«Un Amor Nacido Entre Rivales» Katsuki Bakugo x OC. (Traición #1)

Capitulo 27

Un fuerte y agudo dolor de cabeza me atraviesa, Dios. Veo todo a oscuras, trato de abrir los ojos, cosa que me resulta casi imposible al tratar de acostumbrarme a la luminosidad de la habitación. ¡Ah, que maravilla, el agudo sonido que me atraviesa el alma que es tan familiar y agradable! (nota el sarcasmo)

- Ella esta en estado grave, no podrá seguir en la U.A. por un tiempo... - escucho una voz familiar, ¿Recovery Girl?, Joder, el dolor se estaba volviendo cada vez mas fuerte. Aprieto los ojos  con fuerza, abrumada por los estímulos recibidos. Soy consciente de donde estoy por la familiaridad de la situación, pero, ¿Desde cuando esto de despertar en un hospital se ha vuelto tan molesto?

Desde siempre, y eso que te la vives aquí.

Oh conciencia querida, eres muy sutil, ¿Sabias?

- Bakugo... - no, no sé porque, pero fue lo primero que pronuncie, no puedo distinguirlo muy bien, pero siento miradas sobre mi.

Ahora, los recuerdos vienen de golpe, algo vagos y borrosos.

Lo ultimo que recuerdo, es como todo mi mundo se vuelve negro, y luego...

Caos.

Abro los ojos de golpe, y me siento en la camilla, mi cuerpo se contrae por el dolor y suelto un quejido por el mismo. Mierda.

- ¿Aguni? - una voz algo vaga pronuncio mi nombre, pero no era capaz de identificarla. Joder, el dolor el insoportable.

- Siento que me atropello un puto camión. - si, eso es lo único que logre pronunciar, me duele todo.

Cuando por fin logro abrir los ojos - con una dificultad sorprendente -, veo a Recovery Girl, el maestro Aisawa y... Un hombre rubio sorprendentemente flacucho en la habitación.

- Aguni, cielo, ¿Te encuentras bien? - la dulce voz de Recovery Girl llego a mi oídos, valla, no me había dado cuenta de lo mucho que la extrañaba.

- Si sentir que te atropellaron esta bien, si, estoy de maravilla. - atropellada, pero nunca derrotada.

- Lo atropellada no te va a quitar lo pendeja nunca. - me reí por el chiste del maestro Aisawa.

- ¿Cómo esta Katsuki? - si, okey, estoy enamorada, ¿Qué esperaban?-, ¿Él esta bien?, ¿Y mis hermanas?, ¿Qué fue lo que paso?

Un silencio expectante inunda la habitación, hasta que, por fin, el maestro Aisawa habla.

- Bakugo esta en este mismo hospital, no tiene heridas graves y esta estable. Y tus hermanas fueron examinadas, están completamente bien a parte de unos cuantos rasguños y un corte.

Exhale el aire que había estado reteniendo en mis pulmones ante el alivio.

Celebre muy tarde.

- En cuanto a ti - empieza -, tienes heridas graves.

- No se preocupe - le aseguro -, no tardaran en sanar.

- Cariño, no es solo eso. - dice la anciana.

- ¿De que habla? - le pregunto.

- Hamada - el maestro Aisawa llama mi atención y mi vista viaja hacia él -, según los escaneos que te han hecho, tus músculos llevan años desgastándose. Algunos de ellos estaban al borde de romperse por completo. El sobre-esfuerzo al que sometes tu cuerpo es inhumano.

Bueno, es de entenderse, llevo entrenando toda la vida, siempre sobrepaso el limite asignado.

- Mi cuerpo es así por un estado momentáneo, mi regeneración celular me ayuda, así que eso es algo de lo que no tienen que preocuparse.

- Eso es lo que menos nos preocupa. - esta vez el que habla es aquel hombre flacucho, o mas bien, el símbolo de la paz.

- ¿De que habla? - pregunto, confundida.

- De la chica en la que te convertiste mientras te secuestro la Liga. - me responde. La mención de eso hace que me tense, hago un esfuerzo por disimularlo. Mi cabeza se vuelve un lio con esa simple frase, ¿Por que?, Porque por primera vez en años, no tengo una puta idea de lo que hare.

Calma Aguni, vamos, es muy tarde para rendirse.

- ¿Qué fue lo que paso? - me pregunta el maestro Aisawa.

- Me descontrole. - respondí, era lo único que podía decir ahora, y era la verdad.

- ¿Podrías explicarlo mejor? - sé perfectamente que esta tratando de ser lo mas suave con esto, lo que no sé es es porque. Es raro ver a mami oruga así.

- Cuando siento emociones demasiado intensas, ella aparece.

- ¿Ella? - cuestiona.

- Es algo así como una versión oscura de mi, es todo lo que...

Reprimo.

- ¿Hace cuento ella esta contigo? - me pregunta, no sé lo que va a suceder a partir de aquí, solo sé que no será nada fácil.

- No lo sé, hace años que no se muestra, esta es la tercera vez que sale. - me sorprende lo honesta que estoy siendo, no tengo idea de el porque ahora, pero tal vez solo quiero... Descansar un poco de todo.

- Ella puede llegar a ser realmente destructiva cuando aparece, y solo sé de ella por las personas que me han presenciado así.

- ¿Alguien mas sabe de esto? - pregunta All Migth.

- Solo mis hermanas y yo.

- Aguni - empezó All Migth-, me temo que con esta información...

No.

No, no, no, no.

Dios, Aguni, ¿Cómo pudiste ser tan tonta?

- Alto - el maestro Aisawa lo detiene antes de que continúe y me mira -. Aguni, ¿Eres capaz de manejarla?

No dudo en responder.

- Si. Siempre y cuando no sea necesario reprimirla.

- De acuerdo. - ambos adultos se miran y salen de la habitación, algo me dice que no debería escuchar lo que dicen, y espero tener razón. Solté un suspiro de cansancio.

- Oh, querida. - inesperadamente, la anciana se acerca a mi y me abraza, reprimí un quejido de dolor, pero este es remplazado con la sorpresa.

Era... Extraño.

Nunca permito que nadie que no sean mis hermanas me abrace, y recibirlo de manera espontanea de alguien es... Raro.

Recovery Girl se aparta y sale del cuarto, dejándome sola y sumergida en mi mundo.

Un mundo lleno de caos y desorden.

Un mundo del que continuamente escapaba.

Un mundo que no deseaba.

Ese era mi mundo.