Capítulo V

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Lunes por la mañana, de los días de la semana más aburridos en StyleSphere. No solía haber mucho movimiento en la empresa los lunes, por lo que Harry podía simplemente sentarse y disfrutar de un café en su oficina, solo, sin nadie que le moleste, excepto por...

El idiota de Regal: Es de mala educación no responder, bombón.

Otro mensaje del estúpido modelo. El director pensó que dejarle en visto el primer mensaje solucionaría todo y así lograría que se olvidara de él, pero no fue así. ¿Por qué no simplemente le trataba como un ligue más de una noche? Resopló y volvió a ignorarle el mensaje. Se acomodó en su asiento, sosteniendo su taza con algo más de fuerza.
Casi derramó el contenido de ella, cuando escuchó el teléfono fijo de su mesa. Observó éste y le dio al botón.

La voz sensual de su secretaria se escuchó a través de él.

—Señor Styles, un joven quiere hablar con usted.

No me jodas, él no.

—¿Quién es? —dejó la taza sobre la mesa.

—Un tal Niall Horan —resopló—. Dice que es su mejor amigo y no se qué...

Charlotte no me des esos sustos.

La voz del nombrado se escuchó de fondo.

—Porque lo soy, lista, déjame pasar ya.

El rizado soltó el aire por la nariz a modo de risa silenciosa. Negó con una pequeña sonrisa y suspiró.

—Déjale pasar, Charlotte, si es mi mejor amigo.

Tras unos murmuros de queja por parte de la morena, Harry colgó y espero con la vista en la puerta. Poco después, el rubio entraba en la sala.

—Esa secretaria tuya no me gusta nada, me ha mirado fatal. —simuló que se apartaba polvo de sus hombros, provocando una risa ronca en el rizado.

—Se habrá pensado que eres una de mis conquistas. —Niall frunció el ceño—. Es algo celosa, pero bueno, ¿a qué venías?

—Pues me gustaría que me enseñaras la empresa. —Se sentó en la silla frente a él—. Desde que te metiste a trabajar aquí, apenas conozco la entrada.

—Niall ¿En serio has venido solo a eso? Estoy trabajando. —el nombrado negó.

—Tu madre me dijo ayer que los lunes era el mejor día para venir a verte. —el director rodó los ojos—. Venga, porfaaa, solo quiero ver el éxito de mi mejor amigo.

—Me agotas rubio. —Se puso de pie y caminó hasta la puerta, escuchando como su amigo iba tras él.

Ambos jóvenes fueron recorriendo el edificio entero, mientras Harry le explicaba cada zona: las oficinas donde se realizaban los contratos, documentos y demás papeleo; las enormes salas de reuniones y conferencias; la sala de descanso, habilitada con una pequeña cafetería y sofás para descansar y, la parte favorita del rubio: la zona de modelos. Contaba con una pasarela para realizar prácticas, vestidores repletos de las mejores telas de la marca StyleSphere, un par de estudios de fotografía, donde se realizaban las sesiones y camerinos. El joven no pudo evitar pararse a contemplar cada rincón de la empresa, admirando la calidad y eficacia de cada cosa. Se sentía sumamente orgulloso de su mejor amigo.

Siguieron caminando hasta que el biólogo se paró frente al pasillo principal, donde una gran foto de George Styles lucía la estancia. Su amigo se paró junto a él, observando lo mismo.

—Es increíble todo lo que creó tu padre.

—Lo es.

—Hizo un gran trabajo...y ahora tú lo estás haciendo igual.

Duelo de poder || l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora