17.

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VEGAS:

Quisiera....

-¿Qué? -preguntó el, sacándome de mi ensoñación-. Dilo rápido.siempre
olvidaba su comportamiento molesto.

¡Hombre complicado!

-Quédate esta noche. Puedes
dormir en el cuarto de visitas, ¿correcto? -dije con los dientes apretados. Su expresión fue muy molesta, solo sonrió conmigo!

-Oh Vegas.... -Caminó hacia mí, se acercó a mi oído y dijo: Me gustas cuando tratas de ser bueno.

Aunque.... Lo idiota no se te va.

Y se alejó con una sonrisa.
Lo contemplé por varios segundos, admirando su expresión jocosa que tenía plasmada en su bella cara.

El era un chico muy seductor.

Aunque el más seductor soy yo.
-Quiero tomar aire fresco -farfullé al silencio de mi habitación. Eso hice, fui directamente hacia el lugar donde todos mis miedos se apaciguaban por completo. No quería pensar en nada, solo quería tener mi mente en blanco.

Caminé por el césped de la mansión hasta el lago. La noche era calurosa, tanto que me saqué mi camisa, sintiendo la brisa fresca nocturna por mi piel desnuda. Era una costumbre zambullirme en el lago para nadar, nunca me sentí solo, en cambio, siempre me sentía acompañado.

Quizás porque Tawan estaba conmigo.-Estarías a mi lado, dándome tu apoyo. Y yo amándote como un loco -susurré al viento, mientras comenzaba a flotar mi cuerpo por encima de la superficie del lago. Podía apreciar el cielo estrellado en toda su extensión.

-Parece ser que no eres el único que tuvo la idea de meterse al lago -dijo una voz , haciendo que diera un pequeño salto. Me incorporé de inmediato, y busqué al causante de mi susto.

Era el.

De nuevo el. Estaba mojado en su totalidad, gotas de agua le escurría por los mechones de su cabello, bajando por su cuello hasta su pecho que estaba cubierto por una franela blanca, pudiendo verse los picos de sus pesones.

Peligro. Delicioso peligro.

-¿Qué haces en el lago? Pensé que estabas durmiendo como un chico bueno.

Resopló-. Si estamos hablando de chicos buenos, no creo que yo vendría al caso. No soy para nada bueno.

-Estamos de acuerdo en eso objeté, mientras pasaba una mano por mi cabello mojado. Su mirada se volvió penetrante, casi podía ver sus ojos brillar por los rayos de la luna-. ¿Qué?

-Nada.

Sólo me estaba preguntando, ¿por qué siempre estás aquí? Esta es la segunda vez que te encuentro en el lago.

-No es asunto tuyo contesté sencillamente. No me gustaba por donde iba su conversación nocturna.
Y tampoco me gustaba, la respuesta que pudiera sacarme.

Silencio.

Quedamos varios segundos silencio, en contemplándonos mutuamente. Aproveché esa pausa para admirarlo en todo su desfachatez. No podía negarlo, Pete era un hombre sumamente atractivo.

Podía tener cualquier persona bajo sus pies.

Demasiado tentador para el ojo masculino y femenino.

El gruñido de mi lobo, rompió el silencio.

Oh no, ¿y ahora qué?-¿Por qué siempre gruñes? preguntó con curiosidad— Oh cierto, el señor misterioso, no le gusta contestar.

-No creo que te guste la respuesta.

El sonrió de medio lado, haciéndome tener ganas de tomarlo de la cintura y besarlo con locura.

Quizás de nuevo tenga que ver a Francesca.

-El que pregunta, quiere saber la respuesta. -Alzó su rostro y me miró con firmeza-. Cuando pregunto es porque quiero saber la respuesta. Soy de esas personas que cuando quiere algo lo dice.

-Un hombre duro de roer.
Sentí su mirada penetrante, y no pude evitar sonreír como lo hacía antes.

En los tiempos donde era un adolescente.

En los tiempos donde estaba completamente enamorado de mi mate.

¿Enamorado?

Algo frío recorrió por mi columna, deteniéndome de golpe. Lo miré sorprendido y a la vez pasmado.

-Señor voluble.

-Será mejor que vuelvas tu a dormitorio. -Corté de inmediato con la cercanía que estaba sumergiendo entre los dos. Mi cabeza estaba confundida, no podía pensar con claridad las cosas.

Pasé de largo, no tenía ganas de estar con el. Más bien, quería un trago muy fuerte para despertar de mi confusión.

Ese era mi plan. Pero como siempre, truncaron mis planes.

-No te vayas. Hablemos más -dijo Pete, sujetando mi antebrazo. Ladeé el rostro y por primera vez desde hace mucho tiempo atrás, mi pecho se sosegó de esa emoción dulce y aniquilante. Su mirada oscura estaba contraída de la preocupación, mientras que sus labios estaban semi abiertos, provocando besarlos.

Todo se detuvo dentro de mí.

Por un momento, recordé a Tawan. Todo de el. Su sonrisa, la manera de sonreír, y su voz. Todo vino a mí de improviso, haciéndome doler el corazón, sangrar por la pérdida de mi otra mitad.

Mi lobo se volvió inquieto, queriendo aullar de dolor.

¿Por qué estoy sintiendo esto?

-Vegas.... -musitó Pete. Abrí los ojos sorprendido, cuando sentí algo cálido tocar mis labios. Sí, era esa suavidad innata de el, esa calidez que solo el desprendía de su hermoso cuerpo.

No esperé más y lo envolví en mis brazos, besándonos como nunca lo había hecho.
Lentamente, saboreando su esencia.
Lo escuché suspirar en mis brazos. Lo apreté más a mi cuerpo y lo besé como si no hubiera un final. Olvidé por completo todo. Mi mente se puso en blanco, y solo disfruté de las emociones que me hacía sentir el.

Sin embargo, duró poco. Tan poco que gemí de molestia.

-Siento algo -dijo Pete, separándose de mí. Miró por todos los lados. Aún no podía coordinar bien mi cabeza-. Huele extraño.

-¿Olor extraño? -pregunté, mientras alzaba mi cabeza y comenzaba a olfatear. El olor me golpeó de golpe, ¿por qué no pude darme cuenta antes?. Maldita sea.

Me alejé de el rápidamente, mientras iba hacia la orilla.
Dos tipos estaban parados con pistolas apuntándome, mientras tres lobos me gruñían.

-Hola de nuevo, futuro alfa de la manada Arcanos -dijo el tipo de en medio. No podía hacer nada, solo quedarme congelado. Escuché un "Mierda" de Pete y los gruñidos de los lobos.

Si me movía, iba a terminar muerto
No solo yo, sino también Pete. Maldita sea.

Pero me detuve en seco.

ERES MI ALPHA (vegaspete)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora