Fame

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En la mayoría de los casos la fama implicaba no ser capaz de mantener tu vida personal en privado, muchos artistas y famosos lo intentaban, pero terminaban fallando sin importar cuanto esfuerzo pusieran en ello, la mayoría de las veces el público y la prensa terminaban enterándose de la vida que mantenían en lo que se suponía debía ser su privacidad.

Afortunadamente este no era el caso de Frank. El reconocido músico tuvo la suerte de poder mantener su vida privada lejos de los reflectores y las miradas del público. Así fue como terminó casado con Gerard quien no tenía ningún problema en que solo las personas más cercanas a ellos y en las cuales confiaban ciegamente fueran
las únicas en enterarse de su relación y matrimonio.

Gerard vivía feliz sin ser el centro de atención de todo el mundo, no quería ser agobiado y perturbado por personas ajenas si llegaba a saberse sobre su matrimonio. Sus mayores preocupaciones eran su arte, su hogar y su matrimonio, no tenía que vivir rodeado de personas a las que ni siquiera les importaba un poco y que solo intentarían acercarse a él para más tarde poder mantener línea directa con Frank.

Aunque se mantenían en privado eso no era ningún límite para hacer actividades en pareja; si querían tener una cita afuera simplemente iban y la tenían, si querían salir a cenar lo hacían, así como si querían dar paseos por parques, nada les impedía tener esa clase de actividades juntos pues además eran de gran valor para ambos.

Debido al tiempo que Frank pasaba de gira, Gerard usualmente iba con él, acompañándolo a cada concierto al que podía y le gustaba, aunque disfrutaba más de ir al estudio del mayor y pasar el tiempo con él mientras grababa, viéndolo concentrado en los versos que se regaban en sus borradores o en los acordes que tocaba.

—Estoy embarazado—. No sabía cómo tomárselo, al menos no por completo.
Una parte de él encontró una enorme felicidad al escuchar aquellas palabras
provenir de su esposo, pero la otra tenía miedo.

—Oh…—. Fue la única cosa que pudo mencionar en un inicio. Le tomó algunos segundos más poder formular su próxima frase. —Primero que nada… ¿Ya sabes qué es lo que quieres hacer? Me refiero a si te gustaría tenerlo o no te sientes listo—. Quería estar seguro de cuál era la posición de Gerard ante ese embarazo, después de todo un embarazo no era cualquier cosa y menos para la persona que pasaría por todo ese proceso.

—Sé que nunca esto no fue planeado, pero creo que quizás tenerlo no me molestaría—. Gerard ya había pensado en el tema por su cuenta antes de darle la noticia pues primero necesitaba estar listo el mismo. —¿Qué hay de ti?—.

—¿Yo?—. ¿Cómo se suponía que le dijera que estaba igual de emocionado de lo que estaba de asustado? No quería que tuvieran malentendidos sobre algo como eso. —Bueno, podemos hacer que nuestra familia sea un poco más grande—. Sonrió, haciendo a Gerard sentirse más seguro con su decisión.

No tenía idea de que tanto cambiarían las cosas con ese nuevo embarazo, pero estaba seguro de que haría todo lo que estuviera en sus manos para mantener a su familia tranquila como lo había estado haciendo durante los años que llevaba con Gerard. Incluso estaba dispuesto a abandonar los escenarios todo el tiempo que fuera necesario para poder estar junto a su esposo durante el embarazo y después del parto, no importaba realmente.

Haría cualquier cosa por ellos dos, mantendría a Gerard cómodo y lejos del público como había estado haciendo y ahora era aún más importante hacerlo, ya no se trataba solo de ellos, ahora también era sobre su bebe.

Toy cansada así que probablemente empiece a escribir cosas más cortitas.

𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭'𝐬 𝐌-𝐏𝐫𝐞𝐠 | 𝐅𝐫𝐞𝐫𝐚𝐫𝐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora