«Un Amor Nacido Entre Rivales» Katsuki Bakugo x OC.

Capitulo 56.

- ¿Dónde estabas? 

- No te incumbe, Shota Aisawa.

Al llegar a la casa de mi padre adoptivo, él ya estaba esperándome en mi habitación con la luz encendida. Debió hacerse ideas teniendo en cuenta que mis oídos estaban hinchados y había sangre seca en mi cuerpo y vestido.

- ¿De quien es la sangre?

- Mia.

- ¿Qué te paso?

- Me rompí los oídos por un ruido fuerte y no controle mi don, me transporte a un lugar lejano por accidente y dure desmayada un par de horas. Regrese a casa a pie, no tenia fuerzas.

Por su cara, no me creía ni un poco. No me interesaba, estaba cansada y no tenía tiempo para eso.

- Sal de mi cuarto, necesito bañarme. - le dije, se levanto de mi cama en silencio y salió. Cerré la puerta con seguro y me senté en mi cama, agotada.

Hora, 6:27 a. m.

Use mi poder sanador en mis tímpanos hace un rato, así que limpie la sangre y me quite el vestido, tome mi teléfono y llame a Katsuki, debía estar preocupado.

Tres tonos después, contestó.

- ¡Aguni, carajo, ¿Estas bien?!

- Hola, Kats. Estoy bien, lamento lo que paso. ¿Tu estas bien?

- ¡Yo soy lo de menos, ¿Te hicieron algo, estas bien?!

- Si, no te preocupes por eso.

- ¡¿Que no me preocupe?, Aguni...!

No dijo nada mas ya que colgó, tal vez por accidente. Pensé en devolverle la llamada, pero estaba cansada. Suspire, me tire en mi cama desnuda entre las sabanas y me quede dormida. 

- Te estas tardando en despertar.

Un suave susurro llego a mi oído, abrí los ojo de golpe y me levante del suelo.

Ya había estado aquí antes.

- Te esta distrayendo ese niño rubio.

Su voz es inconfundible, es suave, ruda, intimidante, y segura.

- Hola, Adara.

- Tanto tiempo, Aguni.

Mire a mi alrededor. No había nada, ni sombra, ni suelo, ni color, ni espacio. Podría correr por mucho tiempo y regresar al mismo lugar sin importar la dirección en la que partí.

- ¿Por que estoy aquí? - pregunte.

- Acepta su oferta. - bramo, ignorando mi pregunta.

- ¿Qué?

- Déjame tomar ese lugar. - me pidió. La apariencia de Adara siempre me conmocionaba, ojos rasgados y felinos color morado brillante, cabello blanco como la nieve y una toga blanca.

- No te volveré a dejar salir, Adara. A menos de que sea totalmente necesario.

- Hay peligro cerca. 

- ¡¿Como puedo confiar en tu palabra?!

- ¡Tú tienes el control sobre mi, si tu mueres, yo igual, cometiste una estupidez y lo que va a suceder será tu culpa!

Me quede pasmada al escuchar eso. Hace un tiempo descubrí que Adara podía ver mi futuro, si, algo tonto, pero me advertía de ciertos eventos que, por mi bien, debía evitar.