Como el agua y el aceite - Terminado

CAPITULO CUARENTA Y TRES - ¿DONDE ESTA ANDRES?

Sábado, 18 de noviembre del 2028

Oficialmente, hay mucho que celebrar. En primer lugar, este fin de semana están todos librando, lo que es algo inaudito, puesto que Patrick y Victoria no suelen salir juntos un sábado por la noche, porque cuando uno no trabaja, lo hace el otro. Asimismo, los padres de Patrick han venido a pasar una semana con su hijo y esta noche se quedarán con su nieta.

Además de que puedan salir todos, Lucía ha aprobado las oposiciones a abogacía del Estado. No está contenta, sino lo siguiente, sobre todo, porque media hora después de enterarse se encontró con aquel ex que le puso los cuernos y le preguntó cómo le iba y ella, con la boca llena de falsa modestia, le dijo todo lo que ha conseguido después de que se lo quitara de encima, hasta le dijo que tenía una relación, aunque es una mentirijilla.

Celia también quiere celebrar que tiene novio. Phillips y ella se han dado una oportunidad desde hace una semana y ella no ha salido de la casa que compartirá con sus dos amigos, aunque ninguno de ellos ha llegado todavía a España, sino que lo harán la primera semana de diciembre.

Julia también está celebrando que a su mejor amigo le chivaran que ha ganado el concurso de la empresa de ingeniería que le lleva el mantenimiento de los equipos, la previsión y la planificación a los hospitales en la Comunidad de Madrid, por lo que su novio y su mejor amigo ya tienen trabajo otra vez, porque no soporta más ver a Ramón tan deprimido sin hacer nada. El jefe anterior debe ser idiota, porque duda que exista un trabajador que le guste hacer tantas horas extras sin que se las paguen como a su novio.

Además, uno de los talleres lleva abierto una semana y ha sido un rotundo éxito y el segundo no tardará más de dos semanas en imitarlo.

Fran también se quiso unir a la fiesta, puesto que lo han ascendido a Teniente Coronel y varios de sus amigos se apuntaron.

Como Lucía es la primera que tuvo la idea, irán al karaoke. Tendrán que ir en tres coches, pero Isidro no bebe, un amigo de Fran tampoco y a Noelia le tocó por sorteo.

—Nunca pensé que se podrían sacar tantos coches en un solo día en este taller —se sincera Manolo después de verificar la facturación del día anterior.

—Sigue siendo tu taller, pero hemos comprado dos botes de pintura, algunas máquinas de diagnóstico y otras también necesarias y hay tres mecánicos trabajando. Además de que somos servicio mecánico oficial de Mercedes y Volkswagen —le resume Isidro la clave del éxito.

—No es mío. Lo has comprado y pagado —se molesta Manolo.

—Porque quería que disfrutaras de la vida ahora que puedes, pero sabes que puedes hacer lo que te dé la gana, incluso echarme —le responde Isidro con una sonrisa.

—¡Hombre! Pero si está aquí el empresario del año. Cuando me dijiste que te ibas a jubilar, no me esperaba que abrieses dos talleres mecánicos —lo molesta Ignacio al entrar al taller.

—¿Lo has visto? ¿Qué te ha parecido? —le pregunta Isidro, emocionado por el taller que está terminando de montar en el terreno donde también está su casa.

—Lo que me ha impresionado es la sala de combate que tienes al lado —le dice Ignacio refiriéndose a la nave donde algunas de las máquinas que ahora están en el taller fueron construidas.

—Sí, no veas las horas que paso ahí dentro. Es como llevar a un niño pequeño a Disneyland París. ¿Viste la zona que tenemos para coches eléctricos de diferentes tipos? —le pregunta refiriéndose a una parte del nuevo taller mientras continúa con su trabajo.

—Te has dejado un buen pellizco en maquinaria.

—No te creas, tengo un montón de contactos o, mejor dicho, mi amiga Olivia los tiene. Si le dejo dos semanas más me mandan todo eso y encima me pagan —bromea Isidro, aunque es verdad que Olivia le ha ayudado a conseguir verdaderas gangas con tecnología punta e incluso de alguna maquinaria solo han pagado el transporte.