CAPITULO NUEVE - INVITADA

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Viernes, 19 de octubre del 2018

Tan solo llevan enrollándose desde el lunes, pero Victoria e Isidro se han visto a escondidas todos los días desde entonces. La única que sospecha algo es Noelia y quizás Julia, pero ninguna ha verbalizado en voz alta sus recelos.

Ahora el buen humor de Isidro es notorio y Andrés se lo atribuye a su nueva afición: ser mecánico de coches. Le ha contado una idea que se le ha ocurrido para bajar las emisiones de dióxido de carbono en los vehículos que utilizan combustible diesel y sabe que ha estado todas las tardes trabajando en ella. Incluso uno de los profesores le ha aconsejado para que la patente.

—¿Qué vais a hacer esta tarde? —pregunta Celia, que esta semana ya se ha acostado con Andrés dos veces.

—Alejandro está solo en casa y hemos pensado en dar una vuelta y luego pasarnos toda la noche en su casa hasta el día siguiente —le contesta Andrés.

—¿Estoy invitada? —pregunta Celia coqueta.

—Claro —responde Andrés y por alguna razón a Victoria no le molesta en absoluto.

—¿Quiénes irán? —pregunta Isidro, aunque él ni siquiera se quedará a dormir en el pueblo, por lo que le da un poco igual, pero pregunta por Vicky.

—Andrés y yo. Bueno, también Celia y alguna chica que quiera acompañarnos luego. Si te apetece puedes venirte —contesta Alejandro, dejando claro lo que tienen planeado hacer los chicos.

—Hoy me quedo a dormir en el taller —le responde Isidro.

—¿Y yo no estoy invitada? —imita Victoria a Celia.

—Tú no puedes ir, Alevilla. Eres la reina del hielo —interviene Isidro haciendo alusión a como se llamó a sí misma ayer por la noche, cuando quedaron en ir el sábado por la tarde a patinar sobre hielo a Madrid.

—Isidro, déjala en paz —defiende Andrés a su amiga.

—Solo he dicho la verdad —continúa Isidro con la broma que solo él y Victoria comprenden.

—Aún no entiendo cómo no acabáis a gritos en las clases de baile —les dice Andrés.

—Porque bailando somos increíbles —bromea Isidro, pero se levanta, le ofrece la mano a Victoria y, cuando ella la acepta, la hace girar sobre sus pies.

—Sí, creo que sois el uno para el otro —ironiza Alejandro, que está acostumbrado a que Isidro se meta continuamente con la mejor amiga de Andrés.

—No lo sabes tú bien —contesta Isidro dándole otra vuelta a Vicky para volver a dejarla en su sitio otra vez.

Antes de que el recreo termine, la profesora de-Inglés va a buscar a Isidro y así poder hablar sin que los molesten. Candela lleva los últimos tres días intentando que su alumno se haga las pruebas de altas capacidades, está segura de que si él se las hiciera, todos en el instituto se llevarían una sorpresa.

—Isidro, ¿puedes acompañarme? —le pregunta la profesora.

—Si sigue así, todos van a pensar que nos estamos liando en secreto —bromea Isidro con Candela, pero se va despidiéndose de sus amigos con un movimiento de cabeza.

—Sé que ya me has dicho que no te interesa hacer las pruebas, pero por lo menos deja que te ayudemos para que no tengas tan malas calificaciones —le ofrece mientras van de camino a su despacho.

—¿No se supone que soy un alumno con altas capacidades? —ironiza Isidro.

—Sí, pero todos los profesores a los que he consultado han afirmado que en clase eres apático, que parece que te aburres y que cuando te interesas por algo, dejas a un lado todo lo demás.

Como el agua y el aceite - TerminadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora