21 ALEJANDRA

12.7K 909 105
                                    

Sentía que en cualquier momento mis piernas faltarían y quedaría tirada en el piso del ascensor, por alguna razón tenía demasiado sueño, no había logrado dormir muy bien. Las puertas se abrieron y no vi a Majo por ningún lado, se me hizo muy extraño, pase a mi oficina a dejar mis cosas y me dirigí a la oficina de Fernanda solo con su café. Cuando estaba a unos cuantos pasos, la puerta se abrió con brusquedad, de ella salió un hombre bien parecido, se veía que estaba muy molesto, su paso era firme y sus puños iban cerrados hasta el punto que se veían blancos, me quedé mirándolo hasta que entró al ascensor, se fue y yo fui directo con Fer.

- ¿Buenos días? - Asomo mi cabeza sin saber que esperar.

- Buenos días - Responde tranquila. La mujer con traje gris me mira desde su escritorio con una calma inesperada.

-¿Estas bien? - Pregunto para confirmar entrando por completo y me quedo a un metro de su escritorio.

- Si ¿Por qué lo preguntas? - Dice extrañada mientras se levanta para caminar hacia mi.

- Vi a Hector salir - Se para frente a mi y se recarga en su escritorio - Y no se veía contento - Le entrego su café.

No es que me molestara que hablara con el, ella me había explicado lo que sentía, pero me generaba curiosidad el por qué había salido así.

- Vino a invitarme a comer por enésima vez y por enésima vez lo rechacé - Da un sorbo a su café y continua - Y le pedi que ya no lo hiciera... Le dije que estaba con alguien - Susurra eso último.

- ¡¿Que?! - Pregunto sorprendida.

- Si, le dije que había conocido a alguien y le pedí que dejara de insistir. Evidentemente se molesto, me pidió que le dijera quien era, me dijo que me iba a recuperar - Dice fastidiada - Yo le dije que nunca había sentido nada por el y se molesto - se encoge de hombros - Me grito que era una mal agradecida y lo corrí de aquí - Dice con tranquilidad.

Era demasiado información para mi ¿Acababa de rechazar a alguien por mi? Creo que no habia terminado de asimilar nuestra "Relación" hasta ahora.

- ¿Eso no te traerá problemas? - Pregunto con preocupación.

- No lo se, tal vez mi padre me llame pero no creo que sea algo grave - Dice despreocupada.

Deja su café a un lada y extiende sus manos para que le dé las mías, me jala hasta ella.

- Buenos días - susurra y me roba un beso que me hace sonreír - ¿Tu estas bien? - Pregunta.

- Si ¿Por?

- Te ves cansada, tus ojos están un poco hinchados - Con su mano acaricia mi mejilla - ¿Dormiste bien?

- En realidad no, me costó mucho dormir y no se el motivo - comento.

Hace un gesto de desagrado y vuelve a juntar nuestros labios, esta vez el beso es más largo, sus manos descansan en mi cintura y yo recorro su cuello con mis dedos, un ligero sabor a café inunda mi boca  y me hace sonreír.

- ¿Quieres cenar conmigo? - Me pregunta con una sonrisa.

Su repentina propuesta me sorprende.

- Seria un placer - Acepto.

-¿Te parece si es en mi departamento? - Pregunta un poco temerosa.

No se si su miedo es por que lo pueda malinterpretar o por que pueda sentir que nos "escondemos" pero no me sucede ninguna de las dos.

- Me parece - Digo con una sonrisa y veo como su preocupación se va.

Acomodo un mechón de cabello detrás de su oreja y paso mis brazos por su cuello. Esta mujer es realmente hermosa.

- Perfecto, entonces ¿Nos vamos cuando terminemos de trabajar? - Pregunta feliz.

- Si. Y hablando de trabajo...

- No - Se queja.

Su acción me saca una sonrisa, me encantaba que fuera diferente conmigo, que empezará a ser ella misma y que me permitiera ser yo quien viera esa parte de ella. Comienzo a detallar su rostro con mi mirada, sus ojos cafés se hacían más profundos por su maquillaje, su cabello oscuro hacia resaltar su piel blanca y sus labios, sus labios carnosos con un labial rojo intenso que daban una enormes ganas de besarnos.

- ¿Que pasa? - Pregunta extrañada.

Ver como movía sus labios me termino de seducir y sin pensarlo dos veces volví a besarla. Por la sorpresa de mi acción dio un par de paso hacia atras haciendo que quedara semisentada en el escritorio, me acomode entre sus piernas y paso mis manos por su nuca, su tacto era celestial, su aroma embriagante y su sabor era simplemente exquisito. Estaba más que confirmado, estoy total y absolutamente enamorada de esta mujer.

- Que buena forma de cerrarme la boca - dice divertida.

- No pude contenerme - Digo algo apenada - Pero ahora si ¿Que tenemos para hoy arqui? - Pregunto con una sonrisa.

- Por la tarde vendrá un cliente nuevo a verte pero ahora me gustaría que me ayudaras a rediseñar una casa ¿Me ayudas?

- Eso suena a pretexto - Digo entrecerrando los ojos.

- Un poco - Dice divertida - Pero me gustaría que me ayudaras.

- Esta bien arqui,muéstrame.

Saco los planos y los dejo sobre su escritorio, los mire por un momento y comencé a imaginar los espacios.

- ¿Quienes son los dueños? - Pregunto sin dejar de mirar

- Una pareja mayor.

- ¿Sabes si tienen hijos?

- Si pero no viven con ellos, me contaron que su hija está embarazada, son un matrimonio de varios años que busca tranquilidad y espacio donde sus nietos puedan jugar de vez en cuando.

- Que lindo - Digo con una sonrisa - ¿Tienes una hoja y lapiz? - Busca entre sus cosas y me entrega ambas cosas - Podemos empezar por hacer la casa de una sola planta, es un terreno amplio y no necesitan muchas cosas - Comienzo a dibujar sin mucho detalle en la  hoja que me entregó - Podríamos colocar un patio al fondo con jardín o algunas plantas, seria lindo y sus nietos podrían jugar - Me concentro en mi dibujo - Una cocina comedor seria suficiente para ambos, dos habitación, un baño completo y podríamos poner una pequeña sala de estar.

Termino de dibujar a grandes rasgos la distribución y alzó la mira para encontrar la de Fernanda. Me miraba con curiosidad y admiración a la vez

-¿Que pasa?

- Te ves muy linda trabajando - Dice mirándome fijamente.

Siento un sonrojo subir a mis mejillas y simplemente ignoro su comentario para seguir trabajando. Pasamos la mañana y parte de la tarde encerradas en su oficina trabajando, de vez en cuando sentía la mirada de Fer sobre mi y yo le di algunos cumplidos. Todo lo que estaba sintiendo era nuevo, me sentía cómoda y en paz, todo el tiempo que estuve con ella, aunque estuve trabajando, fue reconfortante, definitivamente esta mujer me encantaba y me sentía bien a su lado, todo lo que me hacía sentir era increíble, con solo mirarme me ponía nerviosa y un comentario bastaba para hacerme sonrojar, admiraba cada parte de su personalidad y su trabajo, sin mencionar su belleza física que era indudable, desde su ojos, sus labios, la forma en la que se marcaba su clavícula, su cintura que me encantaba, toda ella era perfecta y saber que sentía algo por mi, era simplemente increíble.

SABOR A MI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora