13 ALEJANDRA

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Estos dias habian sido extraños, el comportamiento de la arquitecta seguia siendo raro, continuaba fria y distante pero habia destellos de atención y cuidado que me confundian, se lo atribuía principalmente a la llegada de su padre asi que no pensaba demasiado en el tema, por otro lado la semana estaba a punto de terminar y sería de la mejor manera, mañana era el nombramiento de la arquitecta y yo no podía estar más orgullosa de ella, la había visto trabajar en el proyecto y sabía cuánto se había esforzado, estaba muy contenta.

- Díaz ¿Puedo pasar? - Veo a la arquitecta asomar la cabeza.

- Claro arqui, pase.

Frente a mi había una mujer imponente, segura de sí misma y muy atractiva, lucia un traje gris entallado perfectamente a su cintura, su camisa estaba desabrochada de los dos botones superiores dejando a la vista como se le marcaba la clavícula. Lucia realmente bien.

- Díaz, mi padre solicitó hablar con usted.

¿¡Que!? Esta mujer pretende que yo hable con el DUEÑO de esta empresa.

- ¿Yo? - Empiezo a entrar en pánico.

- Si, hable con mi padre sobre el proyecto y como lo habíamos trabajado, le pareció interesante y quiere hablar con usted - Como desde hace días, me habla sin mirarme a los ojos.

- Esta bien... - Digo sin más remedio.

- La esta esperando en la sala de juntas - Se da la vuelta para salir.

- Arqui - La detengo antes de que salga.

- Si - Dice sin voltear.

- ¿Hice algo malo? - Pregunto con nervios.

- No, mi padre solo quiere...

- No me refiero a el... Lo digo por usted - Se da la vuelta y me ve directo a los ojos - ¿Cometí algún error? ¿Le falle en algo? - Le suplico con la mirada una respuesta.

- No - Dice fría.

- ¿Entonces por que me trata así? - Rodeo el escritorio para quedar frente a ella - ¿Por qué cambió su actitud conmigo?

- Yo no cambie nada - Desvía su mirada.

- Claro que si - Comienzo a sentir un ligero nudo en mi garganta - No puede ni verme a la cara - Doy un paso más hacia ella - ¿Por qué?

- Ya le dije que no pasa nada y no tengo cabeza para estas cosas - Intenta irse pero la detengo tomando su brazo.

- No, a usted le pasa algo, quiero saber que es - Le digo en tono firme y fuerte.

- Alejandra, no es el momento... se lo suplico - Sus ojos me miran de forma distinta, veo suplica en ellos y simplemente la suelto para que salga de la oficina.

- ¿Que carajo haces? - Digo frustrada cuando cierra la puerta - Estas muerta...

Me tomo unos minutos para calmarme después salgo para ir directo a la sala de juntas. Hasta ahora no había conocido al señor De Luque, sabía que rondaba por la oficina y que la arquitecta estaba aún más tensa desde su llegada, sinceramente no sabía que esperar.
Doy dos toques en la puerta y un "pase" por parte de la arquitecta suena desde adentro.

- Buenos días - Digo cerrado la puerta tras de mi.

Frente a mi estaba la arquitecta, a su lado un hombre bien parecido, alto, se veía que hacia ejercicio, tenía una barba frondosa y oscura al igual que su cabello, las arrugas en sus ojos me hacían ver que tenía más edad de la que aparentaba, pero en general se veía bien conservado.

- Buenos días - Escuchó a la arquitecta hablar con un tono autoritario y firme - Señorita Alejandra, quiero presentarle al señor Samuel De Luque Batuecas, dueño de la constructora De Luque - Gira ligeramente para ahora dirigirse a el - Padre, te presento a Alejandra Díaz Alcala, ella es la arquitecta que me ayudo con el diseño del fraccionamiento - Dice igual de firme.

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