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Su cabello rubio y sus ojos verdes eran lo más precioso para el, aparte de su personalidad cálida y amable, ella era la mujer perfecta ante sus ojos.
—¡Evangeline! - gritó Bokuto llamando a su amiga.
Akashi por instinto alzó la mirada, encontrándose a la chica que ocupaba sus pensamientos la mayor parte del tiempo.
—¿Bokuto-sempai? ¿Me necesita? - preguntó ella al entrar al gimnasio del equipo.
—¡Si! ¡Necesitamos que sea nuestra manager! ¡Urgentemente! - exclamó el chico.
—¿Qué? Bokuto-sempai, usted sabe que hay muchas chicas interesadas en el puesto de manager ¿Porqué quiere que lo haga yo? - cuestionó ella acomodando su cabello.
—¡Porqué esas chicas solo entran para vernos jugar! No nos ayudan a avanzar como equipo. - hizo un puchero.
—¿Podemos hablar fuera, Bokuto-sempai?
Así fue como la femenina y el capitán salieron fuera del gimnasio, para unos minutos después entrar, Bokuto con una gran sonrisa y la chica con un gran sonrojo en su cara.
—¡Evangeline será nuestra manager! - dijo Bokuto con orgullo.
Se acercaron todos los chicos a saludarte, incluyendo a Akashi.
—Buenas tardes, Akashi-san. - sonrió amablemente la chica.
—B-buenas tardes...
¿Que le pasaba? La chica que le gusta acababa de saludarle y el tartamudeaba, se hizo un face palm mental y siguieron con el entrenamiento.
Ese entrenamiento se llevó a cabo con tranquilidad.
Y con el pasar de los meses el equipo te fue incluyendo cada vez más, y aún que era algo difícil de lograr, te sentías en confianza y segura con ellos.
Ahora se acercaba el baile de mitad de año, baile que muchos aprovechaban para invitar a la persona que aman o que les gusta a este mismo, y Akashi pensaba hacer lo mismo este año.
5 días antes del baile.
—Evangeline., por favor asista al baile conmigo. -el chico de tercero te dio una caja de chocolates y unas flores.
