XLVIII: Una batalla perdida

29 7 0
                                    

El brujo permaneció tranquilo en su posición mientras los lobos a nuestras espaldas terminaban su transformación.

No todos se transformaron, pero no por eso dejaban de ser menos amenazantes.

-¿Y bien? -preguntó el brujo -. Es mi turno de responder a su ataque.

-Eres un...

Will intentó golpear nuevamente al brujo, pero antes de poder siquiera acercarse a él, una bestia atrapada entre el hombre y el lobo lo alejó y arrastró entre los arbustos.

-¡Will...!

Todo empezó a ir de mal en peor en cuestión de segundos.

Un lobo se había llevado a Will y otros tantos me habían arrastrado hacia otro rincón del bosque. Sus colmillos se clavaron en mis brazos, hombros, abdomen y piernas.

No parecían querer clavar los colmillos más de lo ya lo habían hecho. Solo parecían querer alejarme del lugar y del brujo.

-Asmund -susurré. Estaba asustado -. Asmund necesito tu ayuda. Necesito que...

No había acabado de hablar cuando mi cuerpo comenzó a cambiar. Sentía la rabia y el deseo de pelear, mis colmillos salieron de un solo tiro y mis garras atravesaron la punta de mis dedos.

El dolor que había sentido en aquella transformación no se comparaba a ninguna otra. Era como si la bestia intentara escapar de mi interior.

Logré deshacerme de los lobos que me sujetaban y traté de alejarme tanto como pude, pero apenas podía moverme por el desgarro de mis músculos.

-A-Asmund...

Malqui... Malqui....

La transformación se había completado al fin.

-¡Malquicedek!

Nuestro grito hizo un eco en todo el bosque y los árboles más cercanos temblaron ante nuestro rugido.

La sensación de poder era increíble, y la fuerza que sentía en todo mi cuerpo era impresionante.

Si minutos atrás me había sentido intimidado y pequeño, ahora era invencible.

Los lobos comenzaron a acercársenos mientras gruñían ferozmente como si fuera una presa. Tratamos de encontrar a Malquicedek y a Ziggy, pero no logramos abrirnos paso.

-Tendremos que...

¡No mates a nadie!

-¿Qué...?

Recuerda que no lo están apoyando por voluntad propia. No podemos matar a nadie.

-No te prometo nada, pero sí detener a Malquicedek -se colocó en posición de defensa -. Si tu plan aun sigue en pie.

Había olvidado completamente que tenía un plan cuando seguiamos a Oskar.

≫ ──── ≪•◦ ❈ ◦•≫ ──── ≪

En todo el camino con Oskar al frente, en lo único que podía pensar era en la exigencia del brujo para que le entregaramos a Ziggy e intercambiarla por Will.

Pero esa nunca fue una opción para mí. Jamás la habría entregado para recuperlo.

No tenía un plan muy claro. Quería recuperar a Will y alejarnos lo antes posible. Quería acabar con todo de una vez por todas.

Quería matar a Malquicedek utilizando la fuerza de Asmund.

Quería liberarlos aunque me costara la vida.

Rey LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora