Underground

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 Habían pasado las dos horas, Wilhelm aún no había conseguido el dinero, se puso muy nervioso, casi no podía respirar correctamente, se estaba comiendo las uñas de los dedos en sus manos y sin darse cuenta se había arrancado una, comenzó a soltar sangre, debido al desasosiego la herida en su dedo no cerraba y la sangre corría, rápidamente, al tratar de secarse se manchó su camisa y el pantalón, eso hizo que se sintiera aún más conmocionado, revisó sus estados en las redes sociales, leyó uno de un amigo que saldría en la madrugada para la ciudad, habló con él y acordó que lo pasaría buscando de madrugada para acompañarlo en el viaje. Eso hizo: regresó a la ciudad y olvidó a esos policías corruptos, igualmente, a los tres meses los cambiaron y rotaron a otro pueblo, de manera que nunca más volvió a verlos o saber de ellos...

En la ciudad, como estaba de vacaciones, decidió aprovechar ese tiempo para trabajar y hacer algún curso de idiomas. Transcurrieron rápidamente las semanas y comenzaron sus clases, su amigo Clint se había inscrito en la milicia, los primeros meses, aunque estaban más cerca porque la base militar se encontraba a media hora de la casa de Wilhelm, no pudieron compartir mucho, pues debía pasar seis meses interno sin contacto con familiares ni amigos, luego de haber cumplido ese tiempo si tuvieron días en los cuales pudieron caminar por la ciudad, ir a conciertos de Rock, visitar los museos, centros culturales, asistir a eventos artísticos, lecturas de poesía y más... en aquellos días de juventud y libertinaje, nuestro joven caballero un día se encontró con los libros de H. D. Thoreau, W. Whitman, R. W. Emerson, Kant, Heidegger y se apartó varios días en su cabaña de lecturas construida con madera de roble, allá tenía un pequeño escritorio cerca de una ventana -para tener claridad del sol-, pues amaba leer y percibir en las páginas las sombras y brillos propios oscilando a través del día con luminosidad natural. Junto al mesón, había una silla que tenía cojines rojo de goma-espuma, una lampara de noche y otra biblioteca con libros de colección. En aquel lugar alejado, nadie podía interrumpir sus pláticas leyendo Hojas de Hierba, Walden: La Vida en los Bosques, Crítica de la Razón práctica, Tiempo y Ser, Naturaleza y más... se le pasaban las horas sin darse cuenta hasta que entraba la noche. Inspirado en esos grandes ensayistas, poetas y filósofos, los cuales abstraídos en sus ideas y abandonados en el escrutinio de los bosques desarrollaron las apoteósicas obras poéticas y sistemas filosóficos que luego impactarían al mundo, mostrando su ingeniosa riqueza creativa surgida ahí, en medio de la simpleza y perfección de los indescifrables árboles, rocas trocando con la corriente, ríos silvando, ardillas viajando, peces danzando, aves superando lo asombroso, en una vida de campo, solos con la terredad, alejados por kilómetros del vecino más próximo. Algunos de ellos construyeron las cabañas en donde habitaron con sus propias manos y se abastecieron la subsistencia con la única provisión de las plantas y los animales de granja, lejos de toda vida cívica.

Wilhelm anonadado por los grandes libros que leyó de ellos y sus historias donde hallaban la felicidad en la soledad de alguna montaña lejana como ermitaños, decidió emprender en la ciudad una especie de vida alejada de todas sus comodidades, lejos de su casa y familia, comenzando desde cero, poniéndose a prueba para resolver sus necesidades sin ningún conocido, ganándose él mismo el sustento de su vida, sin tener $1 en los bolsillos, armó una maleta con ropa, los utensilios básicos, un termo con agua y se fue a la calle... la primera necesidad que le aconteció fue buscar un lugar caluroso, techado y seguro dónde poder dormir, la noche estaba comenzando a caer y con ella el glacial frío nocturno, además el cielo estaba gris, las nubes abundantes en el cielo auspiciaban tormenta; las aceras o bancos públicos en los parques no eran opción porque se mojaría con la lluvia, también, aparte de eso, cualquiera que lo encontrará descansando podría robarle su bolso y pertenencias, en la calle había muchos indigentes, convictos, delincuentes, personas del bajo mundo buscando hacer maldades, en su mente pasaron muchas ideas mientras pasaban las horas y el sol descendía, caminó por diferentes sitios revisando dónde encontrar un techo seguro, casi todos los posibles lugares estaban ocupados por indigentes y los que estaban disponibles había vigilancia privada que prohibía su acceso. Después de agotar todas las opciones, se le ocurrió una idea, recordó que su universidad era una institución pública, que tenía entrada libre las 24 horas debido al hospital clínico que ella tenía, por otra parte, la seguridad que cuidaba la universidad era muy reducida, por ser un centro educativo los mismos vigilantes no tenían armamento, si lograba evadirlos y esconderse de ellos podría saltar a alguna de las escuelas, entrar por las ventanas que estaban afuera y usar algún salón de clases como cuarto, entró a la u. todo estaba oscuro, podían verse a lo lejos 4-5 vigilantes ubicados en diferentes puntos, aprovechó que se encontraban lejos para acceder por los pasillos dentro de la facultad de ingeniería y observó antes de lograr saltar otro personal de seguridad, su plan se había arruinado, siguió desplazándose hacia otras facultades, sin embargo, la mayoría poseía vigilancia interna. Con su plan frustrado también la lluvia empezó a caer inundando rápidamente las calles, observando a su alrededor se percató que había un pequeño cuadro techado y completamente escondido antes de entrar a la facultad de química, no estaba cerrado y quedaba expuesto, sin embargo, gracias a la lluvia se creó una especie de pared con el agua que limitaba el poder ver dentro, además estando cerca a las puertas de los laboratorios, tampoco era un lugar fácil de mirarse a lo lejos porque se encontraba prácticamente en la zona interna del área de dicha facultad, en vista de que química no tenía ventanas y su estructura totalmente hermética obstaculizaba cualquier intento de entrada por otra vía que no fuera la puerta principal que estaba cerrada con candado, carecía de sentido que tuviera vigilantes, todo se encontraba vacío y no había ninguna otra persona merodeando, de vez en cuando se asomaba algún vigilante muy apartadamente para visualizar la zona, pero aunque Wilhelm sí podía verlo allá remotamente a través de la pared de agua creada por la lluvia difícilmente aquel hombre hubiera podido imaginar que había alguna persona en aquel oscuro pequeño hueco techado a más de una milla de distancia, el vigilante pasó en tres ocasiones lejanamente de forma intermitente, echo un vistazo rápido hacia los lados observando el vacío entre los apagados pasillos, ennegrecidas escuelas, el triste lloro del cielo limpiaba lentamente las paredes sombrías, regando los nublados jardines, luego de las 12:30 a.m. no recorrió más las camineras de la universidad, se quedó viendo televisión hasta dormirse en su cubículo. Nuestro noble caballero en alerta tardó un tanto más en quedarse dormido, viendo caer ante él la lluvia, escuchando el sonido de los truenos y las gotas de agua salpicando sobre los charcos, en ese ambiente pasaban los minutos. Al darse cuenta de que el vigilante no había vuelto a examinar sus ojos lentamente fueron cerrándose, recostado su cuerpo sobre su bolso, quedó finalmente rendido en sueños. Despertando temprano por la mañana recién comenzaba el amanecer, se sentía lleno de energía, su cuerpo se había recuperado completamente, él no comprendía como durmiendo encima del piso y con aquel gélido frío por la lluvia pudo descansar como un bebé, no sentía ningún dolor extraño en el cuerpo como solía experimentarlos cuando en su cama casera se dormía con los brazos doblados de manera incorrecta o el cuello en alguna mala posición, en este caso todos sus músculos estaban reposados sin inconvenientes ¿Será eso un verdadero descanso reparador? Enseguida comprendió el inmenso significado contenido en las palabras "Las cosas que nos ganamos con nuestro propio esfuerzo se valoran y disfrutan más" ese oscuro agujero, con sus virtudes y defectos donde durmió, había sido el techo que en ese momento circunstancial él mismo se ganó sin la ayuda de nadie para satisfacer su necesidad de descanso. Después de levantarse se dirigió a un parque a contemplar el amanecer haciendo tiempo y abrieran la biblioteca de la universidad dónde había un filtro con agua potable para llenar su termo, aprovechó ese tiempo para orar, dar gracias a Dios por ese día y ponerse en sus manos solicitando la ayuda para salir de esa situación y conseguir levantarse con su esfuerzo, estuvo sentado hasta que se hicieron las 8:30 a.m., la hora en la cual abrían las puertas de la biblioteca, se abasteció en ella de agua potable, fue al baño, lavó su rostro e hizo sus necesidades básicas. Luego en ayunas teniendo hambre recorrió las calles en busca de trabajo con el mayor optimismo y deseo de salir adelante mediante su propio esfuerzo, él tenía fe en Dios sabía con certeza que si estaba vivo era gracias a un propósito, mientras hiciera su mejor esfuerzo su Padre Celestial supliría todas sus necesidades para que pudiera cumplir la razón de su existencia y realizar los anhelos de su corazón, construyendo su vida independiente por sí mismo, ya no había más nadie sólo él y Dios, era la oportunidad perfecta que El Todopoderoso requería para mostrar al mundo a través de Wilhelm la manifestación de su gloria obrando milagrosamente al llevarlo al éxito y sacarlo de la calle, pondría las oportunidades que ameritaba para salir de esa circunstancia temporal y realizar sus sueños. Fue en esos días que tuvo su segunda más importante revelación "Hay personas pasando necesidades extremas, haciendo grandes esfuerzos por salir adelante, dependiendo sólo de Dios y a la gran mayoría de todos nosotros ni quiera nos importan, incluso, también los vemos con desprecio además de indiferencia" Un día vestimos ropa elegante, andamos bien perfumados, con un reloj llamativo, zapatos costosos y manejando un vehículo deportivo; entonces todos quieren ser nuestros falsos amigos, escucharnos, mimarnos, adularnos... hasta que llega el momento que todo se va, sólo quedamos nosotros y Dios, sin tener ni siquiera un techo, es ahí cuando nos desdeñan y rechazan la gran mayoría de personas, solamente un muy pequeño número de compañeros son quienes todavía siguen creyendo en nuestro éxito y apoyan. Habiendo transcurrido varios días pasando hambre sin poder saciar, temblando por el ártico frío de las noches, durmiendo en los salones de la universidad encima de cartones y solicitando trabajo en diferentes negocios; consiguió finalmente, empleo en un cafetín, ahí trabajó hasta que pudo emprender un negocio independiente y alcanzar estabilidad.

AMOR & RIQUEZASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora