- ¿desde cuando te gusta el helado de chicle? - le pregunto. Él me mira como si no lo entendiera.
- ¡Es delicioso! - me responde, yo hago una mueca de asco.
- ¡Es una monstruosidad y un insulto al helado, y a todo lo rico y dulce en general!
- Para gustos, están los colores, Aguni. - Dios, amaba como se escuchaba mi nombre en su boca.
- Pues valla gustos de mierda. - le respondo, dándole una lamida a mi helado de chocolate. Él me mira, indignado. Supongo que no todo puede ser perfecto.
Lo traje al café de gatos cerca a la escuela, donde también vendían helado y cosas así. Katsuki tenia a un gato negro en su regazo. No sé que se ve más adorable, si él gato o Katsuki
Ya habíamos resolvió el asunto de los celos de mi rubia.
Mi rubia.
Suena mejor de lo que pensaba.
- No sabia que te gustaban los gatos. - dice, regresándome a la realidad.
- Me gustan los animales en general. - lo miro. Él se ve tan lindo y distraído jugando con el felino. Mierda, tenía ganas de besarlo y morir en sus labios.
¿Desde cuando era tan cursi?
Desde que cierto chico malhumorado se apodero de ti.
¿Sabes conciencia? Tienes mucha razón.
¿Eso te sorprende?
Oh, cállate.
- Me gustan mas los perros. - añado. En ese momento, un pequeño gatito blanco se monto en mis hombros, lamiéndome la cara, yo sonreí y lo tome con ambas manos sentándolo en mi regazo, tenia los ojos color dorado, y definitivamente era la cosa mas adorable que había visto, antes que Katsuki durmiendo, claro.
Los dos seguimos hablando y jugando con ambos gatos, era agradable pasar el tiempo con él, pero - para mi gran pesar - no faltaba mucho tiempo para que anocheciera, por lo que se lo informe. Después de un rato, salimos del café. La calle estaba alumbrada a pesar de ser noche, habían personas caminando, todas en sus propios mundos. Le tome la mano a Katsuki, no quería perderlo si se alejaba.
Mmh, claro. Y yo nunca me entrometo.
Cállate.
El camino transcurrió en silencio, me gustaba el tacto de Katsuki y el calor que transmitía. Su mano era áspera, supongo que ese es el resultado del uso de su quirk.
Había aprendido mas de lo que creía de Katsuki. No le gustaba el helado de chicle en realidad - gracias al cielo -, se había tardado en decidir cual sabor elegir, no quería impacientarme. Así que - muy estúpidamente - eligió ese.
Si supiera que esperaría hasta el fin del mundo con tal de estar con él.
Mierda, que cursi me volví.
Le gustaban los gatos, el polvo le daba alergia, le irritaban que sus zapatos no estuvieran bien amarrados, era bastante observador y odiaba a los niños groseros. Me di cuenta de lo ultimo porque se peleo con un niño de seis años que se burlo de él por dejar caer la primera bola de helado. Durante toda la cita estuvo nervioso, mientras yo estaba fresca como una lechuga disfrutando lo que yo provocaba en él.
- ¿Por que caminamos y no nos teletransportas a la residencia? - me pregunta.
Porque no quiero que el tiempo contigo acabe tan rápido.
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«Un Amor Nacido Entre Rivales» Katsuki Bakugo x OC. (Traición #1)
FanfictionElla es un cliché de libro. Alta, hermosa, lista y fuerte. Cualquiera que viera estas cuatro características diría que tenía una vida perfecta, ¡Qué vil mentira! Lo tenía todo para ser una villana, lo tenía todo para hacer que el mundo estuviera a s...