—¿Vas a decirme qué es lo que pasa?—.
La mirada verdosa de Gerard estaba perdida, casi vacía, clavada en la pared detrás de su esposo.
Frank suspiró, agachandose a la altura del rubio que se encontraba sentando frente a él. —Gee... Por favor habla conmigo, necesito saber que está pasando para poder ayudarte, no hagas esto—. Suplicó, tocando su mejilla delicadamente. —Te lo ruego—. Decir que estaba preocupado era poca cosa.
El vientre de Gerard delataba su embarazo. Habían pasado los primeros seis meses y Frank se encontraba bastante emocionado por aquello; estaba a solo un trimestre de pode tener a su bebé en brazos. Él y Gerard siempre habían querido tener hijos, solían tener largas pláticas sobre el tema, planeando como sería el embarazo, como lo educarían y los momentos de amor que podían tener con él... O ella, no lo sabían aún pues habían decidido que fuera una sorpresa y enterarse hasta el día del nacimiento.
Los primeros meses de embarazo habían sido normales, podía ver a su esposo igual de emocionado que él pero poco a poco las cosas comenzaban a retorcerse aunque de inicio intentó ignorarlo, pensando que se trataba solo de una idea suya y que estaba imaginando cosas pero ya no podía seguir siendo indiferente.
Gerard parecía mucho menos emocionado por su embarazo. Parecía que ahora ni siquiera quería hablar del tema mientras Frank mimaba al bebé, hablándole por horas o acariciando el vientre de su esposo.
—No lo... No lo sé—. Finalmente llevó su mirada a los ojos del tatuado pero estaba mintiendo y Frank lo sabía.
—Amor, sabes que sea lo que sea no voy a juzgarte... Sólo necesito saber la verdad, ¿Tener al bebé te está pareciendo molesto? ¿Sientes que no estás listo o sólo...?—. *No lo quieres*. Evitó pronunciar esas palabras por que sabía que no sería capaz de contener las lágrimas.
Pensaba en aquello, en la posibilidad de que Gerard se hubiese arrepentido de la idea de hacer su familia un poco más grande, temía que no sintiera más amor por el bebé en su vientre.
—Tengo miedo—. Aceptó finalmente, cerrando sus ojos cuándo comenzó a llorar. —¿Y si no soy lo que necesita? ¿Si soy un mal padre? No quiero dañarlo... Tengo mucho miedo de hacer las cosas mal—.
—Oh cariño—. Abrazó con fuerza al de cabello más largo aunque teniendo bastante delicadeza con su vientre.
Lo dejó llorar cuánto Gerard necesitara, permitiendole desahogarse mientras acariciaba su espalda.
—L–Lo siento—. Las palabras parecían atascarse en su garganta, siendo difíciles de pronunciar.
—No te disculpes por nada—. Respondió mientras se separaba un poco para así poder besar su frente. —Sé que estás preocupado por el bebé... Entiendo lo asustado que estás pero quiero que sepas que estoy aquí para ti y para el bebé, siempre que necesites a alguien yo estoy aquí—. Tomó asiento a su lado, sosteniendo sus manos entre las propias.
—Frank... De verdad estoy asustado, sé que si hago algo mal, cualquier cosa, puedo terminar haciéndole daño por que es tan pequeño justo ahora y cuándo nazca seguirá siéndolo, necesitará muchos cuidados y no sé si seré capaz de darle todo lo que necesita—.
—Yo te conozco Gee, sé que serás perfecto para cuidar de nuestro hijo... He visto lo mucho que lo amas y te he escuchado cuándo cantas para él, eso es adorable y estoy seguro de que serás perfectamente competente es más, ya lo eres, no puedo ni imaginar lo que es saber que hay una pequeña personita en tu vientre y has estado haciendo todo por mantenerlo a salvo—. Tomó su mentón delicadamente, haciéndolo alzar su mirada. —Juntos vamos a hacerlo—.
Las lágrimas seguían en los ojos ajenos pero aún así recibió una sonrisa como respuesta. —A veces siento que sin ti me volvería loco—. Suspiró y apoyó su mejilla en el hombro del tatuado, cerrando sus ojos al sentirse más tranquilo.
—¿Bromeas? Soy yo quién perdería la cabeza si no te tuviera aquí—. Depositó un beso en su frente mientras acariciaba sus manos. —Ambos lo sabemos, probablemente ya hubiera arruinado mí vida si no te hubiera conocido—.
La risa que salió de los labios de Gerard fue contagiosa así que soltó una pequeña risa también.
—Todo estará bien, amor... No tienes nada de que tener miedo, las cosas serán perfectas y nuestra niña o niño estará muy feliz de que tú seas su papá, será muy afortunado de tenerte, al igual que yo—.
—Gracias—. Gerard permaneció sonriendo.
Aún tenía miedo pero sabía que al menos no estaba sólo en eso. Su esposo permanecería a su lado sin importar que tan difícil se volvieran las cosas y eso le hacía sentir a salvo.
Amaba a su bebé tanto como Frank y no podía contener la emoción que sentía al pensar que pronto estaría con ellos.
Decidió que sería más fuerte que esos miedos, sabiendo que podía apoyarse y encontrar consuelo en el tatuado cuándo lo necesitara, las veces que fuera necesario para poder volver a sentirse protegido de nuevo.
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𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭'𝐬 𝐌-𝐏𝐫𝐞𝐠 | 𝐅𝐫𝐞𝐫𝐚𝐫𝐝
FanfictionColección de One Shot's Frerard con temática M-Preg. Aportación a la dinámica de Ilitia Forever: Agosto de M-Preg 11 de agosto de 2023: 1° en #frankieroandgerardway 23 de agosto de 2023: 4° en #mcr