Duelo de poder || l.s

Capítulo XXXV

Louis' POV:

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El accidente provocado de mi suegra, no fue más que una doble trampa; no solo fue un castigo por mi intento de salir de las garras de David, si no que también fue una manera de mantener a Harry ocupado, mientras que él y su equipo se metía poco a poco en su empresa. Zayn colaboraba con mucho gusto en contra de mi chico, y no tenía ningún tipo de arrepentimiento. Nuestra amistad empezó a torcerse poco a poco a partir de ahí.

Mientras que Harry estaba distante en su trabajo, metieron en una de sus sucursales al estúpido de Stephen Madison, otro que se cegó con el dinero, al igual que mi mejor amigo, siendo capaz de arruinar poco a poco la empresa de alguien al que admiraba en un principio. Se encargó de malversar fondos con la ayuda de uno de los empleados de aquella sucursal. Qué asco sentía, sobretodo impotencia por no poder hacer nada al respecto. Me sentía un puto inútil, una simple marioneta, incapaz de cortar los hilos que me unían a la persona que me controlaba.

Dos días antes de que comenzara la London Fashion Week, David nos reunió en su casa.

—Bien, todo está marchando como planeé —sonrió victorioso mientras sujetaba un puro entre dos de sus desgastados dedos—, solo faltaría la parte final.

—De eso me encargo yo, jefe, tal y como lo hablamos —agregó Zayn seguido de una calada a su cigarro.

—Perfecto, vas a tener una buena compensación por todo esto, señor Malik —sonrió amplio.

—Es un honor trabajar para usted. —le devolvió la sonrisa.

El ojiazul se mantenía en silencio, habiendo rechazado el alcohol y el tabaco que el veterano le ofreció. Todo lo que estaban hablando le provocaba náuseas. ¿Cómo podían hablar de ello como si fuera algo normal y legal? Estaban destruyendo la empresa del hombre que amaba, y eso le partía el corazón. La presión en su pecho le impedía escuchar más de lo que hablaban los otros dos. Se perdió en su pesar.

El dueño de RegalWear se percató de la pasividad del modelo, por lo que carraspeo fuertemente, llamando la atención del joven al instante.

—Iré con vosotros a Londres, muchacho.

Louis parpadeó un par de veces, algo confundido. Rascó el pequeño rastro de su barba.

—¿Usted? ¿Para qué? No está invitada su empresa este año —agregó extrañado.

—Iré como colaborador con StyleSphere, ya que yo sigo llevándome parte de lo que generas; merezco estar allí.

—Entiendo, señor, pero dudo mucho que Harry te de-

—De eso te encargarás tú —soltó seguido de una risa burlona— ¿No pretenderás que haga yo todo? En algo tendrás que participar a mi favor, Tomlinson.

El nombrado hizo una mueca y desvió su mirada hacia el suelo, asintiendo a la petición del mayor.

Órdenes son órdenes...

Y así fue. Viajamos a Londres para el evento, y yo tenía aún esa estúpida presión en el pecho, por el hecho de tener que darle la noticia a mi chico de la incorporación de David durante toda la semana.

Cuando pude olvidarme un poco del tema, estaba discutiendo de broma con Harry, sintiéndome feliz por unos instantes, cuando recibí una llamada del culpable de toda la mierda que tenía sobre mis hombros. Miré el teléfono y después a mi chico.

—Un segundito cariño.

El ojiazul salió al balcón y respondió la llamada con desgana.

—¿Si?