Podía ver tus ojos en cada pantalla de la ciudad, escuchaba tu nombre ser mencionado por cada persona que pasaba a mi lado, mientras decían lo increíble que eras, y todo lo que estabas logrando al lado de los seis increíbles chicos más. Oía tu voz c...
"Aún sopla en mi la optimista esperanza de hallar el puente transitable entre los límites y el infinito." —Alejandra Pizarnik
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Amira
Es hasta en ese momento, desde mi posición, me doy cuenta que justamente la persona que está sentada al otro lado de la mesa, enfrente del señor Jiwon Park, es el mismo Kim Nam-joon, y a su lado, Jeon Jungkook.
Al verlos a todos ahí, inmediatamente mi corazón se comienza a acelerar exageradamente.
Todos los integrantes estaban en la misma línea sentados, y mirando a su manager Jiwon Park con atención. Sin embargo es en un determinado momento que, alcanzo a notar como él con disimulo, se gira un poco más a dirección al Maknae del grupo en lo que al parecer le dice algo a él, ya que este mismo abre sus ojos, dejando su bebida de lado, he inmediatamente mira a nuestra mesa con disimulo, conectando casi al instante sus ojos con los míos.
Sin poder evitarlo le sostengo la mirada un corto momento, antes de apartarla y bajarla.
¿Que haces aquí también?
<<Calmate Amira, calmate. Conoces esa mirada. Concentrate en mantener tus nervios a raya, no puedes ser tan obvia... >>
—Los chicos de Bangtan realmente son atractivos. Sin exagerar, en serio dan una gran impresión, incluso desde aquí.—Hoin me murmura completamente anonadado.
Yo me limitó a sonreír levemente y únicamente asentir. Sentía mi garganta seca, y mi corazón palpitaba tan fuerte que podía sentir los latidos aún en mis oídos. No había motivo para estar tan asustada y nerviosa. Pero no podía evitarlo, era la primera vez que me sucedía algo como esto.
—Ahí viene su representante. —Hoin murmura para todos, haciendo que cada uno se acomode en su asiento. Él toma mi mano nervioso, sin embargo aparta la mirada y me mira algo curioso. —Amira estas temblando, no sabía que te gustaba Bangtan Sonyeondan.
—Oh, bueno... —Digo aclarandome la garganta ante la mirada de todos.—Creo que a todos nos gusta...
Todos los presentes afirman, estando de acuerdo. Pero ninguno dice nada ya que en ese momento el señor Jiwon Park llega a nuestra mesa y se gira al gerente del restaurante, quien había esperado por él con nosotros.
—Disculpen la inconveniencia, hablé con mi equipo, y ellos expresaron que no tienen ninguna inconveniencia de que ambos grupos compartan el mismo salón. Por el contrario, les ofrecemos disculpas por disgustar su noche, así que en compensación, pedimos poder pagar su cena ...—La mirada de todos en la mesa se ensancha, mientras que sin poder disimular, se ven emocionados entre ellos.
