Viernes, 20 de septiembre del 2019
El comienzo del último año en el instituto debería de ser recordado con esperanza y alegría, pero Isidro no puede sentir ninguna de las dos emociones. Él solo está afligido en el sofá del apartamento que comparte con su hermana desde hace unos meses con el libro de Inglés en la mano, una de las asignaturas que siempre le ha costado horrores aprobar y que ahora es una de sus favoritas.
Aún no entiende cómo pudo torcerse tanto su vida. Es conocedor de que nunca ha sido el ejemplo a seguir de nadie, su padre lo ha dado por inútil hace tiempo, pero los profesores ya no se asombran cuando aprueba un examen con buena nota, al contrario.
Es cierto que su hermano mayor lo llamaba antes "bala perdida" y lo conoce bien, por lo que él mismo no espera ser otro tipo de persona, siempre será criticado por su comportamiento por todos quienes lo conocen y es obvio que creen que no tiene un futuro brillante esperándolo.
Aun así, en el instituto lo aprecian, en el de formación profesional lo respetan sobre manera, su jefe lo valora muchísimo y su familia lo quiere, aunque su padre no suela demostrárselo mucho.
A pesar de todo, puede decir con conocimiento de causa que siempre ha sido feliz. Su vida no era perfecta, pero sus amigos compensaban todo lo que en ella fallaba, incluso cuando lo expulsaban del instituto y su padre lo castigaba trabajando sin cobrar nada para algún amigo o conocido o cuando el que fue su mejor amigo le relataba cómo sería su vida con la mujer de la que él mismo estaba enamorado.
Ahora ni siquiera tiene amigos o, mejor dicho, ya no son los mismos de hace unos meses. Andrés ha llegado a un punto de no retorno y complicarle la vida es ahora su principal meta, hasta el punto de, según se ha enterado, dejar de escribir, lo que a principios de verano era todavía lo más importante de su vida.
¿Cómo pudo dejar que todo llegase tan lejos? Él no tendría que haberla mirado siquiera y, a pesar de sus desplantes y de que no tuviese posibilidad alguna de conseguir más que uno o dos besos robados, no ha podido olvidarla.
Ni siquiera el saber que su mejor amigo no lo volverá a tratar como a un hermano desde que se enteró de que algo ha ocurrido entre ellos, lo ha hecho desistir de soñar con ella.
Lo ha intentado todo: hacer como que no existe o todo lo posible para que lo odiase, salir con otra persona, pelearse con ella, ser su mejor amigo y su hombro donde llorar. Nada ha servido, aunque tiene la esperanza de que el día menos pensado ella desaparezca de su corazón, porque está claro que para ella, Isidro es solo historia.
Cuando estaban juntos, sentía que eran perfectos el uno para el otro. Ella hizo que se abriese y le contara cosas que ni siquiera sabía su mejor amigo, él la apoyó y compartieron confidencias. Se dieron cuenta ambos de que tenían mucho más en común de lo que nunca hubiesen podido suponer.
Lo peor es que él estaba seguro de que podía ser bueno para ella y que ella lo podría llegar a querer, sin embargo, también sabía que su mejor amigo era una mejor opción. Su amigo la comprendía y la haría más feliz. Por lo tanto, era una locura dejarse llevar, porque en realidad no se convenían ninguno de los dos. Pero después de ese primer beso y de que Andrés y Victoria saliesen, supo que Andrés nunca podría ser mejor que él para ella. Todos estaban equivocados, porque él casi no la tenía en cuenta y no se preocupaba en hacerla feliz como debería.
Ahora pueden asegurar que no solo existen amores correspondidos, ciegos o imposibles, también están los invisibles, donde solo una parte realmente se enamora y la otra nunca llegará a sentir por el otro ni la milésima parte de lo que el otro siente, porque nunca nadie realmente sabrá todo el amor que siente por ella.
Sí, el día menos pensado la olvidará, pero en ese momento solo puede sentirse el ser más desgraciado del mundo, echándola de menos, tratándola como a una amiga y soñando con los besos que han compartido.
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Como el agua y el aceite - Terminado
Roman pour AdolescentsVictoria y Andrés son mejores amigos, aunque todos los que los conocen, incluidos ellos mismos, esperan que se conviertan en algo más, porque están hechos el uno para el otro. Todo entre ellos es perfecto, excepto la relación de Victoria e Isidro, e...