- Buenos días Alejandra - Una voz a mi espalda me hace dar un pequeño brinco - Lo siento, no quería asustarte - Dice preocupado.
- No se preocupe, buenos días - Extiendo mi mano para saludarlo.
- ¿Tú me darás el recorrido? - Pregunta con una sonrisa.
- No - digo algo apenada - Se lo dará la arquitecta Fernanda.
- Que lastima - Dice decepcionado - ¿Te puedo pedir un favor?
- Si, dígame - Digo amable.
- ¿Puedes tutearme? - Suplica - Puedes llamarme simplemente Diego - Dice con una sonrisa.
Me estaba comenzando a sentir extraña ¿Me estaba coqueteando?
- Buenos días señor Lozano - Una voz seria me interrumpe cuando estoy a punto de hablar.
- Buenos días arquitecta ¿Como le va? - Extiende su mano en dirección a Fer.
- Bien, gracias - Toma su mano en un saludo rápido - ¿Por donde quiere empezar? - Dice cortante.
¿Estaba molesta?
- ¿Hay casas terminadas? - Pregunta.
- Si, hay un par de cada una. Pase por aquí - Fer comenzó a caminar con mucha seguridad, dando pasos firmes y seguros.
¿Podía ser más perfecta?
Camino detrás de ella junto a Lozano, la imagen que me regalaba era perfecta, irradiaba seguridad, poder, esta mujer tenía mucha presencia y lucia espectacular en cualquier contexto, era simplemente hermosa.
- ¿Cuáles son las casas que diseñaste Ale? - El hombre a mi lado me saca de mis pensamientos.
- Esta es la primera propuesta - Fer se detiene de golpe enfrente de una casa - Aun esta en obra gris, pero el interior ya esta completo, pasé - Abre la puerta y deja que entre Lozano y me detiene cuando pretendo entrar - Que bien te queda mi ropa - Susurra y entra a la casa dejandome congelada en la entrada.
Después de unos segundos entre, Fer le dio un extenso y detallado recorrido por la casa mientras yo me mantenía en la distancia simplemente observando, verla desenvolverse con tanta seguridad me fascinaba, se veía increíble.
- ¿La otra propuesta ya esta construida? - Pregunta Lozano dirigiéndose a mi.
No supe que contestarle, aunque Fer me traía de vez en cuándo, la realidad es que no tenía idea si ya habían terminado la otra propuesta.
- Si - Fer regresa a nuestro lado al cerrar la puerta - Están al fondo de la calle a la derecha. Me regala un minuto - Le pide intentando sonar amable.
- Oh, claro - El hombre comienza a caminar en la dirección indicada.
- Dime - Pido cuando esta lo suficientemente lejos para escuchar.
- ¿Quieres mostrarle la casa? - Dice en un tono tranquilo.
- ¿Yo? - Pregunto confundida.
- Pues si - Dice obvia.
- ¿Porque yo?
- Tú diseñaste gran parte de la casa, es tu proyecto - Dice con una sonrisa.
- Pero es un cliente demasiado importante - Digo algo asustada.
- Así le digas que la casa se va a inundar cada que llueva a el le va a parecer perfecto - Dice girando los ojos.
Sabía a lo que se refería, no era tonta, no estaba segura si las señales que Lozano me daba eran ciertas pero su tono molesto me lo confirmó.

ESTÁS LEYENDO
SABOR A MI
RomanceAle solo buscaba un trabajo para saldar sus deudas y poder ayudar a su madre. Fer solo buscaba un arquitecto innovador que la ayudara a obtener la presidencia de la empresa. Y sin saberlo ambas se encontraron.