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KoPETE:

En la ceremonia, fui con Vegas. Acepté ser su mate y completar la ceremonia de lazo. Pero esa noche, el hombre que estuvo en el cuarto, no fue Vegas, sino Kinn. Yo...... Lo siento, Pete. No pude contarte esto.

Sí.
No pudo contármelo.

La verdad que me dijo el, cayó en mi pecho como un peso. Ahora entendía, la razón por la cual Vegas no me explicó aquello.

¿Ceremonia de lazo?

Tenía que saber más, y lo descubriría tarde o temprano.
Asi que decidí ir dónde Vegas.

-Conque ella es tu secretaria -dije, haciendo que se sobresaltara. Dirigí mis ojos hacia su persona, y solo lo miré molesto.

-¿Qué haces aquí?

-¿Eso vas a decirme? Pues bien. - Lancé mi cartera hacia la silla de un lado y me fui a sentar sobre el escritorio-. Dime que hace esa tipa aquí y explícame el tema del mate provisional.

-¿Importa ahora? -inquirió algo cansado-. El ya no está, y todo forma parte de mi pasado.

Tenía toda la razón.

Todo quedó en el pasado, como el último ex que tuve. El maldito Arm que nunca lo olvidaría.

-Dime el tema del mate provisional. Porsche me dijo algo, pero quiero escuchar de tu boca exigí con dureza-. ¿Por qué no me lo dijiste ese tema? Yo soy tu mate, necesito saber de tu pasado.

-Te lo iba a decir.
-¿Cuándo? ¿En nuestra primera noche juntos? -pregunté con una ceja alzada. Él solo quedó en silencio -. Eres un idiota.

-Lo soy. Solo que han pasado varias cosas. Recién me enteré que eres mi mate; y créeme, fue muy difícil aceptarlo -prosiguió sin ánimos-. Te quiero, Pete. Tú eres mi otra mitad. Te protegeré con todo lo que tengo en mis manos. Daría mi vida por la tuya.

-Vegas...

-Al principio cuando conocí al mate de mi hermano, lo primero que se me vino fue un: No es mi tipo. Pero cuando lo vi en persona, todo cambió -explicó suavemente, siempre mirándome intensamente. Quería ver cuál era mi reacción a su confesión. Poco a poco, lo fui tratando, y.....

-Te gustó -completé secamente.

-Sí. Sin embargo, sabía que el estaba enamorada de mi hermano mayor. el nunca se enamoró de mí. -Sonrió levemente. Me dio envidia. Hasta le di un collar con mi olor, para poder saber dónde estaba. Ya que no era mi mate, para saber dónde se encontraba todo el tiempo.

-Todo por la manada.

-Sí. Todo por mi manada. Siempre siguiendo las reglas absurdas, y siempre maldiciendo entre dientes por no hacer nada -Se levantó y se plantó enfrente a mí, poniendo sus manos a ambos lados de mi cuerpo sobre el escritorio de la cual estaba sentado. Posición demasiada acosadora-. Ahora te tengo a ti. Porsche es muy especial para mí. Es el novio de mi hermano y lleva a mi sobrino. Los sentimientos han cambiado, y...

-¿No te enamoraste de el? Cuando el me dijo que salía contigo, pensé que solo era un juego, ya que también sabía que estaba enamorado de tu hermano. Acaricié su mejilla, dirigiéndome a sus gruesos labios. No quiero que me ocultes cosas. Eso no hacen las parejas.

-Correcto.

-¿Así de sencillo? -pregunté con una ceja alzada-. Hombre de pocas palabras.

Soltó una carcajada.

-Sí. Así soy yo. -Tomó mi mano y
depositó un dulce beso-. No me
enamoré de Porsche. Solo una vez
estuve enamorado, y tú sabes quién es.

-¿Lo estás de mí?

-Mucho. Aunque soy nuevo en esto de expresar emociones cariñosas. Acercó sus labios a los míos-. Solo sé que te quiero con todo mi corazón, y no te perderé. Te protegeré con todo lo que esté a mi alcance.

-¿No más folla-amigas?
-Ya no mas. No las necesito, te tengo a ti. -Besó suavemente mis labios-. Tú eres mi mate, Pete. Y eres..... Se detuvo al recordar mis palabras-. Mi chico.

-Más te vale, Vegas idiota. O sino te hubiera dado un golpe en tus pelotas.

