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PETE:

El olor a algo rozaba mi nariz, haciéndola cosquillear. No podía mover mi cuerpo, lo sentía demasiado pesado y adolorido. Escuché algunos ruidos alrededor, como si estuvieran conversando algo ilegible para mis oídos. ¿Qué mierda pasó? Solo recordaba ser lanzado al río con los brazos amarrados, de ahí no recordaba más.

¿Vegas?

Cierto, al último momento vi a Vegas viniendo hacia mí.

¿Y luego que pasó? ¿Qué mierda pasó? ¿Acaso estaba muerto?

No, no lo estaba. Podía oler algo de medicamento a la perfección. ¿Desde cuándo tenía el olfato agudo? De nuevo, sentí el roce en mi nariz. Esta vez hice un remilgo y moví el rostro a un lado.

-¿Pete? -preguntó una VOZ reconocida para mí. Abrí los ojos poco a poco, encontrándome con un par de ojos llorosos. ¡Oh cielos santo! ¡Gracias al cielo!

Porsche estaba sujetando mi mano derecha, mientras solloza desenfrenadamente.

-Pensé que te iba a perder. Me importó un cuerno lo que dijo Kinn, estuve contigo todo este tiempo dijo con voz distorsionada por el llanto-. Ya no me hagas pasar por esto, tonto.

Intenté moverme, pero el dolor de la herida de bala, hincaba dolorosamente. No podía moverme con facilidad, me ubiqué correctamente para no sentir dolor y solté un suspiro de resignación. Todavía se podía escuchar el sollozo de mi mejor amigo a un lado de mí.

-Deja de llorar, pareces una Magdalena. Además, eso le hará mal al bebé -articulé con la mirada hacia el. El solo sonrió y asintió con la cabeza-. Soy un hombre muy duro de vencer,En mi adolescencia me decían: «Jame Bond, el hombre más duro de la cuadra>>.

El soltó una risa y se secó sus lágrimas.

-Me gusta tu sentido de humor. Y también me alegra escucharlo, me llena de alivio saber que estás bien - Se acercó hacia mí y depositó un tierno beso en mi frente. Debes descansar, ya mismo se levanta cierto personaje que estuvo también todo el tiempo aquí.

¿Qué?

Lo miré algo confundido, no entendía a lo que se refería. Así que con un movimiento de cabeza, indicó al sitio de mi lado izquierdo de la cama. En mi visión, apareció un hermoso lobo blanco que estaba acostado a mi lado, su cola estaba raspando mi pierna, y una de sus orejas tocaba la mía.

¿Vegas?

-¿Por qué está en su forma de lobo? -cuestioné con el ceño fruncido. Porsche solo sonrió-. ¿Qué? ¿Ya no puede volver a su forma humana?

-No es eso. A veces ni yo lo entiendo. Luego de traerte del lago, él no se apartó de tu lado. Y cuando le decíamos que vaya a reposar, se negaba repetidas veces. Así que solo se transformó en un lobo y estuvo callado todo el tiempo. -Se encogió los hombros. Kinn está abajo,
arreglando unos asuntos con la
manada.

-Es un tonto.

-Un tonto que te quiere -agregó con la voz suave. Caminó hacia Vegas y acarició su pelaje suavemente. Él es un buen chico, solo tiene un problema con su pasado, como todo una persona normal. Siempre lo persigue la sombra de sus errores, no se perdona a él mismo por lo que hizo.

-¿De qué hablas? ¿Hablas del problema de Kinn?

-Él te lo contará con detalle. No soy la persona que te puede decir eso, sino él. -Sonrió con una mirada hacia el lobo blanco-. Él es muy infantil. Vegas es un idiota que se cree el chico malo de la película. Sin embargo, no lo es.

Quedé callado.

Sabía perfectamente a lo que se refería. Eso había descubierto todo este tiempo que estuve a su lado, observándolo con detenimiento.

Vegas trataba desesperadamente de alejar a las personas que lo querían, solo por el simple hecho de castigarse él mismo.

Era un gran idiota.

-Los dejo a solas. Kinn necesita que le traduzcan su lenguaje de señas -expresó Porsche con una sonrisa. Se podía notar las ojeras señal del estrés que acumuló. Eso me hizo sentir culpa-. Descansa, querido Pete. Ya no demora en despertar tu querido idiota. Hasta ya mismo.

Se encaminó hacia la puerta, saliendo de la habitación. Solo quedé con el silencio y con una personita peluda a mi lado. Pude apreciar el goteo continuo de la cámara de suero fisiológico, que estaba conectado hasta el catéter de una de mis venas metacarpianas dorsales.

Estaba en el cuarto con un lobo blanco acostado a mi lado.

-Hey, idiota. Despierta, ¿puedes al menos quitarte del lado de la cama? -inquirí en un susurro. Ladeé la mirada y encontré su rostro dormido a mi lado. Se lo veía demasiado cansado. Lo escruté detenidamente , hasta llegar a sus piernas las cuales una de ellas, estaba ensangrentada-. ¡Vegas!

Sus ojos se abrieron de golpe, chocando con los míos.

-¡Estás herido! ¿Por qué no te hiciste tratar? -pregunté, intentando moverme sin resultado alguno-. Eres un idiota, primero deberías tratar.... ¡Vegas!

Se levantó y saltó fuera de la cama. En cuestión de minutos, todo su cuerpo comenzó a cambiar de una manera drástica. No era la primera vez que veía como se transformaba, así que esta vez no lo tomé con espanto, sino con tranquilidad.

Quedó desnudo ante mis ojos. Y vaya que estaba desnudo, todo su cuerpo era perfecto. Sus músculos se acentuaban de manera espectacular en cada parte de su hermoso cuerpo. Se podía ver la V a la perfección, y su parte masculino, era todo un caso. Estaba demasiado proporcionado.

-Pues, al menos deberías taparte.....

No dijo nada, solo tomó una ropa del ropero y comenzó a vestirse enfrente de mis ojos como si era algo normal entre los dos. Quizás lo sea, ya que casi tuvimos intimidad.

Cuando terminó de vestirse, vino hasta mí y se sentó a mi lado. Quedó mirándome fijamente, como si estuviera buscando algo entre mis ojos.

-Oye....

-Te quiero, Pete -expresó sencillamente. Tomó una de mis manos y depositó un suave beso, dejándome sorprendido y congelado por su confesión repentina—. Tú eres mi otra mitad.

-¿Qué dijiste?

-Puede que no sea tan romántico como mi hermano, ni tan observador. Pero puedo aprender, hace años que no he sentido esto. Así que... solo tenme paciencia. -Me miró con demasiado dolor que lo sentí en mi pecho; la punzada de tristeza rodó por mi corazón, alojándose como una pulga
-¿Me quieres?

-Te quiero, Pete. Tú eres mi mate. Besó mi frente, mis dos mejillas y mi nariz. Sus besos suaves, me estaban mareando. Y no solo eso, sino su confesión. ¿Era su mate? ¿De verdad?

-¿Soy tu mate? ¿Tu otra mitad? -Mi pareja destinada. Lo eres tú -
concluyó.

Quedé sorprendido por su afirmación.

Todo lo que pasó en mi cabeza fue despertarme, ya que no era posible que sea su mate. Ni tampoco que me quisiera.

¿Vegas me quería?

Quizás estaba soñando. Soñando.

ERES MI ALPHA (vegaspete)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora