Estaba en la sala de juntas con Max, la arquitecta no había salido de su oficina y el cliente no había llegado ¿Y yo? Yo era más nervios que persona.
- ¿Hoy se decide todo? - Le pregunto a Max.
- Si y no - Dice relajado.
- Osea que....?
- Si el contratista aprueba el proyecto tendremos que llevar y supervisar la obra a detalle y cuando esté finalizada ahora si se decidirá todo - Explica.
- ¿Pero no se supone que esto definía quien se quedaba con la presidencia? - Pregunto confundida.
- En gran parte, pero si el cliente no queda satisfecho con el proyecto mi padre y mi tío seguramente buscarían otra forma - Dice algo desinteresado.
- Osea que si el cliente aprueba esto - Señaló las carpetas - ¿Tendríamos aproximadamente un mes para terminar la obra? - Preguntó entrando en panico.
- Si y no - Dice divertido.
Solo lo miro con mala cara esperando a que se explique.
- Tendríamos que hacer gran parte pero no finalizarla totalmente, tendríamos que entregar las calles y algunas casas... Sería como para que vieran la calidad de el trabajo ya terminado.
- Ha okey - Digo entendiendo la idea.
- Buenos días - Aquella mujer de expresión dura entra a la habitación, luce un elegante traje negro con camisa blanca.
- Buenos días - Contesto.
- ¿Lista Fer? - pregunta Max.
- Si - Dice con nervios.
- ¿Estas bien? - Pregunta Max acercándose a su lugar.
- ...Papá me llamo - Dice entre seria y nerviosa.
- ¿Y que paso? - Escuchó a Max preguntar con cautela.
- Lo de siempre, me crío para estar a cargo de la empresa, que le tengo que demostrar que soy mejor que Octavio y no le puedo fallar... - Dice con pesadez.
- Tranquila, sabes que papá...
- Permiso - La mitad del cuerpo de Majo se asoman por la puerta - El señor Lozano está aquí.
La sala se queda en silencio y nos miramos entre los tres.
- Hazlo pasar - Dice por fin la arquitecta.
- En seguida - Majo sale de la oficina.
- Es hora de la verdad - Dijo la arquitecta con un suspiro.
- Buenos días - un hombre joven con un traje perfectamente arreglado y una barba bastante poblada entra a la sala de juntas.
- Buenos días señor Lozano ¿Como le va? - la arquitecta dice amable mientras estrecha su mano.
- Muy bien arquitecta, gracias - Responde una voz gruesa.
- Mire le presento, ella es la señorita Alejandra Diaz Alcala y el es el joven Maximiliano De Luque Muñoz, ambos arquitectos trabajaron en la propuesta para su fraccionamiento - Dice amable.
- Un gusto Max - Lo saluda con amabilidad Un gusto señorita Alejandra - Estrecha mi mano con una sonrisa coqueta.
- ¿Podemos comenzar? - La arquitecta interrumpe nuestro saludo.
- Claro - Dice soltando mi mano.
Iniciamos con la presentación, Max explica a detalle cada uno de los detalles de la caseta de entrada, las calles y la distribución de las casas, el hombre de barba frondosa escucha atento y ocasionalmente hace alguna pregunta, después le sigue la arquitecta, la manera en la que habla y explica cada uno de los detalles es excepcional, habla con claridad y con un lenguaje entendible para alguien que no es un arquitecto, en ocasiones intervengo a la hora de explicar alguna habitación en la que yo trabaje más pero en general las dos explicamos el proyecto.
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SABOR A MI
RomansaAle solo buscaba un trabajo para saldar sus deudas y poder ayudar a su madre. Fer solo buscaba un arquitecto innovador que la ayudara a obtener la presidencia de la empresa. Y sin saberlo ambas se encontraron.