-Quiero un beso.

-¿Uno?

-Muchos.

Y nos besamos como si nada hubiera pasado. Nuestros labios se movían en sincronización mutua, saboreando cada rincón de nuestras bocas, sintiendo la pasión desbordante que teníamos, que compartíamos.

Lo amaba, y estaba seguro que él muy pronto lo diría.

Te amo, Vegas.

Ya han pasado Dos meses y la mansión estaba cubierta de servidumbre hasta el tope. Todos venían e iban de un lado al otro, arreglando para la ceremonia del nombramiento del dichoso líder. En la noche, Vegas será nombrado como el alfa de la manada Arcanos, y también me presentará ante todos como su mate. La idea de estar enfrente de una manada de hombre lobos, hacía que mi estómago se retorcijara de los nervios. Yo era un ser humano normal; por ende, todo lo que estaba ocurriendo era demasiado sorprendente. A ratos pensaba que era un sueño.
-¿Cómo te sientes? -preguntó mi mejor amigo, quien estaba sentado con una mano sobre su abultado vientre. Parecía un globo a punto de explotar-. Al fin serás nombrado como el mate del nuevo líder de la manada Arcanos.

-Estoy algo impaciente que llegue la noche. Será la primera vez que estaré rodeado de muchos hombres lobos -contesté mirándome al espejo. Mi cabello estaba largo, y caía por mi frente como hilos azabaches. Además, esta noche será...
-La unión de lazos. Será luna llena, y aprovecharán esa oportunidad para unirse.

-Totalmente. -Hice un silencio, para recordar las veces que casi tenía intimidad con Vegas. Todas esas veces, fueron demasiados excitantes. Ya quería sentirlo tan profundamente en mi cuerpo. Quizás no salga en toda la noche de ese cuarto.

El soltó una carcajada suave.

-Sí. Eso está de más saberlo. Los hombres lobos tienen el libido algo al.....-De sus labios salió un gemido fuerte, que me hizo asustar a muerte -. Desde ayer, me duelen las caderas.

-¡Oh Dios mío, Vegas! ¿Le avisaste a Kinn? -pregunté, tocándole los hombros. El negó con la cabeza-. ¡Hombre!
-No quiero preocuparlo. Él siempre está pendiente de los dos, y solo por un dolor de cadera.... Quizás me lleva a urgencias. No qui.....-Otro gemido fuerte. En su rostro, tenía un remilgo plasmado por el dolor que estaba sintiendo. Estoy bien.

-¿Estás bien? No lo creo, Porsche. Quizás deberías decirle en este momento a Kinn refuté con el ceño fruncido-. Estás en tus últimas semanas de embarazo, quizás...

El abrió los ojos sorprendido.

-No creo que él nazca todavía. Debo completar los días correspondientes -murmuró suavemente. Más para el que para mí-. Mi bebé nacerá en unas semanas. No te preocupes, Pete.
Su sonrisa escueta, no me convencía para nada.
Más bien, estaba seguro que ese bebé nacería en cualquier momento. Tenía barriga de nueve meses, pero como su bebé llevaba sangre de hombre lobo, los meses redujeron.

-Porsche...

-Preocupate por tu ceremonia de unión de lazos y la ceremonia de la proclamación del nuevo alfa de esta manada -dijo con una sonrisa débil en sus labios. No me convencía sus dichosos dolores de cadera. No, cuando estaba en la última semana que finalización de su embarazo.

Lo miré por unos segundos, para luego sotar un suspiro hondeado.
-Está bien. Sin embargo, debes decirme si los dolores se hacen más fuertes. -Tomé sus manos y lo hice mirarme fijamente-. Quiero que mi sobrino salga bien. No quiero verte mal con una criatura entre tus piernas -resoplé. ¿Te imaginas?

-No pasará eso, Pete.

-No quiero ver la cabeza de tu bebé, sin tener un doctor o una partera a nuestro lado -Sacudí mi cabeza, no quería pensar que pasaría si fuera de ese modo. Quizás moriría de los nervios a su lado.

El comenzó a reírse. Enarqué el ceño de mi frente, el estaba tan tranquilo, y yo tan preocupado por sus dolores.

-Descuida. No me pasará como en una película. Estaré en el hospital cuando nazca mi bebé.

ERES MI ALPHA (vegaspete)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora