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Ahogué un grito cuando miles de cucarachas salían al momento de abrir mi casillero. Era la tercera vez que ocurría esta semana, Kennedy y sus amigas no me estaban haciendo fácil mi estadía aquí.

—¿Qué sucedió, acaso tenías un basurero en tu casillero?—  mi cuerpo se alarmó de inmediato cuando Casiel se posicionó a mi lado poniendo su mano sobre mi cabeza— no creces aún, que enana eres — aporta su mano a toda velocidad para cerrar mi casillero.

—Eso no debería importarte— tome los libros que necesitaba e intente irme, Casiel me tomó por el brazo deteniéndome. ¡No, no puedo estar cerca del causante de que todo esto me este pasando!

–¿Por qué estás tan a la defensiva?— Casiel me hizo mirarlo, pero mi cabeza solo me indicaba que tenia que salir corriendo lejos de el.

–No se de que hablas.

—He intentado ser agradable contigo, Fanni es mi hermana y si tu estas con ella tendré que soportar te todos los días. Deja de ponerme las cosas difíciles— no respondí, simplemente me quedé mirándolo como si no pudiese creer lo que decía, digo, desde que estoy en el reino me he dado cuenta que Casiel es el chico más antipático, agresivo y asocial que conozco, esto parecía más una broma que cualquier otra cosa.

—No me interesa ser amiga de alguien como tu Casiel— solté sin pensarlo, necesito irme pronto del lugar, antes de que alguien le informe a Kennedy y está arremeta otra vez contra mi.

—¿Alguien como yo?— sonrió con burla.

–Si Casiel, un ser tan despreciable como tu… un monstruo— Casiel alejó su mano de inmediato como si tocarme lo quemara y tan solo verme le diera asco.

—Olvidemos que intente ser tu amigo, eres insufrible. No se de donde saco Fanni la idea de que eres una chica tierna y dulce— Casiel negó y por su rostro pasó un destello de dolor, lo disimuló pero aun así podía notar como mis palabras le habían afectado. Pero no podía, yo no podía ser amiga de él sabiendo que la loca de Kennedy está detrás de mí— espero que tengas un día de mierda– Casiel se fue y yo al fin pude respirar, sentía culpa, una culpa que poco a poco se fue convirtiendo en odio para mi misma por haberlo lastimado de esa manera. 

¿Qué has hecho Izel? El solo intentaba ser amable.

•••

Dani

—Mamá estoy en la escuela, voy a entrar a clases. Te llamaré a penas salgas— trate de calmar sus gritos al otro lado mientras suspiraba.

—Te lo advierto Daniela, si  no lo rechazas te irá muy mal. Le debemos mucho al alfa y el te ama— trague grueso apoyando mi espalda a la pared, cada vez que hablaba con con me recordaba la deuda que tenía mi familia con el alfa de esa manada.

Suspiré una vez en tres minutos que tenía hablando con mi madre.

–¿Y si te digo que hay una manera de pagar la deuda con el alfa? ¿Si mi mate es un hombre poderoso y con el dinero suficiente para pagar esa deuda la aceptarías?— Silencio, mamá no dijo nada. Mi madre es una interesada. 

—Podría ser Daniela, pero no tiene el poder de un alfa— bufé.

—Tiene un rango más alto— trague grueso, lo más probable es que si le digo a mi madre está querría que Jayson me marcara de una vez para amarrarlo a mi lado, pero yo no podía hacerle algo así. Jayson es tan bueno, y yo solo soy una mentirosa tratando de salvar a su familia de la ruina.

—¿Quién es? Podríamos considerar la opción de romper el pacto…

—Eso es imposible mamá.

—Nada es imposible para mi Daniela, tengo contactos que pueden romper ese pacto.
..— deje de escuchar a mamá cuando vi a la persona que se acercaba a paso lento con un ramo de flores amarillas en sus manos.

RENACERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora