Laila
Amor, ¿qué es eso? Pasión ¿la compañía del amor o solo un deseo fugaz? No lo sé, pero mi pecho arder cada vez que pienso en Hunter, en su sonrisa, en sus ojos, en todo él. Es como si fuera obligado a caminar sobre fuego.
Lo extrañaba como a nada y lo he perdido para siempre.
Aun dolía recordar lo que pasó aquella noche, era peor que caminar sobre piedras de fuego. Era una mancha imborrable y que me carmonia los pensamientos en las noches, me mantenía despierta y lamentando el hecho de no haber podido defenderme.
Quisiera retroceder el tiempo y nunca haberme quedado de últimas en aquel enorme salón.
Pero supongo que no todos tienen su cuento de hadas, como yo y no iba a lamentarme toda la vista.
Estaba rota, desconsolada y con ganas de quedarme encerrada en mi habitación para siempre, pero esa no es Laila. Esa no es la princesa Laila la cual todos siempre esperan una sonrisa de su parte
Terminé de retocarme el maquillaje y practiqué una sonrisa, lo hice tantas veces que dolió, pero al final hice la sonrisa perfecta.
Salí del baño y caminé por los pasillos vacíos del colegio, todos estaban en clases y yo necesitaba pegarme una escapada, desahogarme un poco en los baños del colegio.
Solté un suspiro posicionando frente a la puerta de mi salón.
—Laila, que gusto verte— me giré de inmediato observando a la directora. Fruncí un poco el ceño ante sus palabras, ¿no se suponía que debería preguntarme porqué estoy fuera de clases? En cambio sonríe de oreja a oreja.
—Lo mismo digo— me doy una sonrisa mirándola de arriba abajo, parpadeó varias veces— las vacaciones le cayeron muy bien— esta sonríe mostrando los dientes.
—Estoy buscando los salones de tercero.
—¿Eh?
—Oh, creo que las vacaciones me han dejado un poco bloqueada, serías tan amable de guiarme a los salones de tercero— miró hacia la puerta por donde debí haber entrado hace dos minutos.
—Yo debería estar en clases…
—No pasa nada, vamos— enlaza su brazo con el mio guiándome con ella— y bien, ¿cómo está nuestra futura luna? Hay rumores de que tendrá un varón. ¡Que dicha! Tendrán el heredero a primeras.
—Si, ellos están muy felices.
—El reino celebra con gran felicidad cuando nazca, esperemos que lo haga sano y en un ambiente cálido — frunco el ceño nuevamente, la directora siempre ha sido una gran persona pero jamás se ha tomado libertad de andar con una alumna por los pasillos, menos con los brazos enlazados.
—Aún falta para que nazca, igualmente gracias por sus buenos deseos.
—¿Y tú?
—¿Yo qué?
—¿Cómo vas con el papucho de tu mate?— trago grueso sintiendo ese sabor agrio en la boca cada vez que alguien menciona a Hunter.
—Vamos como la Diosa lo ha decidido— le doy una sonrisa tensa agradeciendo que llegamos a nuestro destino— llegamos, con su permiso iré a mis clases– me doy la vuelta para marcharme, su voz me detiene.
—Laila.
–¿SI?
—Que tengas una buena fortuna, me caes bien— asiento y sigo mi camino. ¿Por qué me parece tan raro que ella tenga este tipo de comportamiento?
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RENACER
Werewolf-¿Qué haremos con ella? El hombre la miró. -La cuidaremos, la protegeremos y será como otra hija más. No haremos más que amarla- la mujer asintió mirando a la pequeña con ternura. -Izel- murmuró la mujer mirando la tobillera que traía. -Hermoso nomb...