Podía ver tus ojos en cada pantalla de la ciudad, escuchaba tu nombre ser mencionado por cada persona que pasaba a mi lado, mientras decían lo increíble que eras, y todo lo que estabas logrando al lado de los seis increíbles chicos más. Oía tu voz c...
📌PD: Espero que disfruten mucho del Capítulo. Las fallas ortográficas serán corregidas una vez que la novela entre en edición. Infinitas gracias por el apoyo y la paciencia.
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Amira...
Todos al mi alrededor caminaban de un lado a otro, mientras cargaban grandes objetos hacia la camioneta, para dirigirse al salón donde se llevaría acabo el evento de Samsung, y así dejar mis herramientas listas para la presentación en vivo con los invitados de esa noche. Finalmente luego de casi tres meses negociaciones habríamos llegado a un acuerdo, y ese mismo era el que me tenía decidída a presentar mi rostro a embajadores, socios y clientes élite de la marca esta noche.
Durante todo ese tiempo, cuando recibí por primera vez la oferta, estando aún en Londres, me sentía extraña e incrédula, aún más cuando fue específicamente la sede en Corea del Sur qué estaba especialmente interesados en mi trabajo, no tenía idea como es que precisamente ellos me querían como sus artistas publicitarios, aunque su oferta era increíblemente tentadora, estaba asustada, ya que había ocultado mi nombre por mucho tiempo, aún más al ser la pequeña aprendiz de un gran artista como lo era Eduard Abbey, un artista Inglés mundialmente conocido, con una basta experiencia de años en el arte, ya retirado, que lo hacía muy respetable, y con quien tuve la fortuna de coincidir al poco tiempo de comenzar mis estudios, también al tiempo fui acogida por él y su gente. Era un hombre directo, serio, e incluso a veces muy crudo, pero debajo de esas capas, logré conocer a un Señor dedicado, y con disposición a ayudar sin esperar nada a cambio. Era un alma noble, de esas pocas qué quedaban en estos días.
Aunque nuestro encuentro fue una coincidencia, lo que nos acercó no lo fue, pero eso era historia para otro momento.
Él vio algo en mi qué ni si quiera yo lo hacía, y sin ser lo suficientemente cercanos, me regañó como nunca nadie lo había hecho y me enderezó, dándome lecciones de vida que me hicieron ver mi vida y talento de otra manera. Me guió y me enseñó, como su pequeña aprendiz, tuve muchos fallos los primeros meses, pero cuando me gané su confianza, fue cuando mi primer cuadro fue expuesto en su galería, y así poco a poco, las personas interesadas comenzaron a crecer, al punto que tuve la oportunidad de abrir mi propia galería en Londres, cerca de la del Señor Eduard, quien no solo me ayudó con la publicidad contándome entrevistas qué tenía un "pupilo cuyo trabajo le llamaba su total atención", también me recomendó a sus mejores clientes, y él fue quien también me dio la idea de mantener mi identidad secreta ante mi pánico al publico, publicar mis trabajos en redes sociales, y patrocinarme bajo ese misterio. Él era actualmente mi mentor de trabajo y vida, le debía absolutamente todo, era un hombre sumamente sabio e inteligente, siempre tenía la solución para absolutamente todo, por ese mismo motivo, cuando recibí la oferta, fue a él a quien acudí por un consejo, y durante todo este tiempo estuvo aconsejandome y guiándome para una decisión responsable.
