Capítulo XXI

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Me encontraba en medio del torbellino, rodeado de destellos brillantes y ovaciones ensordecedoras. En ese instante, sentía que sostenía las riendas con firmeza, como siempre lo había hecho. Mi carrera, mi marca, mi universo... parecían danzar al compás de mis deseos, una coreografía que había ensayado meticulosamente, pero ahora ya no escucho esa melodía que nos unía, tan solo escucho silencio, un silencio aterrador...

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Una semana antes.

Hoy comenzaba el primer día del London Fashion week, donde se celebraría en Somerset House, un lugar emblemático, histórico y lleno de cultura.
El evento contaría con una ceremonia de apertura, donde la icónica diseñadora inglesa Agatha Evans presentaría su nueva colección de invierno. Era la más importante del país y, por suerte, con StyleSphere había colaborado unas cuantas veces. Admiraba a Harry y él la admiraba a ella.

El director se miraba en el espejo de la habitación, ajustándose la chaqueta del conjunto que llevaba puesto ese día. Todo él consistía en un estampado de colores marrones geometrizado en rombos. La camisa y los zapatos eran negros.

Unos brazos rodearon su cuerpo por la cintura, atrayéndolo hacia atrás, para tocar el cuerpo de la persona que estaba detrás de él. El ojiverde le vio por el reflejo y ladeó una sonrisa.

—Me voy un segundo a fumar y cuando vuelvo, ¿te encuentro así? Me encanta. —La voz de su novio acarició sus oídos.

—¿De verdad te gusta? —El ojiazul tarareó en respuesta.

—Y, además, tengo la ropa perfecta para ir combinados. —Se separó de él y se acercó hasta el armario. El rizado le miró a la espera.

Louis sacó un traje marrón claro sin corbata. El sutil trazado de rayas un tono más oscuras le daba un toque más elegante.
Al verlo, Harry alzó sus cejas amplio. Ojeó de arriba a abajo las prendas y se cruzó de brazos.

—Más te vale ponértelo ya, porque necesito verte con él puesto.

—A sus órdenes, jefe. —Le sonrió y cogió un par de prendas más, para después meterse al baño con ella. Su chico se sentó en la cama a esperar.

Minutos después, un joven de ojos azules en traje apareció fuera del baño. Portaba una camisa y zapatos negros como él. Lucía como un auténtico Dios. El ojiverde se levantó y se acercó a él.

—¿Qué te parece?

—Estás espectacular. —Le comió con la mirada mientras caminaba hacia el modelo. Le tomó de la cintura y besó sus labios, para después mirarse con él frente al espejo—. Quiero presentarte como mi pareja en la ceremonia de apertura.

—¿De verdad? —Sonrió y el más alto asintió.

—Creo que es el mejor momento para hacerlo.

—No quiero que tus empleados piensen que t-

—No me importa lo que piensen —Le interrumpió, apretando más su cintura—. Lo único que me importa es tenerte conmigo.

—¿Y los medios? Podrían decir que tú y yo salimos solo por trabajar juntos. —Le tomó del los brazos.

—¿Desde cuándo te importa lo que opinen ellos? Ambos sabemos nuestra verdad, no necesitamos la de nadie más.

—Lo sé, cariño, es solo que... —soltó un suspiro— Estoy nervioso. No salía con nadie desde hace muchos años y...me agobia un poco toda la situación respecto a la gente. Sé que van a hablar y decir tonterías.

—No dejaré que te hagan daño con eso, Lou. —Acurrucó su cabeza en su hombro, convirtiendo su contacto en abrazo—. Aquí estoy.

—Te quiero —Susurró y lo abrazó igual.

Duelo de poder || l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora