CAPITULO TREINTA Y UNO - EL SEÑOR MURNAU

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Jueves, 31 de octubre del 2019

La vida les ha cambiado drásticamente en los últimos meses a Andrés, Victoria e Isidro.

Si a principios del verano eran inseparables, ahora se evitan. Andrés y Victoria se sientan juntos en clase, aunque los fines de semana no se ven, ya que ella se va en cuanto terminan las clases a ver a su hermana y no regresa al pueblo hasta el domingo por la tarde.

Andrés no ha sentido necesidad de ir a verla, puesto que suele quedar los viernes y los sábados con Alejandro, su nuevo mejor amigo, y no le apetece ir a ver a su amiga, a su hermana o a su sobrina.

Ante los ojos de Andrés, Vicky e Isidro no se hablan ni se ven nunca, aunque lo cierto es que varios sábados por la tarde Isidro ha ido a ver a Noelia, a Patrick e Isidora y ha coincidido con Victoria.

Cuando Andrés no está presente, siguen siendo los amigos que fueron el año pasado o el verano en Francia, pero si Andrés está cerca ni se miran.

Isidro se emocionó cuando se enteró del nombre de la niña de sus amigos y no pudo negarse a ser el padrino. El bautizo será a principio de marzo y cuando Andrés le dijo a Noelia que si iba Isidro él no acudiría, ella le contestó que mejor que no apareciese y así no les arruinaba la vida con sus gilipolleces y se quedó tan pancha.

Por supuesto que Andrés le insistió a Victoria para que no aceptara ir al bautizo de su sobrina, pero Victoria no dio su brazo a torcer y le explicó que por nada ni nadie se iba a perder el bautizo de Isidora y que entendía perfectamente que Isidro fuese su padrino, puesto que se había portado tanto con Patrick como con Noelia mejor que un hermano.

Al final, Andrés desistió de la idea de boicotear la asistencia de Isidro en ese bautizo.

Desde hace más de un mes, Isidro ignora a Andrés completamente, como le aconsejó Julia, lo que saca a este último cada vez más de sus casillas. Además, le fastidia que sea tan popular entre las chicas, sobre todo entre las de primero de bachillerato, e incluso en clase tiene un grupito que siempre está con él cuando asiste los viernes.

Lo más que le molesta a Andrés es que con los que está el que fue su amigo no tiene la suficiente confianza para prohibirles que le hablen a Isidro.

Al menos Victoria está saliendo con un chico desde hace tres semanas y eso lo tranquiliza. A Daniel, el nuevo novio de su amiga, lo conoce desde hace tiempo, porque solían salir juntos con Alejandro para conocer chicas. Es un poco mujeriego, pero lo importante es que no es Isidro.

Isidro lo paso mal cuando se enteró de que Victoria empezó a salir con Daniel. No lo conoce de nada, solo sabe que es un amigo de Andrés, que también está en segundo de bachillerato y que vive en Fuentidueña de Tajo. Mientras fueron pasando los días intentó convencerse de que era lo mejor, aunque aún no se siente cómodo con la idea.

—Isidro, ¿puedes salir un momento de clase? —le pregunta Ignacio, cuando abre la puerta después de pedir permiso para pasar.

—Claro —contesta ya acostumbrado a que lo saquen cada vez que les viene en gana.

—No pongas esa cara, hijo. Un representante de Volkswagen está aquí y se ha empeñado en conocerte —lo molesta su profesor.

—Tengo el cupo de proyectos lleno, además, ya no estoy tan necesitado de dinero —le recuerda Isidro.

—No es para un proyecto, pero te pido que no digas no sin consultarlo, al menos, unos días con la almohada. No quieren una respuesta inmediata —le pide Ignacio.

En cuanto entran en el despacho del director, además de este, se encuentra un señor con traje, muy alto, con el pelo blanco, pero que no aparenta más de cuarenta años. El director y él dejan de hablar en cuanto ven a los recién llegados.

Como el agua y el aceite - TerminadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora