Duelo de poder || l.s

Capítulo XIV

—No puedo seguir así con Louis.

El rubio le miró extrañado a través de la pantalla. Su mejor amigo le había pedido videollamada para hablar de un asunto importante, y fue la primera frase que salió de su boca tras responderle.

—Harry, ¿de qué estás hablando?

—Joder, la he cagado —resopló y comenzó a mover su pierna. Estaba sentado en el sofá de la mansión del modelo. Él no estaba, había salido a comprar.

—Vida mía, o me explicas qué ha pasado o no sabré como ayudarte.

Harry soltó un suspiro y rascó su nuca.

—Me he besado con Louis.

—Ah bueno, ya me había asustado. —agitó su mano restándole importancia—. Eso ya lo habéis hecho más de una vez y...

—Fue un beso sin intención de sexo —Interrumpió hablando rápido. Los ojos celestes de Niall se abrieron de par en par.

—¡¿Un beso de amor?! Oh-dios-mío.

—No fue un beso de amor —resopló y siguió hablando—. También tuvimos sexo, pero todo era más delicado, supongo que no fue hacer el amor...o eso creo... —balbuceó inseguro.

—Estoy flipando. Tú estás pilladísimo.

—Que no, joder, que seguro que todo es porque me siento más relajado y sin estrés del trabajo —soltó con el ceño fruncido. Su amigo resopló y rodó los ojos, evitando no reír ante aquello.

—Te excusas como un asesino que intenta negar un crimen cometido por él. —comenzó a negar con una sonrisa—. Si os habéis besado sin buscar sexo y luego lo habéis hecho delicado, es porque mínimo algo sentís los dos.

—¿Tú crees? —preguntó con su mirada fija en la pantalla. El chico asintió.

—Tío, tú me dirás. ¿Qué sientes por Louis?

—Es que no lo sé —suspiró llevando sus rizos hacia atrás con desesperación—. Solo sé que besarle me genera paz...podría estar besándole todo el día.

—Y dices que no sabes lo que sientes por él... joder, yo también quiero ese tipo de dudas.

—¿Me vas a ayudar o a criticarme? —replicó con su ceño aún fruncido.

—Que siii, que te voy a ayudar. —el rizado asintió y le miró esperando uno de sus consejos—. Te diría que hables con él de esto. Tenéis que aclarar lo que sentís, y ver cómo evoluciona lo que sea que tengáis.

—Es que yo no quiero nada con él, Ni —confesó con algo de preocupación—. Yo solo quería un poco de sexo, coño.

—Uno no elige de quién se enamora...

—Que no estoy enamorado de él. —alzó sus brazos indignado. Su teléfono estaba apoyado en la mesa—. Tal vez...solo me haya empezado a gustar un poco, o no sé.

—¿Por qué te cierras a empezar algo con él? Quién sabe, lo mismo Louis es el amor de tu vida. —aquello provocó la risa del ojiverde.

—Por Dios, Louis es muy orgulloso y creído, y yo soy igual o peor. Jamás funcionaría. Nuestras personalidades chocan más de lo que deberían. Acabaríamos matándonos.

—Deja de anticiparte a los hechos y deja que ocurran las cosas, Harry —reprochó el de ojos celestes, algo frustrado—. Si ese chico merece la pena, debes al menos comprobarlo.

—No sé, yo creo que te haré caso a lo de hablar con él sobre lo que ha pasado. Por lo demás, no prometo nada. —su mejor amigo suspiró.

—Está bien. Te dejo, que voy a llevar a Amelia a comer fuera. Me escribes si pasa cualquier cosa, ¿vale?