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Casiel.

Aterrizó en medio del bosque procesando lo que acaba de pasar, Amara estaba vinculada  a mi. Joder todo lo que le pasara a la llorona iba a sentirlo y la idea no me agrada para nada.

¿Qué me había pasado a Cora por la cabeza para hacer eso? Quería matarla.

Los ayudo y ellos me traicionan. Se queja mi demonio.

¿Cómo rompemos el vínculo? Le  pregunto esperando una respuesta que me agrade, sin embargo antes de entrar al edificio un ruido llamó mi atención junto a un grupo de tres chicas que salen de la nada mirándome.

Brujas.

—Príncipe — hacen una reverencia — debe venir con nosotras, nuestro amo desea hablar con usted— frunco el ceño mirándola, sus ojos son de un color púrpura
Y su vibra es más peligrosa que la de Cora.

—¿Por qué querría su amor verme?— alzó una ceja, una de ellas se acerca con la cabeza gacha y me muestra unas fotos de Karia y Eiran. Me tenso inmediatamente— no me interesa.

—Entonces esto si le interesara— miro la otra foto que me entrega y frunco el ceño mirando fotos de Fanni. La tomó del cuello ante la furia que me genera.

Una corriente en todo mi cuerpo me hace doblar de dolor y caer de rodillas al suelo.

—No puedes lastimarnos, es mejor que vengas con nosotras.

Llevo una mano a mi pecho sin siquiera ser capaz de responder cuando ambas me rodean y de un momento a otro nos encontramos en un lugar totalmente diferente.

Ellas hacen espacio y el dolor que me prohibía moverme desaparece, me levanto mirando a todas partes consternado. Concentro mi mirada en los cuerpos inconscientes que están frente a mí, mis manos queman al recordar que gracias a  Karia y su hermano Aziel y su mate estuvieron a punto de morir sin embargo puedo notar que ya están pagando lo que hicieron.

–Liberenlos— les órdenes justo al momento que la puerta se abre y tres chicos entran al lugar.

—No tan rápido — habla quien parece ser el líder.

–¿Qué quieren?– me pongo a la defensiva cuando lo tengo frente a frente.

–A ti– alzó una ceja mirándolo incrédulo.

—Ve al punto.

—Queremos servirte, queremos luchar a tu lado cuando los vampiros lleguen. Quiero que nos protejas y nos permitas protegerte.

Miro sin decir ni una sola palabra a todos en la habitación, cada uno de ellos espera una respuesta mientras simplemente apenas empiezo a procesar información.

—¿A cambio de que?

–A cambio de que cuando las puertas del foco se abran no dejes salir a nuestro padre, lucifer.

¿Qué opinas de esto? Le pregunto a mi demonio.

Es nuestro hermano demoníaco, es un príncipe del inframundo. Es sincero.

—no puedo confiar en ustedes, apenas los conozco— me cruzó de brazos mirándolos con superioridad.

—Te hemos traído a estos dos en muestra de nuestro afecto— habla otro de ellos.

—Yo los deje ir— me miran con asombro—  pretendía dejar que se fueran lejos, pero ustedes los han traído de vuelta ¿podría confiar en ustedes luego de ese acto?

—Lo sentimos.

—¿Entonces los dejaras ir?—  aprieto mi tabique con fuerza. Nadia sabe que volvieron, podría hacerles  pagar por lo que hicieron.

RENACERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora