«Un Amor Nacido Entre Rivales» Katsuki Bakugo x OC. (Traición #1)

Capitulo 35.

Era fin de semana, por lo que algunos de los estudiantes regresarían a sus casas, incluyéndome.

- ¡Loren, apresúrate, no tengo todo el día! - le grite, ya se hacía tarde y Loren ya iba por su quinto cambio de vestimenta. Yo tenía una vena saltando de la molestia.

- ¡Cinco minutos más!

Traducción: me importa un rábano tu paciencia.

- ¡Loren, o sales o te saco, y créeme que te conviene la primera opción! - le advertí, y en menos de un segundo salió de la habitación.

- ¡Lista! -exclama. 

- ¿Por qué te tardas tanto?, Tampoco es que vallamos a una pasarela.

- Oh, Aguni, créeme que mis padres ya no son las lindas personas que conociste. - me responde.

De tal palo, tal astilla, por lo que veo.

- ¿Tienes la dirección de tu casa? - le pregunte, ella saco su teléfono y me enseño una dirección.

Una que no creí que volvería a visitar nunca más.

La tome de la mano y me teletransporte allí. Al ver el lugar, una corriente eléctrica recorre mi espina dorsal.

El jardín, las decoraciones, la mansión... Todo se veía intacto.

Sentí como se me revolvía el estomago ante la ola de recuerdos desagradables de aquel día.

- ¿Qué opinas? - pregunta.

Que si fuera por mí, quemaría este lugar ahora mismo si no hubiera gente que me importara allí dentro.

- Es bastante elegante. - respondí en su lugar tragándome mis pensamientos.

La gran reja frente a nosotras se abrió, dándonos paso a la gran mansión. Los recuerdos merodeaban mi mente, uno tras otro, despertando sentimientos que, para mí, eran fantasmas del pasado.

Allí en la puerta estaban ellas.

- ¡Aguni! - chillaron, no dudaron un segundo más y se lanzaron a abrazarme.

Rei - Yo también las extrañes, mis niñas. ¿Qué dicen? ¿Nos vamos de aquí? - ambas saltaron de alegría, me despedí de Loren y le agradecí por la ayuda. Tome a ambas en brazos y me teletransporte a casa.

- ¿Y ahora que haremos? - pregunto Arise.

- ¿Qué quieren hacer? - les pregunte, ambas se miraron con complicidad y supe que mi billetera iba a sufrir.

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El fin de semana se fue con rapidez, el cual disfrute bastante.

Y luego estaba la despedida.

Los rostros de tristeza en ellas era algo que me partía el corazón en un millón de pedazos, pero trate de hacerlas sentir mejor.

- Vamos, solo será otra semana y nos volveremos a ver, ni siquiera se darán cuenta y... Estaremos juntas de nuevo.

Eso las animó un poco, aunque aún era visible el pequeño rastro de tristeza. Mire a Loren, que me asintió levemente con su cabeza. Les di un fuerte abrazo y Loren las subió en el caro auto y finalmente, las vi alejarse en la carretera.

Un suspiro melancólico abandono mis labios, dándome cuenta que esta era mi vida ahora.

- ¿No te duele? - pregunta ella.