Capitulo 7.

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Una sonrisa leve se formó en mis labios al sentir como las gotas de lluvia caían en mi mano, luego metí mi mano en mi bolsillo.

- ¿Necesitas un paraguas? - me gire para ver aquel chico mitad albino al que Mina lo llamaba: "el chico más guapo de la U.A.", era lindo, pero yo no lo llamaría de esa forma.

- No, gracias. - dije, el ladeó la cabeza.

- Te mojaras. - dijo - ¿No te importa?

- En lo absoluto. - Respondí, de inmediato salí de aquel techo que nos protegían de aquella ventisca helada, caminaba bajo la lluvia que poco a poco me fue empapando de pies a cabeza.

Corría a casa, el camino era desolado por la lluvia, pasaba uno que otro auto, me pringaba sin prudencia alguna, pero no me molestaba.

Era refrescante, el agua fría en contacto con mi cuerpo me hiso estremecer, pero no era uno malo, era agradable, reconfortante.

Los truenos se hicieron presentes en poco tiempo, me hiso recordar a las niñas, a ellas les encanta jugar bajo la lluvia.

Me preguntó que harán ahora.

Alice.

- ¡Arise, devuélveme eso mocosa!

- ¡Oblígame!

- ¡Ja!, ¡Con mucho gusto!

Las dos jugábamos bajo la lluvia, ambas, jugando en la tierra húmeda, Alice jugaba con su don, que era controlar los elementos-

- Alice. - su voz hiso que mi atención se fijará en ella - ¿Por qué no usas tu singularidad?

Sonreí dulcemente ante su inocencia.

- No los controlo muy bien, ¡Pero estoy practicando para mejorar y ser una gran heroína como Aguni-senpai!

Mi hermana menor me dio una sonrisa comprensiva.

- ¡Así se habla!

- ¿Y ustedes dos que hacen? - reconocimos esa voz de inmediato, ambas abrazamos a nuestra hermana mayor, ella nos revolvió el cabello el cual estaba bastante húmedo a causa de la lluvia, se dirigió al porche y dejo su mochila allí para luego venir con nosotras.

- ¡¿Que están esperando?, ¿Un beso en el cachete?, A jugar!

Bakugo.

¿Qué mierda hacen?

Me pregunte mientras miraba hacia la ventana, mirando a nuestras "vecinas", el tiempo en el que Aguni estuvo inconsciente la pasé con esas niñas.

Si, son un par de mocosas muy listas.

Ellas se les veía tan felices, a pesar de no tener padres eran felices, y Aguni era su felicidad.

- Mocoso, ¿Qué tal si dejas de espiar a nuestros vecinos y me ayudas con la comida? - escuché decir a mi madre, chasqueé la lengua.

- En un momento, bruja. - Recibí un golpe en la cabeza por parte de mi madre.

- Más respeto, Katsuki.

La ignore, seguí mirando la ventana.

Me di cuenta de algo.

¿Por qué no explote como habitualmente lo hacía?

Esa pregunta rondo mi cabeza por un rato mientras mi vista estaba posada en la ventana que ya casi no dejaba ver casi nada de afuera por las gotas de lluvia.

No me levanté de aquella ventana hasta que sentí las piernas entumecidas por la falta de movilidad, me dirigí a mi madre en silencio, hasta que ella decidió romperlo.

- Me dan algo de lastima. - dijo. Sabia de quienes hablaba.

- Parecen arreglárselas bien solas, aunque...

Ella no merece lidiar con esa carga.

- ¿Aunque...?

- Nada. - respondí.

¿Por qué mierda estaba tan tranquilo con la bruja?

- ¡Oe, oe, oe, ya deja esa maldita tranquilidad!, ¡Me inquieta!

Aguni.

- ¡No es nada, lo juro!

- ¡¿Que no es nada?!, ¡Arise, no lo repetiré dos veces, ¿Quién te hiso esto?! - grite mientras apretaba con fuerza los brazos de Arise con fuerza al ver varios moretones que tenía en su cuerpo.

- ¡No fue nadie! - me grito ella alejando bruscamente su brazo de mí, hubo un momento de tensión y, entre el silencio decidí hablar.

- Arise. - me arrodille para quedar a su altura - ¿Quieres un consejo?, Nunca, Arise, nunca, permitas que alguien te ponga un dedo encima, ¿Me entendiste?, Y si alguien se cree el muy listo, tu pagas el doble.

Arise me quedo mirando con los ojos vidriosos antes de responder.

- Me dicen "niña rara", Aguni, ¿Soy rara? - Me quedé en silencio por un momento antes de continuar.

- ¿Cómo son ellos?

- ¿Quienes?

- Ellos.

Lo medito un momento.

- Bueno... Les gusta esa música rara, dicen que sus padres son mejores que mi tonta hermana, y creen que soy tonta.

- ¿Y eso es lo que eres?

Se quedo en silencio.

- ¿Tu crees que lo soy?

Esa pregunta me rompió el corazón.

- Arise, la vida nunca será fácil, por más que roguemos y deseemos que lo sea, no será así - le acaricie la mejilla con el dorso de mi mano, ella acaricio dulcemente con sus dedos está - . Solo los más fuertes sobreviven, dime, ¿Qué quieres ser tú?, ¿Fuerte o débil?

En silencio.

Me levanté de allí y salí de la habitación, suspire al salir de esta.

No quiero que sean como yo.

El problema: es que esa es la regla para sobrevivir a este cruel mundo, en el que no se le perdona a nadie.

Entre a mi cuarto, le puse seguro, y me quite la ropa quedándome solo en bragas de encaje color rojo.

Me tire en mi cama, me quedé en silencio en esta por un momento, el pitido sucesivo de los muchos sonidos me hacía doler la cabeza, tome los audífonos y me los puse.

Some days you're they only thing i know.

Only thing that's burning when they nights grow cold.

Solo... Necesito Descansar, de todo.

Y de todos.

Por favor... Llévame a un lugar de descanso.

La música era mi refugio, era lo que me protegía, era la que me escuchaba. Era mi terapia.

Pero por alguna razón... Lo recordé. Sus hermosos ojos color rubí llegaron a mi cabeza.

Mi corazón empezó a latir con fuerza, ¿Qué era lo que pasaba?

Simplemente... Su sonido era mi música.

¿Raro, no?

La vida es impredecible. No, no es seguro que valla a ser segura, pero en como El ying y el yang.

Todo lo bueno tiene algo malo, todo lo malo tiene algo bueno.

La cosa está, en dónde encontrarlo.

Ojalá... Solo se pasará el tiempo, y se quedará así.

Por siempre.


«Un Amor Nacido Entre Rivales» Katsuki Bakugo x OC. (Traición #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora