Capitulo 33.

230 22 3
                                    

Al día siguiente sentía que una manada de elefantes me habían atropellado, traducción: no dormí un carajo.

Salí de mi habitación para ir a la sala común, donde estaban todos desayunando. Tenía mucha hambre, abrí el refrigerador y me prepare lo primero que vi: Café con leche y un pan.

- ¿Segura que vas a sobrevivir con eso por el resto del día? - me pregunto Kaminari desde atrás, me gire para verlo, dándole un mordisco a mi pan en el proceso.

- ¿Acaso dormiste? - pregunto Mina, quien ahora estaba revisando con cautela las probables ojeras marcadas en mi rostro.

- ¿Acaso importa? - respondí restándole importancia.

- ¿Tienes insomnio? - pregunto Kirishima, que al parecer, también se unió a nuestra entretenida conversación.

- ¿Podrían dejarme desayunar con tranquilidad?, Mi estomago se los agradecería mucho. Además, dormir es para novatos. - me tumbo en el sofá y me como mi desayuno improvisado.

- Y para personas sanas. - esta vez, el que habla es Katsuki, no lo había notado, pero allí estaba.

Sentado junto a mí.

Okey, Aguni, con calma, tranquila...

- Lo sano es aburrido. - contraataco mientras le doy un sorbo a mi café - ¿Qué hacen?

Los demas me miran de reojo, no los culpo, a penas me lave la boca y me ate el moño en un tomate desordenado, llevaba puesto una camiseta de tiras pegada al torso y un short holgado. Estoy segura de que parezco un espantapájaros.

- Están atacando a Tokoyami con la pregunta existencial de que, si nació con su cabeza de cuervo, como fue que salió. - me explico Yao-momo. Me reí.

- Yo tengo la teoría de que su mamá primero saco un huevo, luego el huevó se formo, y aquí lo tenemos. - menciono Kaminari.

- Yo tengo dos teorías recién sacadas del horno; su mamá esta muerta por sacar a un burro con cabeza de melón de su pobre vagina, o tu cabeza de pájaro se formo después de haber nacido. - me uní a la platica de la nada. No es la primera vez que me cuestionaba este tipo de cosas, te sorprenderías de la cantidad de tiempo libre que tengo de soledad e insomnio.

- ¿No van a parar hasta que descubran lo que es? - cuestiono Tokoyami, un poco harto.

- Depende; si nos das la respuesta, puede que te dejemos salir impune. - respondió Kaminari, yo me reí. A decir verdad me gustaba el ambiente cómodo en el que me había envuelto.

Siguieron discutiendo por un rato mientras yo terminaba mi desayuno improvisado. Era como una especie de familia disfuncionalmente feliz.

- Oye, Hamada-san, ¿Cómo eres tan buena en los combates? - pregunto Kyoka, yo la mire con obviedad.

- Practica, estudios de técnica, concentración... Hay muchos factores que yo tengo que estudiar, aprender y complementar para estar a cierto nivel. - explico, voy a la cocina, abro el refrigerador y tomo una frasco de Nutella que tenía guardado y una cuchara, me vuelvo a sentar mientras los demas seguían con la conversación. Sentía la mirada de Katsuki clavada en mí, lo cual hiso que un cosquilleo revoloteara por todo mi estomago.

Nos preparamos para ir a la escuela, lo cual era una forma peculiarmente divertida. En estos días ya me había fundido en el ambiente, me sentía cómoda, y curiosamente era algo agradable... Y aterrador.

Las clases transcurrieron con normalidad, y yo me había juntado con el "Bakusquad", como nos había llamado Kaminari. Katsuki se mantenía en silencio con su habitual ceño fruncido y con sus comentarios sarcásticos. Estuve en mi propio mundo, ansiando que ya fuera de mañana para poder estar con mis hermanas.

A la hora de salida, me tuve que quedar en el salón para terminar de escribir unos apuntes. Quería tener el resto de la tarde libre y poder descansar un poco, una vez salí, me sorprendió ver que no había casi nadie de la clase, solo... Él.

Estaba apoyado en la pared cerca de la salida, estaba distraído en su teléfono, no pude evitar notar lo increíble que le quedaba el uniforme.

Aunque se vería mejor sin nada encima, como Dios lo trajo al mundo no estaría nada mal.

- ¿Y tú que haces aquí? - le pregunte -, ¿No deberías haberte ido ya?

Su vista viajo de su teléfono a mí, un pequeño destello atravesó sus ojos, y luego, el mismo sonido fue transmitido por parte de él.

Creo que me esta empezando a gustar un poco más esto.

Y sin previo aviso, simplemente soltó un chasquido entre dientes, como era habitual en él, agarro mi bolso y tomo mi mano, dejando desconcertada.

Los latidos los tenía a mil, estaba segura de que mi cara parecía un tomate a punto de explotar, y me sudaban las manos a más no poder.

¿Qué mierda me has hecho, rubia?

Durante todo el camino él estuvo un paso delante de mí, impidiéndome ver su rostro. Podía escuchar los latidos desbocados en su pecho.

Al menos no era la única.

Y ciertamente, se me hacía un poco tierno.

- Okey, hola a ti también, amigo.

Me ignoro, y seguimos caminando. El nerviosismo de ambos se reflejaba a flor de piel en ambos, pero, por supuesto, iba a disfrutar molestarlo por la reacción y el cierto poder que tenía sobre él ahora.

El camino es silencioso, y una idea atravesó mi cerebro.

¿Cuál es la probabilidad de que muera en el intento? Ni idea.

¿Me importaba? Un pepino.

- Oye, Katsuki. - llame su atención, él se detuvo y me miro. Era evidente como trataba de ocultar su nerviosismo, Dios, iba a derretir mi corazón.

Éramos de casi la misma altura, él solo me ganaba por unos centímetros. Me puse de puntillas para alcanzar su mejilla y le plante un pequeño beso en esta. Se queda unos segundos estático, luego, un fuerte color carmín adorna sus mejillas. Una pequeña risa surge de parte mía. No digo nada, solo le guiño un ojo, y abandono la escena usando mi don de teletransportación.

Al llegar a mi habitación, me quito mi ropa y entro a la ducha. La imagen de él ronda por mi mente una y otra vez, una sonrisa estúpida predominaba en mis labios. Una vez que me puse mi pijama y baje a la sala común, donde se encontraba Sato - el niño dulce, para mí - cocinando.

Decidí subir a mi habitación nuevamente, cerré la puerta y me tire en la cama. Ni siquiera toque mi teléfono, solo miraba al techo, recordaba una y otra vez lo que había pasado entre Katsuki y yo.

Me preguntaba que debía hacer, lo amaba, demasiado como para admitirlo, pero estaba aterrada.

No estaba preparada para desnudar mi alma.

No estaba preparada para amar.

¿Y si salgo traicionada?

¿Y si solo esta jugando conmigo?

¿Y si no le gusta quien soy en verdad?, O peor, ¿Y si le da asco quien soy?

Para mí era demasiado arriesgado, porque no solo me estoy arriesgando a no ganar, me estoy arriesgando a derrumbar todo lo que he construido hasta ahora.

Aunque talvez...

Una parte de mí aún se quería arriesgar.











































































































































BASTA, NO PUEDO. (animo, todo es x la trama XD)

Bueno, te gusto el cap? preguntas?

NO SEAS LECTOR FANTASMA, X FAVOR.

bueno, sin mas q decir, Dani se retira.

«Un Amor Nacido Entre Rivales» Katsuki Bakugo x OC.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora