliance y poder seguir viviendo en mi casa.

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Estoy jugando con fuego, lo sé.

Podrían expulsarme de la U.A. independientemente de la situación en la que me encuentre.

No importa.

No importa siempre y cuando ellas estén a salvo.

Entre al edificio a paso silencioso, observándolo. Olía muy mal y estaba en ruinas, pero estaba vacío. Me adentre por los pasillos poco concurridos y me centre en rastrear la onda sonora de ellas, la cual me guio hasta llegar a una puerta de hierro. Ellas estaban allí.

El lugar estaba asegurado bajo llave, en el interior había mas trampas. No podía tocar el suelo, un paso en falso y moriría. Agradecí internamente las clases del maestro Aisawa para poder mezclar mis dones.

Al estar dentro me di cuenta de lo oscuro que estaba, el frio en el lugar era palpable y no podía ver nada.

Una luz se encendió, seguido de ella, una voz robótica.

- Bienvenido, Sr. All. Pensé que no volvería a verla señorita Lilit. 

Ignore a esa voz y observe el lugar, había una fila de contenedores con algún liquido azulado dentro. Escuchaba a mis hermanas cada vez mas cerca, me apresure al fondo, asegurándome de no tocar nada y caer en una trampa. 

Allí estaban ellas.

Ambas estaban en dos contenedores, desnudas mientras dormitaban. Podía escuchar los latidos de sus corazones sincronizados, sus cuerpos temblando y sus gritos por ayuda. Eran desgarradores. No lo pensé dos veces y rompí el vidrio de ambos contenedores en un solo golpe.

- Señorita Lilit, ¿El señor All le dio la autorización correspondiente para liberar al espécimen y no estoy al tanto?

- ¿Quién es el sr All? - pregunte mientras tomaba en brazos a mis hermanas, que seguían inconscientes.