«Un Amor Nacido Entre Rivales» Katsuki Bakugo x OC. (Traición #1)

Capitulo 44.

Katsuki Bakugo.

¿Madre?

¡¿No se supone que era huérfana?!

¿Asesino a su padre, por eso cuida de sus hermanas?

Aguni saludaba a su madre con una sonrisa tranquilizadora, ¿Cómo podía sonreír como si nada después de haber gritado y llorado como si hubiera sacado tantos años de sufrimiento de un solo golpe?

Ese di me di cuenta de algo; no solo era fuerte físicamente, era increíblemente fuerte en todos los aspectos.

¿Cómo sobrevivió toda su vida sin haber dicho nada? 

No creo que sus hermanas sepan sobre esto. ¿Fui el primero en haberlo sabido? ¿Debería enorgullecerme?

¡Carajo, ¿Qué carajos tengo que hacer?!

¡Bakugo, compórtate, no eres el imbécil de Deku!

Muy cierto.

- Mamá, Él es mi novio, Bakugo Katsuki. -me quede congelado en la habitación mientras que mi suegra me escaneaba de arriba a abajo. Trague saliva. Mire a Aguni con ojos de ayuda, pero ella estaba el doble de nerviosa que yo.

Genial.

- ¡Que alegría! - exclamo mi suegrita -, yo ya pensé que esta iba a salir con la torta volteada.

- ¡Mamá! - chillo mi novia. Su madre cambio radicalmente su cara a una de molestia, fulminando a Aguni con la mirada.

- ¡¿Y tu que te crees?, ¿Qué puedes desaparecerte así como así y regresar como si nada?!, ¡Soy tu madre jovencita! - mi suegra tomo una revista que anteriormente estaba leyendo y se la tiro a la cara a su hija. Hasta a mi me dio miedo y no era a mi a quien estaban regañando. La cara de Aguni no tenia precio, abrió la boca para justificarse, pero su madre la callo antes de que dijera algo.

- ¡Sin peros ni peras chinas, no hay excusa para dejar a tu pobre madre abandonada en esta prisión para ancianos!

Lo que mas me sorprendió fue el increíble parecido que tenían. Eran exactamente iguales, y su madre no parecía ser de mas de veinticinco años.

- ¡Es por tu bien, no seas terca!

- ¡Insolente, ¿Quién te crees que eres para hablarle así a tu madre?!

No sabia si defender a Aguni, o quedarme como una estatua en la habitación.

Al ver como mi querida suegra golpeaba en la cabeza a Aguni una y otra vez como si se la fuera a explotar, opte por la segunda opción.

Oh, mira esa ventana, se ve muy bonita, ¿No?

Por una vez, tu y yo estamos de acuerdo en algo.

Después de un rato, su madre se canso de pegarle, y se enfoco en su siguiente objetivo; yo.

Dios, soy yo de nuevo...

- ¿Qué edad tienes? - pregunto.

- Dieciséis. 

- Mph, un año mayor. Nada mal. ¿Qué trabajan tus padres?

- Mi madre es policía y mi padre es amo de casa. 

- Madre cabeza de familia, me gusta. ¿Cómo se conocieron?

- En la U.A., mamá. - respondió Aguni, que parecía que se iba a romper los dedos de tanto retorcerlos por los nervios.

- ¿Y quien te pregunto a ti?

Aguni parecía que estaba a punto de estallarle una vena del cuello, pero opto por mantenerse callada en su lugar, era eso o recibir otro golpe en la cabeza.