31 ALEJANDRA

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- Te permití trabajar en mi empresa, yo mismo elogié tu trabajo ¿Y QUE HICISTE? - El hombre frente a mi luce furioso, con la cara roja y los puños tan apretados que se tornan blancos.

- Señor yo...

- ¡No quiero escucharte! - Da un puñetazo en mi escritorio haciéndome dar un salto hacia atrás - Dime que harás ¿Como solucionarás esto?

Agacho la mirada hacia la revista que segundos antes había aventado a mi escritorio. Anunciaba el titular del día: Romance entre "La heredera De Luque" y su empleada y en primera plana Fernanda y yo, besándonos.

- Explícame como mierda limpiaras el nombre de mi empresa ¡¿COMO?! - continua gritando.

- Padre, basta - Fernanda habré la puerta.

El hombre frente a mi gira lentamente hasta encontrarse con el rostro de Fernanda.

- ¿Basta? - Murmura cerca de su rostro - Basta tú, Fernanda. Te lo di TODO, solo te pedí una cosa: Que cuidarás mi empresa ¿Y QUE MIERDA HICISTE? - Esa mirada vuelve, la misma que vi aquella vez en la sala de juntas, vi a una Fernanda que solo veía con el, vi a la Fernanda que era reprimida y obligada a seguir ordenes.

- Hice lo que me hacía feliz - Dice entre dientes como coraje pero con temor.

- ¡Por dios! ¿Era tan difícil que tu felicidad tuviera pene?

- ¡Eso no tiene nada que ver! - Alza la voz

- ¡Claro que tiene que ver! - Vuelve a mirarme y después toma la revista - Si esto anunciara tu romance con un HOMBRE el nombre de mi empresa no estaría por los suelos! - Esta vez ña revista impacta contra el suelo.

- Señor...

- ¡DIJE QUE TE CALLES! - Noto la vena de su cuello sobresaltada - Escúchame bien - Mira directamente mis ojos - Tomaras tus cosas, saldrás de este edificio y no volverás a pisarlo nunca y mucho menos volverás a ver a Fernanda ¿¡ENTENDIDO?!

- No! - Fernanda toma su brazo para llamar su atención.

- No es pregunta - se gira hacia ella - En cuánto a ti, saldrás, y dirás que es un montaje y no volverás a ver a esta mujer ¿ENTENDIDO? - Samuel hablaba con intensidad y firmeza.

Fernanda no contesto, la veía luchar en su interior, sus ojos comenzaban a ponerse rojos y cristalinos.

- ¿Entendido? - Vuelve a preguntar.

Una lagrima se escapa de los ojos de Fernanda y agacha su rostro.

- Será la última vez que presente ¿Entendido?

-... Si padre.

Mi corazón se rompió, pude sentirlo, sentí sus pedazos encajarse en el interior de mi pecho ocasionando un profundo dolor, mi vista se nubló, sentía como mis pulmones dejaron de funcionar, mi cerebro no entendía lo que pasaba, sentí mis manos frías y mis piernas hormigear para después ver todo negro.

Sentía un vacío en el pecho y un extraño y agudo pitido en los oídos para después escuchar mi propio sollozo, sentía mis lágrimas caer por mi rostro, una bocanada de aire lleno mis pulmones y lo entendí todo. Era un sueño, o mejor dicho, una pesadilla.

Me dolía el pecho, me faltaba el aire, sentía las lágrimas caer por mi rostro y mis manos temblaban.

- No es real, no es real - Susurre en la soledad de mi habitación intentando convencerme que había sido un sueño.

Me senté en la orilla de la cama intentando calmar mi respiración, comencé a secar mis lágrimas mientras repetía en mi mente "Todo esta bien"

Por fin aclare mi vista, pude notar que unos tenues rayos de luz comenzaban a aclarar el cielo. Revise mi celular, me anunciaban las 6:12 a sabiendas que no podría volver a dormir me levante para tomar una ducha he intenta mejorar mi mañana.

SABOR A MI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora