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Amara

–Estoy asustada– murmuró con la cabeza gacha. Casiel me mira con el ceño fruncido e Isaac niega.

–No te asustes– lo miró mal encogiendome en mi lugar.

–¿Qué te sucede?– Casiel se levanta de su lugar y me mira con la misma expresión de siempre. Ninguna.

–La luna se está tornando roja– trago grueso, Casiel e Isaac van inmediatamente a la ventana y mira lo que les informe– ya pasó más de una hora y ninguno de ellos ha vuelto.

Ahora sí empiezo a ver una ligera preocupación en el rostro de los chicos. Me levanto y empiezo a caminar de un lado a otro, mi corazón late con fuerza y siento como si mi mundo se viniera abajo.

–Estoy mareada– siento que voy a caer cuando Casiel me sujeta. Comienzo a vomitar y todo comienza a volverse borroso.

–Siéntate aquí– me ordena Isaac.

Me siento en el suelo encima de una almohada mientras comienzan a echarme aire.

–Agua, necesito agua– pido entre jadeos.

¿Aziel está bien? ¿Por qué me siento así?

–Iré por agua para ella – Isaac sale del lugar dejándome a solas con Casiel quien me mira con una mueca.

–Realmente estás mal.

–Aziel…

–Él está bien, eres tú la que se siente así– ladeó la cabeza, empiezo a sentir mucho calor.

–Tengo miedo– sollozo

–Nada va a pasarte, yo voy a defenderte– lo miró por unos segundos y asiento, ¿Tan mal estoy?

Isaac entra junto a la directora, ambos me miran preocupados.

–Diosa Amará, ¿Qué sucede?– ella toca mi frente y luego me da el vaso con agua. Doy un sorbo de agua sintiendo mi garganta refrescarse…

El vaso sale volando de mis manos cuando Isaac entra en la habitación, fruncó el ceño y abro la boca sorprendida cuando veo a dos Isaac.

–Amara vomita, vomita esa agua joder– el intenta acercarse pero Casiel e Isaac se ponen delante de mi– es un impostor Casiel, huele como yo, es idententico a mi pero ese no es el verdadero Isaac– me siento muy mareada, todo comienza a volverse oscuro y un dolor se instala en mi vientre.

–Pregúntale lo que te acabo de contar hace unas horas – empiezo a escuchar borroso.

–Aziel– llamo.

–¿Qué me has contado?– pregunta Casiel al impostor. Silencio, total silencio y eso es suficiente para que Casiel lance contra la pared al Isaac de mentiras.

Pego un grito cuando la directora se acerca a terminar de romper mi vestido y bragas. No me siento capaz de defenderme, solo siento mis piernas llenarse de un líquido y ver cómo Isaac la empuja y me mira.

–Amara, rompiste fuente– no puedo mantenerme más despierta y la inconsciencia se adueña de mi.

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Casiel

Miro directo a los ojos del que pretende engañarnos, apretó la mandíbula sintiendo la furia adueñarse de mi cuando veo como empieza a volverse humo y la persona que aparece frente a mi me hace revolver el estómago.

–Uffs, estaba fastidiado con esa piel– me enderezó – que gusto volver a verte príncipe Casiel.

–¿Qué carajo haces aquí?– gruñó desde mi lugar, apretó mis sueños tratando de controlarme.

RENACERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora