El sonido del teléfono irrumpió en la oscura habitación.
Harry dio un salto sobre la cama, desorientado y sin saber siquiera la hora que era. Estaba claro que era de noche aún. Observó con pereza el reloj digital de su mesita y vio que eran casi las cuatro de la mañana. Frotó sus ojos y cogió su móvil extrañado, para ver quién le estaba llamando a esas horas de la madrugada. Resopló cuando vio de quién se trataba. Respondió y chasqueó su lengua, pasándola después sobre su blanca dentadura.
—¿Diga?
—Hola, querido.
—¿Se puede saber qué quieres? No sé si sabes la hora que es, Charlotte. —pellizcó el puente de su nariz—. Si piensas que tendré sexo telefónico contigo, estás muy equi-
—Dimito, señor Harry.
—¿Qué? —parpadeó varias veces, creyendo que estaba sordo y que aquello que había escuchado era producto del sueño que tenía.
—Lo que oyes, guapetón, di-mi-to.
—Debes estar bromeando, Charlotte.
El tarareo de la mujer fue suficiente para su jefe, que frunció el ceño ante tales palabras. La voz ebria de su secretaria era demasiado notoria, además del ruido de fondo, donde claramente se podía suponer que estaba en alguna discoteca. El joven carraspeó.
—Estás borracha, así que no puedo tener en cuenta tu dimisión.
—Pues deberías tenerla en cuenta.
—Charlotte, ¿a qué viene todo esto? ¿Por qué quieres dimitir? —cuestionó con un tono serio.
—Has jugado con mis sentimientos, por eso me voy.
—¿Jugado con tus qué? —rio irónico— Por Dios, Charlotte, ¿de qué estás hablando?
—Me seduciste para después dejarme abandonada como a un perro, todo para irte con el idiota de Louis —hipó entre balbuceos. El rizado rodó sus ojos y soltó un suspiro.
—Primero de todo, yo no te seduje; fue un simple tonteo por parte de ambos durante años, pero no fue solo cosa mía, y segundo, cuando empecé a salir con Louis, te dejé bien claro que ya no me interesaba seguir con nuestros coqueteos y todo eso. —se sentó mejor en la cama y acomodó un rizo suelto que caía por su frente—. Pero bueno, estuve saliendo con él durante meses, no sé por qué sacarlo ahora.
—¿Saliendo? —repitió la morena— ¿Ya no estáis juntos?
—No, ya no lo estamos. —tensó un poco su mandíbula.
Realmente como novios duramos muy poco...
—¡Eso es fantástico! No te ofendas, pero prefiero mil veces tu versión de soltero.
—Hmm...¿podemos dejar toda esta conversación para mañana? Me gustaría poder seguir durmiendo, Charlotte, y creo que es absurdo seguir ahora con esto —sugirió rodando los ojos.
—No creo que hablemos mucho, porque mi dimisión la dejaré presentada a primera hora de la mañana.
—Vamos, no tienes por qué dimitir por una simple tont-
—Voy a trabajar para RegalWear.
El sueño que consumía poco a poco a Harry desapareció al instante tras escuchar aquello de su secretaria. Encendió la pequeña lámpara de su habitación y peinó sus largos rizos hacia atrás. Trató de asimilarlo pero no pudo.
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Duelo de poder || l.s
Фанфик"Cuando el poder alcanza lo más alto de sus cabezas y sus ansias por lograr cada vez más, aumenta, la rivalidad entre ellos se hará notar a partir de ahí, solo es el comienzo..." O donde Harry es el director general de la empresa de moda de StyleSph...