6 FERNANDA

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Había dormido bastante bien, al parecer lo necesitaba, me metí a bañar con calma y me arregle, me vestí con un traje gris y salí de mi departamento rumbo a la oficina.
Había pensado mucho en todo lo que pasó ayer, no se como había terminado con Díaz en mi departamento haciéndome de cenar, aun me siento extraña y no entiendo por qué lo hizo.
Antes de llegar a la oficina paso por un café y le compro uno para Alejandra.
Mientras subo el elevador me pongo nerviosa y a la vez me hace sentir estúpida, solo tengo que ir y entregarle un simple café, no tiene ninguna ciencia.

- ¿Puedo pasar? - Pregunto desde la puerta de su oficina.

- Pase arquitecta.

Unos ojos verdes me reciben pero al instante se desvian de los míos.

- Le traje esto - Digo seria mientras le extiendo el café esperando que lo tome.

- ...Gracias - Duda un poco y después lo toma.

- Iré a dejar mis cosas y después vendré para revisar las modificación - Sin dejar que me responda salgo de la oficina.

¿Por qué te pone tan nerviosa entregar un estúpido café?

Entro a mi oficina, dejo mis cosas y me quito el saco, me senté a revisar algunos correos de entregas de material y otros pendientes.
Después de un rato salí de mi oficina y volví a la oficina de Díaz.

- ¿Puedo pasar? - Pregunte despues de tocar.

No recibí respuesta así que abrí la puerta solo asomando la mitad de mi cuerpo, podía ver a la mujer de pelo castaño recargada sobre su escritorio concentrada en su trabajo.

- ¿Puedo pasar? - Pregunté de nuevo.

Alejandra no se movió, comencé a sentirme nerviosa e incómoda pero preste más atención y pude ver los auriculares salir de sus oídos.
Me quedé un rato observándola, estaba rehaciendo una de las fachadas de las casas, le daba los detalles con unos plumones de colores, era muy cuidadosa y se veía realmente concentrada, sus ojos verdes estaban completamente atentos a cada pequeño detalle del dibujo, tanto que no se había dado cuenta de mi presencia. Me acerque un poco más, la paz que está mujer irradiaba era impresionante y muy reconfortante.

- Arquitecta, perdón que no la escuche - Dice algo sobresaltada.

- Perdón, no era mi intención asustarla... ¿Puedo ver? - Pregunto señalando el dibujo.

- Claro - Me extiende la hoja.

La fachada estaba muy bien detallada y el diseño conservaba lo moderno de la casa y le daba un toque de vitalidad con las jardineras que había añadido.

- Se me ocurrió que quedaría bien para que no solo haya naturaleza en el interior, si no también la exterior pero en menor cantidad - Dice algo timida.

- Me gusta, le da una vista más agradable, eres buena dibujando - Digo sin dejar de ver la ilustración.

- Gracias, también terminé los planos nuevos de una casa - Dice buscando el archivo - Mire.

Se hace para atrás dejándome ver la pantalla, ahora en lugar de que las habitaciones y salas sean extremadamente grandes, eran de un tamaño regular (aunque seguían siendo grandes) y había un jardín amplio con gran variedad de plantas.

- Me encanta - Miro sus ojos verdes que comienzan a tener un brillo especial - Contratarla fue la mejor decisión que pude tomar - Digo sin pensar - Me podría enviar el archivo.

- He... Si

- No creo que alcancemos a modificar la otras casas, así que las presentaremos como diferentes propuestas - Digo algo estresada.

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