Atiquifobia v1

7 2 0
                                    

Los intentos que fracasan forman parte del proceso para alcanzar nuestros grandes anhelos, son una de las enseñanzas más valiosas de la vida y los secretos del éxito. Los fracasos nos enseñan que somos seres con virtudes y defectos en proceso de aprendizaje, de mejora. Por lo tanto, únicamente aprendiendo y creciendo somos exitosos. Para tal fin, es prioritario aprender a manejar las emociones de humillación y vergüenza cuando nos equivocamos porque la inmensa mayoría de nuestro universo social está orientado a reconocer los resultados finales y despreciar el proceso, la esencia de cómo se alcanzan esos resultados y logros que, además, estos últimos, son relativos. Lo importante es el proceso mediante el cual adquirimos las habilidades para alcanzar las metas, el proceso que nos transforma y nos permitirá ser capaces de dominar con éxito en las áreas de la vida, las cuales pueden ser:

Profesional: oficio, arte, campo de estudio, conocimiento y destrezas...

Espiritual: amor, paciencia, humildad, bondad, paz, fe, gozo, templanza, mansedumbre y benignidad...

Social: familia, amistades, socios y relaciones interpersonales...

Material: gestión de recursos, conocimientos, habilidades, finanzas, capital y bienes...

Física: buen estado de salud general.

​El hermoso proceso de preparación está lleno de muchos azules ensayos fallidos, verdes errores, rojos fracasos, blancas equivocaciones y frescos inciertos... son en ellos donde vivimos experiencias que nos sirven de lecciones y vamos mejorando; cambiando nuestros pensamientos y acciones para evitar cometer las mismas equivocaciones hasta que, finalmente, crecemos. En conclusión, experimentar fracasos es bueno, beneficioso para crecer y alcanzar el éxito -como dicen: "el único hombre que no se equivoca es el que nunca hace nada" J. W. von Göethe.

​Cuando algún fracaso nos sucede es normal experimentar una terrible sensación de humillación, de vergüenza, de dolor, de tristeza, de querer abandonar todo, e incluso, en algunos casos extremos, de no desear vivir ni un segundo más... Algunas veces nos encontramos absortos en anhelos por alcanzar creyendo (subconscientemente) que si los logramos, entonces, respiraremos un presente diferente del ahora donde no habrían más incomodidades, dolores, tristezas, vergüenzas, humillaciones, necesidades, pensamientos suicidas... en otras palabras, no habría más voluntad de querer... En esa linea de argumentación lógica nuestra felicidad y auto-realización quedarían dependiendo de algo externo, pero el tiempo vital que sacia nuestra voluntad de querer es: "un estado emocional positivo e individual en cada ser humano, el cual depende de una acción del sujeto para mejorar (...)", como hemos analizado anteriormente. La realidad fue que el primer hombre y la primera mujer tenían posesión de todo cuanto había en la tierra, gobernaban hasta sobre las aves de los cielos y los peces del mar, sin embargo, pensaron que la fruta prohibida los haría sentir felices y plenos... También existen famosos multimillonarios suicidas (Robin Williams US$50 millones, Chris Cornell US$60 millones, Chester Bennington US$30 millones, Kurt Cobain US$50 millones y más... Tener suficiente no depende de los resultados finales ni de cuánto hemos acumulado; sí de ¿Cuánto nosotros estamos decidiendo disfrutar ahora de esa dimensión eterna que sintoniza con todos?

Mis estimados, el tiempo vital no está en el pasado o en el futuro se encuentra en el presente, aquí y ahora, como hemos visto, es un estado emocional que depende solo de nuestra decisión -aprovechando los riesgos, yo decido mi felicidad aquí y ahora. Somos dueños de nuestras emociones, son nuestra responsabilidad, está en nosotros el cómo las procesamos y manejamos, en nada ni nadie más... La felicidad o sensación de realización solo puede existir en el presente, no en el mañana ni el ayer, respira e inspira ahora.

AMOR & RIQUEZASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora