La Biblioteca

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 Era 13 de Agosto del año 2123, en medio de calles llenas bajo charcos, un cielo gris repleto por fuertes truenos y la lluvia cayendo encima los techos de zinc sobre las casas en aquel lejano pueblo, mientras cada gota que descendía resonaba como si estuviesen marchando una tras otra, justo ahí, bajo un pequeño techo, se encontraban Wilhelm, Clint y Alice. Viendo caer el aguacero esperando escampara aguardaron aproximadamente entre 15 - 20 minutos, pero la tormenta no parecía querer detenerse, por el contrario, chaparreaba más fuerte a medida que iban avanzando los minutos. Alice ve la hora, eran más de las 10 p.m., anima a Wilhelm y a Clint para irse así lloviendo.

Ellos gentilmente la acompañan hasta su morada y se despiden. Luego, como la quinta de Wilhelm estaba más cerca, ambos deciden hacer una carrera en la tempestad y ver quién alcanza llegar primero. Pasados unos cuantos minutos de correr, saltar sobre charcos, vociferar en las calles mientras competían aquella noche oscura, del agua golpear sus rostros, de sentir tan inmenso gozo, compartiendo experiencias improvisadas entre amigos, que ni siquiera juntando la alegría de todos los habitantes del pueblo durmiendo esa noche hubiera sido comparable; corrían uno al lado del otro, más que saber quien llegaría primero, su reto solamente consistía en el deseo mutuo de escapar lejos de la rutina diaria, hacer algo fuera de lo común, actuar dominados por un impulso creativo y espontáneo, esas son las cosas que únicamente las largas amistades comprenden; finalmente, llegaron hasta la quinta de Wilhelm. Este le ofrece una habitación de invitados a Clint donde cambiarse la ropa y quitarse el agua de lluvia. Wilhelm va a su recámara personal, también se baña, cambia de vestimenta y después se dirige a la cocina para preparar un chocolate caliente. Toma un libro de la biblioteca el cual, a primera vista, es notorio lo cuida con mucho esmero; los bordes están plastificados y las esquinas también reforzadas para evitar se desgasten con el uso y sus hojas amarillentas algo deterioradas, naturalmente, por constantes relecturas que se deduce ha hecho debido al estado de las páginas. Entre todo, con los subrayados y sus muchas anotaciones escritos con lápiz fácilmente borrable a través del texto, el libro se encuentra muy bien conservado. Puesto que de no ser por sus hojas amarillas y sus notas, incluso podría pensarse está nuevo. En la cubierta del texto aparecía un hombre pensativo y una mariposa que había hecho metamorfosis eclosionando desde una oruga, llevaba por título "EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO - VIKTOR FRANKL". Entre las páginas estaba un marca libro que decía "Dios es el que me ciñe de poder, y quien hace perfecto mi camino (Salmos 18:32)" señalando el capítulo que tenía por título "La libertad interior". Trataba sobre un hombre que lo había perdido todo, que padeció martirio, hambre, frío, necesidades extremas y muchas veces estuvo cerca de morir como prisionero en un campo de concentración NAZI. En sus sufrimientos, humillaciones cotidianas y dentro del cautiverio, creó, escribiendo en pequeñas notas de papel, una corriente de psicoterapia conocida como "logoterapia". En resumen, esta promueve una mejoría en la calidad de vida y sanación física y mental a través del propósito único que cada ser humano posee, y dice que aún, mediante las peores calamidades, sufrimientos, torturas, aflicciones, pesares y penas, la existencia promueve placeres, materiales o espirituales, que provocan anhelo de querer ser experimentada por cada ser humano, nos inspira y motiva hacia la vida; todos tienen un valor único e inconmensurable, hasta en condiciones de perversa esclavitud involuntaria, la libertad humana siempre estará disponible, al nosotros definir nuestra actitud personal ante destinos adversos, de esa manera, cambiando nosotros mismos interiormente, podemos transformar los resultados al trocar las circunstancias más atroces y dolorosas para el placer personal, espiritual, moral y más.

​Wilhelm, retomó la lectura en la parte donde había dejado su marca libro, mientras leía, se podía imaginar con frío y la nieve del campo en sus zapatos, cómo eran los prisioneros y los uniformes de los soldados arios, los bosques naturales de aquellas gélidas y majestuosas montañas germanas que habían sido la inspiración de los grandes pintores de la época del romanticismo quienes impactaron el mundo con sus maravillosas obras, ¿Qué tenían esas grandes montañas?, cómo podían representar tan perfectamente la belleza, o tomarnos por medio del atardecer y capturar nuestra atención, intereses, afán, aspiraciones, gustos, anhelos, deseos... en un solo y único paisaje digno de admirar siempre... De inmediato la historia lo atrapó, en el aire parecían escucharse haciendo eco las palabras de Thomas De Kempis "He buscado el sosiego en todas partes, y solo lo he encontrado sentado en un rincón apartado, con un libro en las manos", cómo el encontrar el libro correcto podía hacer que volar por los cielos encima de las nubes, con los brazos extendidos como un águila, mientras el aire arreciaba suavemente nuestra piel y vemos los rayos del sol subiendo al ocaso, lentamente, en el infinito horizonte, el corazón latiendo más rápido fuera de lo normal, sintiendo en carne propia lo que significa estar completamente vivo, nuestros bellos de todo el cuerpo erizándose de la extrema emoción de volar como si fuésemos Ícaro intentando alcanzar el sol, mientras contemplamos el paraíso celestial, casi siendo ángeles recorriendo los cielos y piropeando al aire libre de un lado a otro... dejaría de ser un sueño sepultado en nuestro baúl de deseos y convertirse, al instante, en una experiencia que somos capaces de vivir, sentir y disfrutar, con total realidad e intensidad, sentados o parados, justo ahí donde nos encontremos, leyendo, y al mismo tiempo, volando nuevamente encima de ese cielo maravilloso comiéndonos las nubes como algodón de azúcar, descubriendo que tienen un sabor más dulce, delicioso, que la mejor miel pura del mundo, esa podría ser la comida de los querubines y serafines, un gusto reservado para los seres celestiales, mientras nos tomamos un selfie ante la vista más majestuosa y esplendorosa que alguna vez hubiésemos podido soñar... así son los libros, así de repente podemos estar en un lugar y de un momento a otro recorrer el cosmos del universo en menos de lo que demoraríamos contando uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez y la idea en la que se fundamente el amor por los libros es que sigamos cantando esos números en poesía así eternamente... si algún libro no causa esa sensación de eternidad en nuestro corazón, entonces lo mejor es tirarlo lejos, evitar mal utilizar el tiempo en eso porque existen millones de libros que si pueden despertar el riesgo de lo imperecedero, inmortal, interminable, infinito, sempiterno, tira ese libro e incluso esta misma autoproclamada prodigiosa obra maestra y nunca dejes de darle la oportunidad a un libro de besar tu alma, los libros, las palabras, la poesía nacieron para compartir lo mejor de la humanidad sin egoísmo, para dar libertad al gozo supremo y placer al género humano, hay libros para todos los gustos, colores y personalidades, libros para niños, niñas, adolescentes, jóvenes, adultos y personas mayores, libros para inteligentes, emprendedores, soñadores, románticos, visionarios, introvertidos, extrovertidos, para quien desea idealizar, salir de la rutina diaria, explorar el mundo o simplemente fantasear teniendo las aventuras más inesperadas en alguna isla desierta, incluso para aquellos individuos bastante extraños que nadie comprende: Se visten de negro, cargan una guitarra eléctrica para todas partes, aman su soledad, hasta para ellos hay libros que corren el riesgo de volverse sus mejores amigos y privarlos de su tan apreciado aislamiento y misantropía... Existen libros para los deportistas extremos que buscan, velocidad, adrenalina, experiencias únicas y enfrentarse cara a cara contra el destino incierto, para las amas de casas, para los oficinistas, para las princesas, reyes, presidentes y astronautas, para los magos y superhéroes, para las mamás, los papás y los hijos, para adentrarse en otras culturas, para saborear, colorear y destruir, para jamás aburrirse y aburrirse también, para pensar excesivamente explotándose los sesos compitiendo con Albert Einstein, Leonardo Da Vinci y James William Sidis, como para no pensar absolutamente nada, relajarse, respirar y sentirse completo, en la plenitud del ahora, siendo uno solo con la naturaleza, en saciedad, para estar felices y contentos al éxtasis de nuestro potencial, para llorar y bajarnos el ánimo como pendejos, para los locos, psicólogos y psiquiatras, para conocer a los demás y a nosotros mismos... en fin, hay libros esperándonos a todos.

Luego de pasar un largo espacio soñando e imaginándose en medio de gélidas montañas germanas, Wilhelm había perdido toda noción del tiempo. Coloca su marca libro donde había quedado. El frío de la noche no permite que se disuelvan de sus pensamientos las imágenes de aquellas hermosas montañas nevadas, bañadas con rayos crepusculares en el cielo y decoradas con nubes de invierno que dibujan figuras al azar, de repente se aparece Clint, él se había cambiado de ropa con algunas prendas que consiguió en el closet de invitados, también se había duchado, al llegar y ver a Wilhelm con el rostro radiante de alegría como niño enamorado atrapado tímidamente con el libro aún abierto en sus manos, no pudo evitar preguntarle:

-¿Qué estás leyendo, brother? Pareces más enamorado de ese libro que hace unos momentos de Alessandra cuando la besabas ¡Ja ja ja!

-Bueno, te diré que si leyeres el libro que ahora tengo en mis manos, lo disfrutarías también como no tienes idea, y podrías comprender mejor lo que siento. ¡Léelo, hermano! Créeme que no tiene nada de despreciable. Luego me cuentas. Aunque pensándolo bien, mejor no, no te recomiendo que lo leas, tal vez no te guste.

-¡Por supuesto que sí lo leeré! El efecto que ese libro causó en tu mirada no deja de provocarme curiosidad, no eres un hombre común que se emociona con cualquier cosa tan fácilmente. Me interesa ese libro, se ve poderoso. Seguro debe ser uno de esos libros secretos tuyos que nunca le cuentas a nadie, porque si se los compartieras, los inquietarías a tal punto que los harías dudar de todas las bases sobre las que han fundamentado sus vidas y tú, siempre tan indulgente y bondadoso, no deseas perturbar la paz y el confort de otros.

-¡Tan suspicaz como te conozco!, he de confesarte que me has descubierto, no esperaba menos de ti; eres mi mejor amigo y quién más me conoce. ¡Je, je, je! ¡Está bien, hermano! Puedes leerlo si deseas y recuerda, antes de comenzarlo, asienta bien tus principios y valores, léelo con paciencia, objetividad y un juicio crítico, son mis consejos para que encuentres provecho en su lectura.

-Gracias, Brother, tomaré muy en cuenta tus consejos, siempre me resultan sumamente útiles cuando estoy en apuros. ¡Je je je!

​Wilhelm y Clint continuaron platicando sobre música, existencialismo, Dios y el origen de la vida, tomando chocolate caliente, mientras escuchaban sus temas preferidos de System of Down, Linkin Park, Skillet, Limp Bizkit, Metallica, Guns and Roses, Korn, Slipknot, Red Hot Chili Peppers, Blink 182, Green day, Good Charlotte, Sum 41, Nirvana, Pearl Jam, Bush, Creed, Nickelback, Jeremy Camp, Deep Purple, Rammstein, Alice in Chains, Staind, Radiohead, The verve, The Cranberries, Evanescence, Oasis, Hillsong, The Beatles, Aerosmith, Goo Goo Dolls, Coldplay, Bon Jovi, Soda Stereo, Dream Theather, Pink Floyd, Iron Maiden, Mago de OZ, Saratoga, Rata Blanca, Led Zeppelin, Black Sabbath, AC-DC, HB, Switchfoot y otras más... Habían creado listas variadas con diferentes versiones de canciones, en estudio, unplugged, acústico, live, estuvieron así cerca de las 4:00 a.m., jamás se repitió una canción, podrían haber pasado tres meses pasando canciones de sus bandas sin repetirse un tema de tantas canciones y versiones diversas disponibles en su repertorio; para cerrar, se despidieron y dieron las buenas noches, cada uno fue a su habitación, al acostarse el primer pensamiento que les vino a cada uno fue su chica; Clint pensó en Alice y simultáneamente, Wilhelm, en Alessandra, deleitándose en los cálidos recuerdos recientes que iniciaba a vivir junto a su querida, se quedó dormido, aun si ella se encontraba dormida, muy lejos de él, eso no le impidió sentirla a su lado, en sus sueños, cerca de su pecho y con cada plácido latido.

​Cuán lejano es el planeta de los sueños de amor, en un momento, somos tomados por el insoslayable frenesí del romance, disfrutando aventuras que siempre deseamos, los dulces primeros pasos de dos amantes, jóvenes comenzando a vivir la experiencia divina llamada amor, un causal de acontecimientos esperando ser aventurados y explorados por ambos, aficionados con alma y corazón, viendo, mutuamente, en su contraparte, la realización de los sueños y más grandes anhelos, ella contemplaba en él, el príncipe de sus fantasías oníricas, él la miraba a ella como su mujer ideal, no había un hombre más perfecto para ella que él, no había mujer más hermosa en el mundo para él que ella.

​Transcurrieron los días entre conversaciones llenas de magníficos y placenteros versos, la necesidad deseada por detener el tiempo, aspirando a seguir juntos eternamente, quien diría que para ser poeta solo bastaba enamorarse, no necesariamente solo en los clásicos se encontraba la poesía, sino, ahí, entre las habituales pláticas de dos corazones enamorados, entre sus buenos días, buenas tardes y dulces sueños, en las madrugadas de trasnocho charlando hasta que salía el sol, al amanecer, con cada azucarado párrafo, sublime gesto, ameno tiempo de silencio, ningún momento podría ser sustituible, si se llegará a prescindir de alguno de los episodios, entonces, se fracturaría un corazón, todos los sucesos albergan profundos significados más allá de lo que el ser humano pudiese alcanzar a apreciar.

AMOR & RIQUEZASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora