FERNANDA 28

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Comencé el recorrido a baja velocidad para que mi bella acompañante tomara un poco de confianza, sus delgados brazos rodeaban mi cintura y sus piernas cubrían mis caderas. Esta sensación era nueva, normalmente viajo sola en este vehículo pero tenerla abrazada a mi me hacía sentir que era la primera vez que conducía una moto.
Después de un corto recorrido siento su cuerpo más acoplado y relajado, tiene un poco más de confianza y su agarre ya no es tan fuerte pero sigue siendo firme.

Doy vuelta en una esquina y la avenida principal de la ciudad luce desierta por la hora, me aseguro de que no haya ningún carro ni detrás ni delante mío y eso me da la libertad que necesitaba. Doy dos ligeras palmadas con mi mano en la pierna izquierda de Ale (olvide mencionarle lo que significaba esa señal pero espero que la entienda) en la pantalla frente a mi veo como sube la velocidad de 60 a 120 en cuestión de segundos, el aire frío comienza a gopear mi pecho con fuerza haciéndome sentir libre, Ale me aprieta con sus brazos y piernas pegándose aún más a mi lo cual me causa gracia, comienzo a enderezar mi cuerpo y suelto el volante extendiendo los brazos sintiendo el aire frío recorrer mi cuerpo, Alejandra entra en pánico al ver lo que hago y da constantes palmadas en mi abdomen para que mis manos vuelvan al volante, viajo una de mis manos hasta las suyas y la acaricio para intentar calmarla.

Comenzamos a entrar a la parte de la ciudad que más disfruto, los altos edificios cubren parte del cielo, la forma en la que están iluminados hacen que se conecten con las estrellas del cielo y creen una vista maravillosa. Le hago una señal a Ale para que mire arriba y me hace caso, siento su cuerpo volver a relajarse y se aleja de mi sin llegar a soltarme para voltear arriba.
Veo el edificio ya conocido y comienzo a bajar la velocidad para orillarme justo en la entrada. Espero a que Ale baje y después lo hago yo, comienzo desabrochando mis guantes y los quito, cuando estaba a punto de retirar mi casco siento un ligero golpe el mi brazo.

- Auch - Digo falsamente ofendida al quitar mi casco - ¿Por qué me golpeas? - Digo al ver que me dio un tierno golpe con los guantes.

- ¿Estas loca? ¿Por qué haces eso? - Me reclama.

- ¿Que cosa? - Pregunto sin entender.

- ¿Que cosa? - Dice sorprendida - Primero aceleras de un momento a otro y después sueltas el volante como si nada ¡Me asustaste! - Reclama.

Esto es realmente tierno, me mira haciendo un puchero, la chamarra que lleva puesta hace que se vea más pequeña de lo normal y la forma en la que cruza los brazos sobre su pecho es adorable, es simplemente hermosa.

- Ay cariño - Tomo su cintura y la jalo - lo siento, no quería asustarte - Doy un beso en su frente.

- no lo vuelvas a hacer - Dice aun con su puchero.

- ... Subamos - cambio de tema.

- Fernanda - Me regaña.

- Ven vamos - Dejo ambos cascos sobre la moti para tomar su mano y llevarla hasta la recepción para subir al ascensor - ¿Te gustó el paseo?

No me responde solo veo que su expresión seria cambia, dejándome ver su linda sonrisa.

- ¿Que es aquí? - Su curiosidad vuelve.

- Un hotel - Respondo con tranquilidad. Ale me mira con una cara de confusión y algo jugetona - En la terraza hay un cafe-bar - Aclaro - Pensé en tomar algo.

Salimos del ascensor para entrar a un gran café a media luz y con sus paredes llenas de ventanales que dejaban ver la ciudad.

- Buenas noches Dani - Saludo al ver al chico detrás de la barra.

- Buenas noches señorita De Luque  - se detiene un momento al ver que vengo acompañada - ¿Les ofrezco algo de tomar? - Pregunta cuando nos acercamos a la barra.

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