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VEGAS:

-Así será, querido Pete -declaré, mientras lo cargaba sorpresivamente. El soltó una pequeña risa. Me dirigí hacia la cabaña, pasando por el camino de velas que se extendía como magia.

Abrí la puerta, y nos adentramos en el lugar donde consumiríamos nuestra pasión. Pete bajó despacio de mis brazos, mientras miraba hacia afuera, donde empezaban a quitarse sus capas.

-Que mierda...

-No debes ver eso -dije, cerrando la puerta suavemente. El frunció el ceño-. Es parte de la ceremonia.

-¿Qué significa eso? ¿Por qué se quitan las capas y miran a la luna lle.... -Sus ojos se abrieron de entendimiento-. ¿Ellos tienen sexo?Solté una risa por sus palabras correctas que ponía al apareamiento lunar.

-La respuesta, sería: Sí. Es luna llena, y los hombres lobos se transforman en su apariencia de animal para aparearse. Es como una tradición -dije tranquilamente. El solo hizo una cara extraña-. No es tan horroroso

-Oh claro. Todo normal. Humanos que se transforman en lobo, para aparearse como animales, hasta que la luna baje, ¿verdad? -señaló. Solo encogí los hombros. Eso es de locos.

-Dejemos a un lado el apareamiento lunar, y enfoquémonos en nuestra luna de miel o como lo llamas tú. Sé que te gustará lo que vamos hacer. - Lo tomé de su cintura, acercándolo a mí. Su olor estaba volviéndome loco, tanto que tenía ganas de arrancarle la ropa. Caso que no lo haría. No, de esa manera.

-Espero que esta noche, me lleves a las estrellas. -Enredó sus manos en mi cuello-. Quiero hacerte el amor. No quiero que solo sea sexo. Por eso, debes seguir lo que hago.

Alcé una ceja por su declaración.

¿Dominante? Yo siempre había cargado ese puesto, nunca fui el sumiso.

Ni cuando tuve mi primera vez.

-¿Es una indirecta que tomarás el control de todo?
-Definitivamente. Después de todo, tú solo sabes tener sexo, y no sabes lo que es la palabra «amor» en toda su expresión. Así que te guiaré para que comprendas lo que quiero hacer -Besó mi mentón y lo mordió suave, originándose una descarga eléctrica por todo mi cuerpo. Hoy sabrás lo que es hacer el amor con la persona que quieres, Vegas.

Quedé sin decir nada.

El me besó suavemente, moviendo sus labios a la perfección. Solté un gemido, cuando metió su lengua dentro de mi boca. Se originó una batalla dentro de nuestras lenguas, su cuerpo estaba caliente junto al mío, ardiendo con ganas de contacto más íntimo.

Quería hacerlo.

Quería experimentar lo que el dijo.
Después de todo, el era la persona que tenía mi corazón. Mi mate.

PETE:

Poco a poco, nos movimos hacia la cama ubicada en aquella cabaña. A medida que caminamos, nos devorábamos con mucha pasión, sintiendo las ganas de tenernos de una manera más íntima. Al fin, podía sacar todo lo que guardé para él. Uniría mi cuerpo con el.

No había barreras. Todo estaba controlado en el tema de tener bebés. Siempre había sido responsable en este tema. Por ende, he sobrevivido a ETS, y a hijos no deseados. Quería planificar perfectamente todo.

Llegamos al pie de la cama. Empecé a desnudarlo, sacando los botones de su camisa blanca de manga larga. Al fin pude sentir su pecho tonificado, recorrí con mis manos sus músculos marcados que tenía como una tableta de chocolate. Lo sentí gemir en mis labios, intensificando mi lujuria. Estábamos conectados, haciendo qué las emociones se duplicaran.
Sus manos se dirigieron al cierre de mi pantalón, bajándolo con sus dedos expertos. El ruido del cierre, hizo eco en aquella habitación. Nuestros cuerpos se mecieron, sintiendo su excitación que estaba dentro de sus pantalones blancos.

-Hoy también será mi primera vez en algo dijo entre besos. Chupó mi labio y lo mordió suavemente. Sé que estás tomando pastillas anticonceptivas, así que no hay necesidad de ponerme preservativo.

Lo miré intensamente, mientras mi respiración era entrecortada. ¿Era primera vez? ¿No lo había hecho sin <gorrito»?

Qué ironía.

Él tenía mucha experiencia en ese plano; sin embargo, nunca lo había hecho sin condón.
-Eso quiere decir, que estás limpio -objeté con una sonrisa-. Muy raro del hombre promiscuo.

-No creo que esa palabra tenga que ver conmigo.

-Yo creo que definitivamente tiene que ver contigo. -Besé su nariz, sus dos mejillas y por último su frente-. Todos tenemos un pasado, y no te juzgo por ser un perro.

Él solo soltó una pequeña risa.

-Creo que te estás molestando murmuró, sacándome suavemente la camisa blanca. Las mangas cayeron por mis hombros de manera muy sensual-. Tuve sexo con muchas personas. Comencé desde mis diecisiete años hasta la edad actual que tengo. Aunque.... Hubo un tiempo, que no tuve ganas de estar con nadie, ése descarado me dijo.
-Muy interesante. ¿Podrías explicarme? Digo, me gusta saber más de ti. -Sus manos acariciaron la silueta de mi cuerpo, resbalando de manera muy excitante. Él sabía perfectamente lo que estaba haciendo con sus manos-. Vegas...

-Solo no tenía ganas. Mi cabeza estaba ocupada en otras cosas. Mordió mi hombro, sacándome un jadeo-. Me encantaría contarte con detalles de mi pasado, pero en este momento, quiero hacerte el amor.

Mordí la lengua. Estaba utilizando las palabras que le dije anteriormente.

Sabía jugar perfectamente bien.

-Que así sea, querido alfa -musité.

Mi ropa fue lanzada a un lado, quedando solo en ropa interior. Sus ojos estudiaron todo mi cuerpo. De pie a cabeza, brillando de lo excitado que estaba. Sabía lo que estaba sintiendo, puesto que también lo sentía dentro de mí. La lujuria era el doble. Las ganas de comerlo, eran el doble. ¿Qué persona en su sano juicio podía aguantar eso?

Exacto.

Quería que entrara dentro de mí con una solo estocada.

Pero no, señor. No, de esa manera. Quería que nos tomáramos el tiempo necesario deleitarnos mutuamente, para recorrer nuestras pieles, para sentir como era el contacto físico con la persona amada.

Eso quería.

No quería que solo sea sexo.

En todos los encuentros íntimos que he tenido, siempre había sido por amor. Por ese sentimiento que movía a todo el mundo, de expresar a la persona querida lo que sentía, de una manera íntima, de una manera
profunda y maravillosa
Lo amaba con todo mi corazón.

A pesar que la vida me hizo una mierda con mis exs. A pesar de haber salido herido, siempre abría mi corazón hacia otra persona.

¿Razón?

Quería seguir buscando esa persona destinada a mí.

A mi pingüinito. Y lo encontré, era un hermoso hombre lobo. Mi pareja destinada.

Nos besamos con pasión, nuestra piel, acariciando demostrando el hambre que teníamos. A medida de los besos. Sentí ese remolino de emociones arremolinarse en todo el estómago, haciendo presente las palabras de <<mariposas en el estómago>>.

ERES MI ALPHA (vegaspete)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora