Capitulo 32.

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- No.

- ¡Si!

- Mina, no

- ¿No has escuchado que el que no arriesga no gana? - me dice, yo arrugo la nariz en señal de disgusto.

- Cuando yo me arriesgo nunca gano. - le respondo. Por supuesto, no era del todo cierto. Para mi, la vida era demasiado impredecible cuando se trata de si me va bien o mal.

- Nunca lo sabrás si no lo intentas. - me alienta, yo niego con la cabeza.

- Quiero ir despacio con él, ir a su cuarto de la nada no es lo mas lento que digamos. - a Mina se le ocurrió la idea de que yo vaya al cuarto de Bakugo con la excusa de invitarlo a tomar algo de la nada, y por supuesto, yo solo estaba disfrazando el miedo que me causaba ser rechazada, o la vergüenza que pasaría si se negaba o algo. No quiero afrontar eso. No un rechazo.

- Como quieras, entonces. - y ella simplemente se va de mi cuarto, dejándome con la duda.

Conozco a Mina, y por supuesto que va a hacer algo. Suspiro con pesadez y me tiro en mi cama. Odiaba procrastinar, me hacía sentir inútil y poco productiva, así que, opte por ir a la habitación de Kirishima. A esta hora debería estar haciendo ejercicio.

Cuando regrese del hospital todos se alegraron y cuando había terminado de organizar mi habitación decidieron celebrarlo con una competencia de la mejor habitación, la de Kirishima fue mi favorita, parecía un gimnasio en casa, y supongo que me haría bien convivir con los de la clase.

Tome las cosas que necesitaba, me cambie, y me dirigí a su habitación. Y como supuse, estaba haciendo flexiones en una sola mano en el suelo. Al darse de mi presencia se callo de cara contra el piso.

- ¿Cómo entraste? - preguntó mientras se sobaba en el lugar del golpe.

- Deberías ponerle seguro, o estar más atento al ruido. - dije, claramente era mentira, me había teletransportado para evitar tener que toparme con alguien más - ¿Te molesta que te haga compañía?

- Eh... Supongo que no. - contestó con confusión. Me senté junto a él y me dispuse a hacer ejercicio. Mentiría si dijera que fue incomodo, Kirishima estuvo haciendo bromas mientras ambos nos ayudábamos mutuamente entrenando. Era agradable y entretenido, además, era muy bueno en lo que hacía. Lo único que fue incomodo para mí era que estuviera sin camisa, pero lo ignore.

Mientras ambos platicábamos la puerta sonó, indicando que alguien estaba pidiendo entrar, yo seguí dando golpes al saco de boxeo mientras Kirishima miraba quien era.

- ¿Bakubro? - la mención de mi Voldemort mental hiso que mi alma abandonara mi cuerpo  y regresara en una milésima de segundo. Ignorando el evidente hecho, seguí golpeando el saco de boxeo con el doble de fuerza.

- ¿Conseguiste lo que te pedí? - la curiosidad me inundo. ¿Katsuki pidiéndole un favor a alguien?, Si es así, debe ser algo muy importante.

¿Debo ser entrometida o ignorarlo?

- E-eh... Bakubro, te lo diré más tarde. - respondió, note que abrió la puerta de más, haciéndome visible ante él. La sorpresa en su rostro era evidente, lo cual, solo alimentaba mi curiosidad.

¿Qué escondes, rubia?

- ¿Y tú que haces aquí? - pregunto con cierto tono de confusión.

- Estaba aburrida, así que vine a entrenar con Kirishima. ¿Y tú? - dejo el saco de boxeo y lo miro directamente. Él la esquiva.

Y sé perfectamente lo que esta pasando por su cabeza.

- De hecho, creo que ya termine. - finalizo, tomo mis cosas y salgo de la habitación, despidiéndome de ambos.

«Un Amor Nacido Entre Rivales» Katsuki Bakugo x OC. (Traición #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora