capitulo veinticuatro

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El regreso a casa había sido un completo martirio. Esto lo decía por el espeso silencio y las exageradas exhalaciones de Drake, quién aún se le notaba a leguas la furia que se cargaba.

Estaba empezando a creer que de verdad tenía algún tipo de trastorno o algo parecido como para estallar de la nada en molestia con simples cosas. Aunque en este caso, no eran para nada simples. 

Una vez había escuchado decir a un chico de la secundaria que ellos siempre debían marcar territorio con la llegada de alguien nuevo, o el acercamiento de un extraño a alguna de sus chicas. Y me puse a pensar si era esto lo que Drake hacía ahora mismo con Owen.

El hecho de que le molestara hasta la médula que el rubio me tocara era impactante, nadie nunca se había atrevido a tanto.

Ahora, ¿Porque le molestaba?

No sabía el porque, quizás se lo llegaría a preguntar en un futuro no muy lejano pero ahora, eso no era mi prioridad, sino saber el porqué mataron a Dylan y como fue.

En un pequeño momento llegué a pensar que su muerte podía estar relacionada conmigo, pero jamás pensé que fuese tan real como la confesión de Owen y la actitud de Drake.

Me sobresalté al escuchar el portazo que dió al salir del auto, y fue ahí cuando supe que ya habíamos llegado. Así que me apresuré, y a paso rápido lo seguí por la casa.

Con un leve vistazo noté que no había nadie rondando el área, a lo que llegué a preguntarme si de verdad era tan tarde como parecía.

Drake subió las escaleras, y muy atrás lo seguía yo. Por supuesto que no me quedaría con las preguntas que tenía por hacerles, o se lo preguntaba ahora o no sería nunca.

Él sabía a la perfección que yo iba tras de él, porque al llegar a su habitación no me cerró la puerta en la cara como pensé que haría, cosa que agradecí internamente.

Cómo siempre la habitación se encontraba a oscuras, y solo se reflejaba la luz que provenía de afuera y se colaba por la ventana.

Cerré la puerta tras de mi, observando al chico sentarse en la cama en silencio. Pero mi curiosidad e insistencia pudieron conmigo, y sin más pregunté lo obvio.

—¿Cómo fue?

Vislumbre como Drake me miró entre la oscuridad, y también pude notar como una sonrisa carente de diversión se instaló en su rostro.

Dió dos palmadas a su lado en la cama invitándome a sentarme junto a él, lo que me hizo deducir que sería una historia un poco larga.

—¿Que quieres saber?— preguntó sereno.

—Todo. Quiero saber todo a detalle.  El porqué, cuándo y cómo.

Asintió sin ganas y tras una exhalación larga comenzó.

—Supongo que sabes que yo siempre te seguía a todos lados desde que te encontré. Me convertí en tu sombra, todo para poder protegerte y saber quiénes estaban a tu alrededor. Esa noche, con fastidio te seguí a la fiesta, en donde curiosamente, tu ex asistiría. Tengo que admitir que nunca supuse que él era tu exnovio, de hecho nunca pensé que tuvieras uno. La cosa es que, al ver cómo te golpeó y te arrodilló en el suelo, fue suficiente para hacerme molestar, y tú más que nadie sabe cómo me pongo cuando me molesto.

Me miró diciendo algo que ya sabía, pero todo por ver mi reacción.

No me sorprendía, tampoco sentía remordimiento o lástima porque Dylan estuviera muerto, y que el responsable haya sido Drake. Lo emocionante de todo es que por fin estaba escuchando la verdadera historia y los detalles de lo sucedido con mi ex. Algo que los detectives mismos supongo, hoy en día ni sabían.

Nada es lo que parece Donde viven las historias. Descúbrelo ahora