SABOR A MI

33 ALEJANDRA

- Hasta aquí termina la primera etapa, le haremos la entrega en unos días, y las otras dos etapas serán más rápidas, es más como un copiar y pegar. La veo hablar con firmeza, con la seguridad que tanto la caracteriza y que tanto me fascina - ¿Tiene alguna duda?

- ¿Cuando sería la entrega?

- Posiblemente esta misma semana, solemos hacer un pequeño evento con el propósito de que se pueda promocionar tanto, en este caso, las casas que se ponen en venta, como nuestros servicios como constructora, de nuestra parte se invitan a socios y anteriores clientes y usted podría invitar a las personas que guste y claro, le convenga - Le explica al hombre frente a ella mientras yo me mantengo en silencio.

- Me parece una idea excelente ¿Necesito hacer algo? - Lozano se veía realmente emocionado.

- No - Me impresionaba como Fer podía ser tan fría en ciertos momentos y tan tierna en otros - Nosotros nos encargaremos de todo, será una ceremonia en el mismo edificio que esta la constructora, previamente le mandaremos una copia del contrato para que lo pueda revisar y firmar durante la entrega - Dice con seriedad - ¿Le gustaría algún día en especifico?

- ¿Podrías ser este viernes?

- Sin problema.

- Perfecto, pues no me queda más que agradecerles, lograron hacer mi sueño realidad muchas gracias arquitecta - Extiende la mano hacia Fer con una sonrisa.

- Es nuestro trabajo, gracias por confiar en nosotros - Le da un apretón que dura lo necesario.

- Gracias Alejandra, hiciste un excelente trabajo - Hace el mismo gesto hacia mí.

- No me agradezca, fue un placer- Sonrío amable.

- Y espero verte el viernes - Dice en un tono más bajo para después soltar mi mano - Bueno, tengo que retirarme, con permiso y gracias - Nos da una última sonrisa y se aleja.

- Espero verte el viernes - Arremeda con un tono más agudo a modo de burla - Es un imbécil - Dice con fastidio.

- Al menos a mi no me llenan mi oficina de flores - La molesto.

- Poco le falta - Dice con molestia.

- No me habías dicho sobre esos eventos - Cambio de tema.

- Solo lo hacemos con clientes grandes, como el.

- ¿Y estoy invitada? - Pregunto con inocencia.

- Claro linda - Toma mi mano entrelazando nuestros dedos para comenzar a caminar - Eres la primera en la lista.

- ¿A donde vamos? - Pregunto confundida al ver que nos alejamos de su camioneta.

- A caminar, tengo que esperar a Roberto para pagarle y que le page a los otros ¿Me acompañas?

Me miraba mientras continuabamos caminando, el sol le pegaba en su rostro haciendo que su blanca piel brillara y sus ojos, usualmente oscuros, se veían de un tono miel muy precioso.

- Contigo, a donde sea.

Paseamos por las calles desiertas y tranquilas del fraccionamiento ya en condición habitables, las casas exactamente iguales se extendían a lo largo de las calles, las jardineras comenzaban a brotar flores y el ambiente era agradable y silencioso.

- ¿Si? - Contestó la llamada alejándome de Fer y el hombre con el que hablaba.

- Hola cariño - Escuchó a mi madre animada del otro lado - ¿Vendrás a comer?

¿A comer? No suele preguntar eso...

- ... No lo se ¿Por? - Pregunto extrañada.

- Solo quería saber ¿Donde estas? - Noto sus ansias a través de la llamada.