24.

242 23 0
                                    

VEGAS:

Su sonrisa era la clave para tenerme embobado, siempre había sido así. No importaba en que situaciones me encontraba, el siempre estaba a mi lado como mi pareja destinada. Tawan deslumbraba con su bondad y sonrisa a cualquiera que lo  conociera. Siempre pensé que era como una especie de hada que vino a cambiar mi mundo, mi vida.

-¡Vegas! Oye, despierta -dijo una vocecita algo divertida-. Si no te despiertas, te voy a comer a besos.

¿Besos?

Abrí los ojos poco a росо, encontrándome con un par de ojos que brillaban de vida. Cabello corto, y mejillas sonrojadas por el calor. Era hermoso, viera donde lo viera. Tan deslumbrante que solo tenía ganas de abrazarlo y besarlo como si no hubiera un mañana.

-Bello sueño estoy teniendo susurré con dulzura. Alcé la mano y acaricié sus tersas mejillas-. Hace tres años que no sueño contigo, hermoso. -

-¿Está mal soñar conmigo? -dijo con una sonrisa grandiosa en su rostro-. Me gusta verte.

-A mí más. Me gusta todo de ti,
hasta esa pequeña sonrisa que
siempre me diste -Acaricié sus
labios. ¿Por qué apareces justo en
este momento? ¿Pasa algo?

-Siempre aparezco en el momento adecuado. -Retiró mi mano y bajó su cabeza hasta mi rostro-. Eres un hermoso hombre lobo.

Sonreí complacido ante sus palabras halagadoras.

-Y tú un hermoso adolescente. ¿Algo que me quieras decir, hermoso?-pregunté con la mirada hacia el.

-Te amo, Vegas. Con todo mi corazón. -Soltó suavemente, mientras no perdía esa hermosa sonrisa que lo distinguía. Sí, eso quería oírlo todos los días de mi vida, quería que lo que estaba pasando fuera cierto, que el estuviera vivo a mi lado.

Pero no lo estaba.

El había muerto en ese accidente.
Su cuerpo estuvo por años en ese lago, metido entre las ramas.

Lo perdí vilmente, perdí a mi otra mitad.

-Yo también te amo, Tawan. Te amaré para siempre -dije, sintiendo como algo resbalaba por mis mejillas-. Te amo, mi amor. Con todo mi vil corazón.
No dijimos más.

Solo se acercó a mí y depositó un beso en la comisura de mis labios.

Los recuerdos de mi adolescencia inundaron mi cabeza, en ese tiempo donde siempre sonreía, en ese tiempo que tenía a mi lado a mi otra mitad, a el, a mi chico risueño.

Nada podía hacer para recuperarlo. Mi destino era estar solo y vagando por esta tierra sin rumbo fijo. Iba hacer un lobo solitario para siempre, nunca más iba a volver amar como lo hice en mis días de adolescencia.

Mi mate se había muerto.

-Sé feliz, mi hermoso hombre lobo -farfulló en mis labios-. Si tú lo eres, yo también lo soy.

-Quiero estar contigo.

-No será posible. -Negó con la cabeza y chocó su frente con la mía - ¿No ves? No fuimos destinados a estar juntos. Yo no soy tu verdadera pareja, tú...

-No sigas más. -Me levanté de sus piernas, dándole la mano para que viniera conmigo-. Ven conmigo.

-No es posible, Vegas -repitió con vehemencia. En su hermoso rostro se plasmó la tristeza en toda su palabra-. No soy para ti.

—¡Lo eres! ¡Lo fuiste! Ven conmigo Tawan, dije con las lágrimas saliendo de mis ojos. Te necesito a mi lado. Serás mi pareja, liderarás conmigo. Por favor.... Por favor, no te vayas. No me dejes, por favor....

-Te amo, Vegas. Pero no puedo hacerlo. No pue.... -No lo dejé hablar ya que lo jalé a mi cuerpo, dándole un fuerte abrazo. Su olor era único.
Debes despertar.

-No.

-Esa persona te espera -susurró con voz de hilo. Se separó de mí y me miró con una sonrisa triste-. Hey cabeza hueca, deberías ya ser serio y dejar de hacer tonterías. -Sujetó mi rostro y me dio varios besos por todo el rostro. Despierta, mi querido hombre lobo.

-Te amo, Tawan.

-Yo también te amo, Vegas. Pero ya debes soltarme. Ya es hora. -Dio unas palmaditas en mi espalda como solía hacerlo y me empujó suavemente, separándome de el-. Hey, deja de tener esa cara de tristeza, te ves guapo cuándo sonríes. ¿Correcto?

Sonreí por su dialogo añejo.

-Correcto. Lo jalé nuevamente,para despedirme esta vez correctamente-. Nos vemos muy pronto, Tawan. ¿Me esperarás?

-Te esperaré, tonto Vegas -contestó.

No esperé más y lo besé suavemente. Nos unimos en un bonito y cálido beso. Eso me recordó todo, desde el inicio que lo conocí, hasta el último momento que lo vi con vida.

Hasta pronto, Tawan.

Abrí los ojos de golpe encontrándome con una mirada llorosa. Di un recorrido con la mirada por todo el lugar donde me encontraba. La cama y el anaquel, dedujeron el lugar donde estaba. Mi cuarto. Y no estaba solo, sino cierta personita estaba a un lado de mí.

-¿Pete? -Gemí cuando sentí el dolor en mi cuarto. Eso me recordó lo que había pasado. Ese imbe....

-Todos estamos bien, Vegas. Gracias a tu hermano mayor -dijo Pete en un sollozo-. Gracias al cielo estás bien.

No dije nada.

No podía recordar lo que había pasado.

-¿Dónde.... -abrí los ojos sorprendido. Estaba abrazándome, pude escuchar su llanto descontrolado. No entendía lo que estaba pasando-. ¿Qué pasó? ¿Por qué tú....

-Estoy enamorado de ti, idiota. Así deja de ponerte en peligro.

Quedé congelado.

Parpadeé varias veces, y quedé congelado sin saber que decir.

No era la primera vez que se me confesaban, ni tampoco que me abrazaban sollozando.

Pero si la primera vez que una confesión sorpresiva me dejaba helado y confundido.

ERES MI ALPHA (vegaspete)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora